FALLEN [SAGA CAIDOS #1]

EXTRA #9: Te pertenecía aun cuando no estaba contigo pt 2

Alissa: 

No puedo verlo, madre mía, este podría ser un tiempo récord pero su silencio me está matando.

¿Hiciste algo? Solo dilo y acabemos con todo esto, casi se me escapa. Veo que estira su mano para alcanzarme pero mi cuerpo entero se tensa y me siento en la orilla de la cama para ir al baño. Dejo la puerta entreabierta y enjuago mi cara al menos cinco veces, peino mi cabello hacia atrás cuando noto una punzada en mi pecho. No voy a llorar, no puedo llorar.

Escucho la puerta abrirse y por el espejo veo a Theo recargado en el marco de la puerta mirándome fijamente.

- ¿Qué miras? – le pregunto en la penumbra.

-A mi esposa.

No te ruborices, mierda.

Es la primera vez que me llama así. Al menos en mi presencia.

Seco mis manos y lanzo la toalla a un lado, fingiendo que no tengo ganas de saltar sobre la cama. Con el corazón latiendo a mil por hora intento pasar junto a él, énfasis en intentar, ya que me toma del brazo y no me permite avanzar.

-Que.

- ¿Se puede saber que ocurre? - pregunta con paciencia.

-Nada- miento.

Si vaya mentirosa, estas mas celosa que en toda tu vida con todos tus exnovios.

-Te conozco mejor que eso, Alissa, se que te pasa algo ¿Qué?

-Nada- repito, alzo la cabeza para mirarlo a los ojos-, yo y mis problemas estúpidos que no te conciernen.

Intento liberarme pero no puedo. No pude evitar que mi pulso se acelerara un poco, y no de la buena manera.

-Y una mierda, claro que me conciernen.

-Estoy cansada por favor déjame ir- le pido con la ultima cortesía que me queda.

Pero no cede. Me sostiene de ambos brazos ahora y me recarga en la pared. Mi respiración empieza a acelerarse y mi memoria me esta traicionando.

-Dime que te pasa, preciosa.

La suplica en su voz hace que mis ojos se vuelvan cristalinos. Niego con la cabeza.

-Nada – susurro- solo déjame ir a la cama.

- ¿Es por lo que paso abajo? – pregunta pero yo no respondo-, te juro que...

Mis lagrimas corren por si solas. Theo no es así, Theo no tuvo nada que ver. El no va a hacerme daño como lo hicieron esos hijos de puta. Intento mantener la calma y la cordura pero exploto.

- ¡Que me sueltes, joder! Suéltame- me retuerzo desesperada y con el espanto me suelta inmediatamente. Estoy a punto de caer de rodillas en el suelo frio pero Theo me sostiene mientras yo controlo mi llanto.

-Perdóname- susurra en mi cabeza-, estoy aquí contigo, Alissa- pasa su brazo por mi cintura y me aprieta borrando las distancias.

-Te prometo que no quería sentirme así, lo intente, mierda, lo intente pero no pude evitarlo- digo en su hombro.

- ¿Sentirte cómo?

-Celosa-admito y debo decir que la presión en mi pecho ha disminuido- ¿contento? No tuve el momento de mi vida cuando veía a tu hermosísima excompañera de la universidad coquetear contigo frente a mí.

Toma mi mentón para verlo a los ojos.

-Alissa, me estas obligando a cumplir mis votos a tan solo horas después- quiere sonreír pero yo no siento nada de diversión. Exhala y me da un beso corto-. Tu eres la excepción a todo eso que creí que jamás haría.