Capitulo 54

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No soltó mi mano en todo el camino, mi mente estaba en otro lado, no me di cuenta de que habíamos llegado al departamento de Theo hasta que este me guía a su habitación. Mis manos tiemblan, mi garganta tiene un nudo y mi boca está completamente seca.

Estoy cubierta de tierra, ceniza y algo de sangre, Theo me lleva hacia el baño en su habitación, sigo sin reaccionar. Es como si estuviera en pausa.

Escucho la puerta cerrase detrás de mí, doy dos pasos y llego a la ducha. Al encenderla no me importa que este helada, me coloco bajo el chorro de agua aun con la ropa puesta, el agua se torna café y rosada, como si eso borrara todos los acontecimientos de hoy. Me quedo mirando la pared con azulejos grises hasta que se vuelve un borrón gracias a las lágrimas que llenan mis ojos.

No sé cuánto tiempo paso, ya que escucho golpes en la puerta.

-Alissa...

No respondo. No me muevo. El agua sigue corriendo sobre mi cabeza.

Theo entra al baño y al parecer no le importa, ya que entra mojando su ropa igualmente. Sus manos recorren el largo de mis brazos una y otra vez. Su boca está en mi frente y su aliento hace que mis pelos se pongan de punta cuando habla.

-Estas bien.

No es una pregunta, es una declaración. No sé si es para él o para mí. Pero algo en mi interior se desbloquea al escucharlo, las lágrimas caen por mis mejillas combinándose con el agua.

-Estoy bien- repito con la voz rota.

Noto que Theo está temblando.

-Estoy bien.

Theo me rodea con sus brazos con firmeza, lentamente yo levanto mis brazos para ponerlos alrededor de su cuello.

-Estas bien.

Las palabras solo me hacen llorar más fuerte, mi pecho se contrae y arrugo su empapada camisa con mis manos.

-No puedo, no puedo...- no termina la frase- no puedo perderte otra vez- pone su frente sobre la mía con los ojos cerrados.

Exponiéndome otra vez, trago saliva e inhalo.

-Nunca lo hiciste.


{...}


Una vez la perfección y la realidad hicieron una promesa entre ellas, al mismo tiempo que la luna y el mar se unían en el horizonte.

La realidad haría lo que fuera por alcanzar a la perfección. Y la perfección dejaría de serlo por la realidad.

Maravillados por el otro nunca vieron que fueron jugados por el engaño...

Theo me había dado una de sus camisas mientras mi ropa se secaba. Había salido de la habitación para hacer una llamada para darme privacidad en vestirme.

En eso observo por primera vez la habitación de Theo. Colores grises y blancos, una pared de cristal donde puedes ver media cuidad, una enorme cama con las sábanas lizas y bien hecha. Cuadros de fotografías en una pared de paisajes.

Tan limpio, tan perfecto. No encajo en ese mundo, no lo culpo si no siente lo mismo que yo, pero eso no me va a impedir seguir mi camino.

El piso se come mis pasos a toda prisa, siento un escalofrío en mi cuello ya que mi cabello sigue húmedo. Empujo la puerta para llegar al balcón en el apartamento pero no me acerco a la orilla, respiro hondo tres veces.

FALLEN [SAGA CAIDOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora