Capitulo 7

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No puedo controlarme, no quiero controlarme.

He esperado, he aguantado. Mi razón tiembla con cada beso, cada roce de su lengua, con la suavidad de su piel contra mis manos. Me estampa contra la pared, besándome desesperadamente.

Intento disfrutarlo y sentir cada parte de él, se toma su tiempo acariciándome, besándome y cuando mi respiración se convierte en jadeos, sé ve que está tan excitado como yo. Mis manos se inquietan y viajan dentro de su traje que lleva puesto, mis labios nunca dejando los suyos, yo le muerdo el labio inferior y el gruñe en mi boca.

Solo existe su lengua, sus dientes reclamando mi boca, haciéndome olvidar todo que no sea su nombre. Mi control se fue la mierda al sentir su dura erección creciente en mi abdomen, empiezo quitándole su corbata y abrigo.

Necesito un respiro temporal, tan solo unos minutos si era posible, de ser yo. De razonar todo y a todos.

El aliento caliente de Walker roza un lado de mi cuello, haciendo que se me pongan los pelos de punta. Lentamente, la mano de Theodore se mueve hacia arriba por encima de mi ropa hasta que llega a mis costillas. Dejo de respirar, su mano se detiene justo debajo de mi pecho y se queda ahí.

Él comienza a dejar besos húmedos en mi cuello, subiendo para lamer el lóbulo de mi oreja. Siento mis piernas debilitarse ante la sensación de sus labios en esa parte tan sensible de mi cuerpo. Me separo de un poco al quitarle la camisa y madre mía, trago saliva al verlo. El imbécil me da una sonrisa pícara mientras se quita la camisa dejando a la vista sus músculos y abdomen completamente marcado.

Me toma de mi cadera y yo enredo mis piernas en la suya, me empuja contra la pared dejándome sentir su erección una vez más sacándome un claro y ruidoso gemido.

Theodore se apoya en mí y gimo sobre su boca al sentir el primer empuje de sus caderas.

-Dime lo que quieres, preciosa- me ordena.

No sé cómo logro articular palabras, pero lo único que puedo decir es:

-Dame lo mejor que tengas, Walker- exhalo.

- ¿Lo mejor, eh?

Sonrió maliciosamente antes de que sus labios encontraban los míos y volviera a devorarlos. Ahogo un gemido cuando sus manos me aprietan más.

¿Como llegamos a mi habitación? No lo sé y no me importa.

No pienses.

Theodore no es gentil, es demandante y firme. Y me encanta, mientras deja más besos en mi cuello me las arregle para desabrochar su cinturón, el con sus manos me desnuda impaciente, observando mi cuerpo detenidamente, el miedo me llena cuando me observa de los pies a la cabeza. La inseguridad y vergüenza hacen que mis manos hagan el pobre intento de cubrir mi desnudez.

Theodore nota mi vergüenza y no duda cuando toma mi antebrazo y me jala hacia él. Mi cuerpo desnudo pegado al suyo me hace estremecer cuando mis pezones acarician su pecho de una manera placentera. No aparta la mirada de mí.

-Nunca-susurra muy cerca de mi rostro-. Nunca te atrevas a cubrirte conmigo, preciosa.

- ¿Eso es lo que le dices a todas? -trago saliva.

No responde, se limita a recorrerme con sus ojos llenos de deseo y fuego me hace olvidarlo y lanzar mi moral por la ventana, pone su mano izquierda en mi nuca llevándome a él de nuevo, mientas que su otra mano viaja lenta y perezosamente por mi abdomen bajando más y más, arqueo mi espalda para que sus dedos lleguen a ese maldito punto. Siento vergüenza cuando pasa sus dedos antes de entrar en mí, sé que puede sentir lo mojada que estoy ahora mismo.

FALLEN [SAGA CAIDOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora