𝘾𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙅𝙪𝙫𝙚𝙣𝙞𝙡 [ SKZ ]

Capítulo 31

Sacar una idea de la cabeza de papá era demasiado difícil, él seguía buscando cosas que ayudarán a cambiar la condena del maestro Yong por una mayor, si Yeong na no aparecía y no declaraba en su contra no había solución alguna.

– T/n!- escuché a Jeongin gritar desde el piso de abajo, yo me cambiaba para ir a la escuela, comencé a escuchar sus pasos acercándose a toda velocidad a la habitación, abrió la puerta de golpe.

– Jeongin! Toca antes de entrar!- grité cubriéndome con mis manos, solo me faltaba ponerme la camisa.

– Lo siento- tapó sus ojos y cerró la puerta nuevamente- en serio en serio lo siento t/n no sabía.

– ¿Qué sucede?- lo corté- por qué estás tan eufórico?

– T/n... Changbin está al teléfono y quiere hablar contigo ahora!

– Qué!?- grité y terminé de ponerme la camisa rápidamente, salí de la habitación y fui corriendo al piso de abajo- Dónde!?- dije al ver a Jeongin.

– En la oficina! Apresúrate.

Todos estaban ahí, los empujé hasta llegar al teléfono y contesté.

– Ho--hola!? - mi voz temblaba, estaba sumamente nerviosa.

– T/n... escuchar tu voz de nuevo es muy reconfortante.

– Debo decir que me siento igual- sonreí lentamente.

– ¿Cómo has estado? ¿Está todo bien por allá?

– Sí, todo está bien, yo también, hago lo que puedo...

– Tengo mucho por hablar contigo t/n, te extraño...

¿Él me extraña? Era raro escucharlo decir eso pero de alguna forma hacia que mi corazón latiera con más fuerza y velocidad.

– T/n sigues ahí?

– Sí lo siento, es que me tomaste por sorpresa... dime...cómo lograste llamar?

– Me lo concedieron por buena conducta, y lo primero que pensé fue que quería hablar contigo primero pero no sé por qué Hyunjin contestó.

– Ah... eso- vi de reojo a Hyunjin, él hablaba con Jeongin- es que Hyunjin se lastimó y ahora duerme en mi habitación porque no puede subir las escaleras.

– Y tú? Dónde estás durmiendo? Con él!?

– No no, yo... duermo en la habitación de Hyunjin pero no te preocupes todo está bien.

– Está bien, no lo haré, no te preocupes- rió un poco- T/n se acaba mi tiempo pero debo decirte algo...

– Qué sucede? Me asustas!- alarmé a los demás con mi comentario.

– Sé donde está Yeong na, aquí hay unos chicos que hablaban de ella el otro día.

– En serio!? Dónde está!?

– Está en Daegu, escuché que vive en el campo con una tía y un primo lejano, no escuché el nombre de la tía pero sé que está con ella y la está ayudando... hay más cosas pero no puedo decirlo por teléfono, podrían escucharme... llegaré pronto, por favor espérame y aún no le digas a nadie lo que te dije, está bien?

– Por qué?

– Trataré de conseguir más infor...- escuché una voz de fondo que decía que el tiempo se acababa- t/n se acabó mi tiempo, nos vemos en dos días.

Colgó y yo solo me quedé escuchando aquel tono que anunciaba el final de la llamada, los chicos me veían preocupados, tal vez tenía el rostro algo tenso con lo que acababa de escuchar.

– T/n estás bien?- preguntó Chan.

– Sí, no pasó nada- vi el reloj y ya marcaba casi la hora de entrada a la escuela- Mierda! Ya es tarde debemos irnos ahora.

Todos corrieron por sus cosas y salimos de la casa, cómo debíamos apurarnos y Hyunjin no podía correr, Chan lo cargó en su espalda mientras los demás corríamos hacia la escuela.

(...)

Narrador

El señor Park corría por los pasillos del juzgado recopilando los papeles de las siguientes visitas de los chicos al tribunal.

– Park! Buenos días, qué te trae por aquí?- preguntó el encargado de archivos.

– Vengo para agendar las visitas de mis muchachos.

– Ah ya veo...- observó los papeles- mira Park, ya sé por qué estás aquí, como tu amigo tengo el deber de decirte que dejes todo esto del caso Yong atrás, no podrás cambiar su condena, el juez no lo permitirá.

– Por favor ayúdame,  solo necesito echar un vistazo a la declaración del hijo- agachó la cabeza- es por mi hija entiende, no puedo dejar que las cosas terminen así, me preocupa lo que le pueda suceder.

– Lo entiendo pero no puedo hacer lo que me pides, cómo padre de t/n no puedes ver la declaración que hizo el muchacho, fue privada y no está permitido mostrarla, sabes eso muy bien.

– Está bien, no lo hagas por mí pero piensa en mi hija, ella no ha estado tranquila desde que sucedió, ayudala a ella no mí.

El encargo suspiró, escribió algo en el teclado y movió la computadora sutilmente hacia la dirección del señor Park.

– Tienes 5 minutos.

– Muchas gracias, en serio, muchas muchas gracias.