Capitulo 38

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Abril

Amargas. Así llamaría estas últimas semanas, después de lo que paso con Perez, Theo insistió en remplazar su puesto con alguien de su empresa, dijo que no dejaría que eso pasara otra vez.

Casi suelto una carcajada.

El no es nadie para garantizarme eso. Le dije que yo me encargaría de eso ya que es mi editorial, son mis empleados. Theo no discutió, esa fue la ultima vez que lo vi.

Han pasado tres semanas de eso. Esa noche había llamado a Ada, ella llego en solo cinco minutos. No dijo nada cuando la abrace y comencé a balbucear todo lo que paso. No todo, pero sí que le había dicho a Theo la verdad. Cuando me pregunto por que lo hice no supe cómo responder. No se por que se lo dije, ni tampoco por que espere una diferente reacción de su parte.

Mi familia había reaccionado de manera histérica.

Creo que en el fondo hubiera querido que el reaccionara igual.

Confié en el cuándo no debía. Lo llame amigo cuando era un extraño. Lo trate como un igual cuando era mi jefe, después de que Ada se fuera esa noche, vomite, llore, me encerré en el baño hasta que me quede dormida junto a la bañera.

Volviendo al presente, tomo una flor de un color violeta, la giro con mi pulgar y mi índice, Ada me había pedido recoger su ramo. La boda es en cinco días. Ada esta muy nerviosa pero resulta muy tierno ver como los tortolos se tratan como la única persona en la tierra, tanto así, que nos pidieron a Theo y a mi recoger los anillos mañana.

Cuando exprese mi disgusto por tener que ver a Theo, Ada me dijo que podría dejárselo a él, pero se sentiría mas tranquila si fuera yo. Issac y Ada ya están con suficiente en sus cabezas, ver a Theo por una hora no es nada.

Por ellos.

La florista me entrega el ramo. Con los listones ámbar, sonrió para variar, agradezco y le doy algo por tan hermoso trabajo. Cuando me giro para salir veo a una nena en la ventana, de cabello castaño y ojos grandes, viendo todas las flores con ilusión. Vuelvo a tomar la flor que vi antes y la compro. Al salir la nena sigue viendo a través de la ventana, me aclaro la garganta y se la entrego sin decir nada, la niña me sonríe.

-Es muy bonita- dice.

-Igual que tú.

Me despido de la niña y ella va corriendo con su madre diciendo que una mujer le dio una flor bonita. Sonrió hacia el suelo y sigo mi camino.

-Disculpa- escucho a alguien.

Giro mi cabeza hacia la derecha para ver a un hombre en sweater y una gorra. Mi primer instinto es correr pero no veo intenciones malas.

- ¿Si?

- ¿Alissa?

- ¿Nos conocemos?

El hombre se quita la gorra, ojos marrones y una tez morena.

-Francisco Riordan, yo fui quien... bueno...

Abro los ojos demasiado que parece que se van a salir de mi cabeza. Es el guardia que me encontró esa noche.

- Oh por Dios, cierto- reacciono- ¿Cómo estás?

Lo miro de pies a cabeza, hace varios meses habría querido salir con él, pero ahora no siento nada.

No después del puto dios griego que tuviste en tu cama por meses.

A ver, no es un dios griego.

No, pero se ve y coge como uno.

Inevitablemente la imagen de Theo entre mis piernas aparece en mi cabeza, los gemidos que pudieron despertar a todo mi edificio, sus lengua recorriendo cada extremo de mi cuerpo...

Enfócate, Alissa.

Para empezar, Francisco es bastante atractivo, cabello castaño, ojos miel, tez morena... físicamente es todo lo que el no es. Incluyendo la calidez que da al sonreír.

-Muy bien- responde- Soy egresado de la academia.

-Es genial.

- ¿Y tú? La ultima vez que supe de ti es que te dieron de alta.

-Sobrevivo- respondo exhalando una risa.

Pero no puedo ser mas verdad. En los últimos siete años no he vivido, sobreviví, más nunca me recupere. A diferencia de otras personas yo no vivo, si no existo, y como me odio por eso.

-Me alegra que todo saliera bien.

¿Define bien?

¿Si te refieres a terapias, píldoras, sexo y negación? Si, todo salió de maravilla.

Trago saliva y asiento.

-Hice lo que pude.

- ¿Para qué son las flores? -baja la mirada hacia el ramo en mi mano.

Para metérselos por el culo a las personas que me saquen de quicio. Casi respondo.

-Una boda- me obligo a decir.

Francisco abre los ojos.

- ¿Tuya?

Ja, es muy gracioso, tal vez podamos volverlo al lado oscuro.

-Una amiga, es la próxima semana pero volaremos al lugar en dos días.

Sonríe de lado. Casi llego a sentir ternura.

-Mis felicitaciones a tu amiga, siento algo de celos de tu pareja- se sonroja.

Pongo los ojos en blanco. Esta vez muerdo mi lengua para no reírme en su cara.

-En realidad voy sola- sonrió al notarlo nervioso- de hecho... ¿No quisieras venir? Creo que hay habitaciones disponibles.

Las hay, las que Theo y tu no van a usar ya que se quedaran en la casa con Ada y Issac.

- ¿De verdad?

-Si, claro, me serviría algo de compañía y mi amiga estará mas ocupada.

-Por supuesto.

-Te enviare todo por mensaje.

Anoto su número en mi teléfono prometiendo que le enviaría mañana por la noche. Me acompaña por un par de cuadras y nos despedimos.

Algo en mi no quiere que acabe este día, que no sea mañana, pero es inevitable, tengo que verlo, hablar con él.

Camino a mi apartamento repasando si tengo todo listo para viajar. El plan de los tortolos es llegar tres días antes de la boda para que Ada supervise todo, también dicen que quieren salir como sus despedidas de solteros. En la noche de la boda Ada y Issac se irán en su Luna de Miel, dejándonos a Theo y a mi en la casa una noche solos, yo volaría de regreso aquí la mañana siguiente, mientras que Theo ira a Chicago para reunirse con los directivos de la compañía, dijo que se quedara allá para estar presente en mi reunión con Capaldi y los demás.

Un escalofrío recorre mi espalda.

Al llegar me limito a dormir, y solo dormir. 

FALLEN [SAGA CAIDOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora