FALLEN [SAGA CAIDOS #1]

Capitulo 16

Llegamos al lugar, un lugar elegante de dos pisos pero no hay nadie arriba, esta con las luces apagadas, hay personas formadas para entrar. Sería una espera de horas, entonces tomo mi teléfono y doy dos pasos para alejarme de la gente, me niego a hacer esta fila. Issac contesta en el tercer tono.

- ¿Ya estás aquí?

-Issac Harrison por tu seguridad y salud espero que no nos hagas esperar aquí afuera.

Sabe perfectamente que su seguridad y salud no peligra solamente por Ada.

-Esperen, ahora voy a la puerta- cuelga.

Vuelvo con Ada que se está tornando azul por el frio, ahogo una risa y me aclaro la garganta.

-Ya viene.

-Sabes- se gira a mi- Creo que no estoy de ánimo para una fiesta hoy- Mierda- ¿Podemos irnos de vuelta a tu apartamento?

Mi mente está en blanco, no sé qué decirle.

-Yo am...pues creo...yo- es muy raro que yo tartamudee y empiezo a sentir pánico, estoy a punto de ceder, no quiero obligarla a estar aquí pero ella tiene que entrar. Issac está en la entrada del club y nos saluda con la mano. Gracias al cielo.

-Adhara, Alissa- nos saluda- ¿Cómo están?

Abraza a Ada aliviado pero el rostro de mi amiga tiene una expresión vacía, mi pecho se hunde al verla cuando la suelta me abraza a mí, antes de soltarlo le digo al oído.

-Hazlo ya- susurro- No quiere estar aquí.

-Gracias- me suelta.

Toma a Ada de la cintura y yo los sigo por atrás, escucho la pequeña conversación antes de entrar al club.

- ¿Te sientes bien? - pregunta Issac.

-Si- responde seca.

Ouch.

La mira por unos segundos, la conoce muy bien era más que claro que algo le pasaba, me da una mirada fugaz diciéndome que vaya a la barra, asiento y me dirijo a la barra, veo cuando Issac le toma la mano.

-Ven conmigo, sé que te hará sentir mejor.

Desaparecen entre la multitud, observo el club, no es como el de la otra noche, este es más sofisticado, hay música pero la gente está vestida más elegante, luces cálidas, mesas con pequeñas lámparas, más tranquilo de lo que pensaba lo que sería, estoy consciente de que ya no tengo veintiuno, me gusta salir de vez en cuando pero a veces me gusta más estar en casa. Algunas personas dirían que a mis veintisiete años ya debería estar casada y tal vez con hijos, a mi edad mi madre ya se había casado con mi padre y tenían un bebe en camino, a mí. No me molesta mi soltería pero...

Unan manos me toman del brazo y me jalan. No logro ver quien es hasta que me lleva por unas escaleras oscuras.

- ¡¿Qué haces?!- doy un grito.

Me tapa la boca mirándome a los ojos y esos penetrantes ojos azules recorren mi rostro con lentitud. Genial, mis ojos deben parecer mierda a comparación con los de él.

-Fue difícil encontrarte entre toda esta gente- susurra Theo.

Quito su mano de mi cara, un poco de mi labial se queda en su mano.

-Una persona normal llama el nombre de otro para llamar su atención.

- ¿Y cuál es la gracia en eso? - sonríe victorioso.