Cuarenta y seis

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Golpes se escuchaban chocar contra la madera de la puerta, no se en que momento me había quedado dormida pero lo último que recuerdo es haber estado discutiendo con Alexander acerca de las distintas escenas de la película que decidimos ver a la final.

-¡Ugart!-escuche la voz de Caleb.

Abrí los ojos como platos y contuve la respiración. Caleb seguía llamando a la puerta, por lo que los golpes eran cada vez más constantes y fuertes.

-¡Alex!-susurré en un tono elevado de voz. El también se había quedado dormido por lo que tuve que agitar su hombro-Despierta.

El moreno a mi lado abrió un solo ojo para observarme inquisitivamente, y luego de percatarse de quien llamaba a la puerta se incorporó para caer sentado en el sofá.

-¡Ugart!

-¡Voy, Joder!-exclamo Alexander de vuelta.

-No le digas que estoy aquí-pedi en un susurro-Por favor.

Èl frunció el ceño y me observo.

-Ya lo sabe. No estamos manteniendo ninguna clase de secretos entre nosotros-hizo una pausa-menos si te incluyen.

Asentí comprensiva mientras me despedía con la mano. Alexander guiñó un ojo al aire, y luego salió por la puerta quedando cara a cara con Caleb.

-Vamos tarde-gruñó este.

-No teníamos un horario-respondió Alexander pasando de largo para subir al auto.

-Ahora lo tenemos-replicó Caleb, poniendo el auto en marcha.

A pesar del esfuerzo que estos dos hacían para llevarse bien, era inevitable no sentir la rivalidad que radiaban cada vez que se juntaban. Caleb era impulsivo, por lo que sus comentarios despectivos salían a flote sin pensar cada vez que sentía la necesidad de insultar a Alexander quien a pesar de más callado y reservado, sabía como provocar al ojinegro solo con unos cuantos gestos y respuestas sarcásticas.

-¿Como está ella?-pregunto Caleb sin apartar los ojos de la carretera.

Alex enarcó una ceja-¿Quien?

-Pues Novale..

-Esta dormida.

-Sabes a lo que me refiero-dijo dejando que su voz cayese en un gruñido.

-Acaba de descubrir que la persona con la cual ella quería pasar el resto de su vida es un maldito mentiroso y violador de niñas que la ha traicionado no solo una, si no, varias veces-hizo una pausa-y para colmo, está esperando un bebe de èl cuando lo único que quiere hacer es alejarse. Así que tú dime, ¿cómo crees que está?

Caleb frunció el ceño-Al parecer te preocupas mucho por ella.

-Lo hago.

Súbitamente, el auto se detuvo y ambos se miraron. Alexander, precavidamente, tocó su arma por encima de los jeans que llevaba puestos, se estaba preparando para cualquier reacción que Caleb pusiese tener. Pero este en vez de atacar, solo se quedó observándolo, como si las miradas pudiesen matar.

-Asi que te importa Novale. Mi Novale-hizo énfasis en "mi".

-Por supuesto que me preocupo por ella. Somos amigos.

-Ella no es tu amiga.

-Si lo es.

-Ugart-habló Caleb con un aire de ironía-No creas ni por un minuto que no me doy cuenta de lo que estás tramando. Pero deberías dejarlo, Novale no es Raina.

E D U N| TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora