-Es hora- escucho la voz de mi queridísima amiga pateando la puerta para entrar a mi habitación.
Estoy con las sábanas enredadas y una almohada sobre mi cabeza cuando Ada abre la puerta interrumpiendo mi sueño. La almohada no me permite respirar pero tal vez esa sea una salida más sensata...
- ¿Qué rayos te pasa? - digo bruscamente, me quita la almohada de la cara.
-Sabíamos que te tomarías tu tiempo para irnos- saca una maleta y camina a los cajones de ropa- ¿Y a ti que te paso? Parece que un camión te paso encima.
Ignoro su cometario.
-Recuérdame porque te di una llave.
-La puerta principal estaba abierta, agradece que no soy un asesino serial.
-Al menos el asesino tendría la cortesía de mantenerse en silencio antes de matarme - digo tallándome los ojos.
Después de terminar mis asuntos con Theo, ambos nos quedamos en silencio y nos apresuramos a no parecer demasiado obvios. Sin decir alguna palabra salí de Walker Enterprise y corrí de vuelta a mi departamento. Quería agotamiento, quería desmayarme del cansancio, sentir algún dolor físico que simulara esa presión en mi pecho.
Así que fui a correr hasta que sentí que mis pies podrían sangrar. No me permití parar hasta que mi garganta cerraba al inhalar el aire helado, un estudiante me pregunto si necesitaba que llamara una ambulancia, cosa que hizo que le gritara que no y que se largara. La caminata de regreso fue como caminar descalza sobre cristal roto.
Te lo mereces. Mi cabeza reclamaba.
Me arrastre a la ducha jadeando, sin poder quitarme la ropa me puse debajo del agua helada. Mis músculos temblaban y mis piernas palpitaban en agonía, lance mis zapatos que hicieron un eco al chocar con las paredes. Este dolor en mis piernas fue un recordatorio, no igual, ni siquiera se compara.
Jodida. Desgraciada. Patética. Débil.
No me di cuenta de que estaba llorando hasta que cerré el agua y mi cara seguía mojada veinte minutos después de haberla apagado.
-Lindo- tiene un puño de mi ropa interior y otras prendas poniéndolas en la maleta- vamos, Issac tiene café no queremos llegar tarde.
-Estas de muy buen humor para ser la madrugada en tu horario - Ada lanza una almohada a mi cara- Te odio tanto.
-El sentimiento es mutuo, ahora vístete.
Camino sin prisa al baño y cierro la puerta detrás de mí.
Mis pies arden con el contacto del suelo, lavo mi cara y abro un cajón a mi derecha donde hay pastillas medicinales. Recetadas, comparadas...siguen ahí. Mi mano tiembla cuando saco un tubo naranja con una etiqueta que lleva mi nombre.
La dejo a la orilla y tomo una caja pequeña donde hay unas pastillas azules que ahora muy rara vez tomo para poder dormir.
No las he tomado en meses. No lo considero necesario, pero no quiero correr el riesgo.
Salgo del baño y Ada ya termino de colocar mi ropa. Cuando ve las píldoras en mi mano hace una mueca, camino hacia mi bolso y las meto como si no las habría visto.
-Por si acaso- murmuro.
- ¿Ha pasado algo? -niego con la cabeza- No vas a hacerlo sola, Ali.
No tienes que hacer esto sola...
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FALLEN [SAGA CAIDOS #1]
Roman d'amourLa verdad siempre termina saliendo a la luz. Alissa, es una exitosa y muy reconocida editora alcanza la cúspide de su carrera después de tanto trabajo y sacrificio, pero su pasado resurge devolviéndola a sus peores pesadillas al reencontrarse con un...