FALLEN [SAGA CAIDOS #1]

Epilogo

Dicen que en la vida hay tres amores... El primero que es quien nos enseña a querer, quien nos llena de ilusiones y parece guion de película. El segundo en quien nos enseña dolor y tratas de aferrarte a él cuándo sabes que no es para ti, el que hubieras deseado que fuera para siempre. El tercero es el que no esperabas, pero dejas que pase sin crear expectativas, eres solo tu dejando que te sorprenda, es el que cura las herias y te hace feliz, es el amor verdadero.

Lo extraño, es que esos tres amores, han sido la misma persona para mi.

{...}

5 semanas después...

- ¿Todo bien? - pregunto.

Theo tiene los nudillos blancos en el votante.

-Bien.

Arqueo una ceja.

-Ya habíamos hablado de esto.

-Lo se.

Cuando recibí el mensaje de Megan no sabía si llorar de felicidad o de tristeza. No quiero irme, dejar a mis amigos y una parte de mi alma aquí, pero esto es algo que tengo que hacer. Theo lo sabe.

- ¿Sigues molesto?

- ¿Por qué estaría molesto por un increíble logro tuyo?

-Porque siento que estas a una palabra de arrancar el volante.

Theo afloja su agarre.

-Lo siento.

-Yo tampoco quiero irme, pero si quiero que empiecen a tomarme como tal tengo que hacerlo.

Estamos más cerca del aeropuerto. ¿Tal vez fue demasiado haberle pedido que viniera conmigo? Anoche Ada no paro de abrazarme y llorar de como los abandono, eso fue antes de beber unas cuantas copas, y empezar a jugar a la bar tender e invitar a todas las personas imaginarias por un trago. Theo por otro lado, estuvo inusualmente callado, toda la noche.

Mis padres la noche anterior me habían invitado a cenar en su casa, como despedida, mi padre me abrazo murmurando lo orgulloso que estaba de mí. No pude evitar que una lagrima cayera por mi mejilla. Mi madre no dudo en llamar a Jayce y a Ellie, quienes están preparando todo para la llegada de la bebe en unas semanas, mis padres y yo volaremos a Londres antes del parto si todo sale como lo esperado. Todos estamos muy ansiosos.

-No quiero que te vayas- murmura.

-No me estoy yendo de esa manera, hay teléfonos, videollamadas, eres rico maldita sea, puedes volar hacia allá y yo puedo arreglármelas para venir, haremos que funcione.

Le doy un beso en la mejilla. Theo se detiene frente a una de las puertas del aeropuerto. Hubiera deseado que viniera conmigo, que me acompañara hasta Chicago, pero su trabajo tiene tanta demanda como el mío.

-Haremos que funcione- repite.

Nos bajamos de auto, Theo saca mi maleta y la deja en el suelo, pone ambas manos en los costados de mi cara y me besa. Mierda, extrañarlo es poco para lo que voy a sentir allá. Pongo mis manos en su nuca saboreando hasta el ultimo segundo de esto.

-Llámame cuando aterricen-se separa para entregarme mi maleta.

-Lo haré- trago con dificultad, esto es mucho más difícil de lo que pensaba-, hasta pronto, nene millonario.

Theo sonríe triste, pero su intento de ocultarlo es admirable.

-Adiós, Nova.

Antes de arrepentirme de todo, entro al aeropuerto sin mirar atrás. Esta no es una despedida, volveré, aquí no se acaba la historia, si acaso apenas empieza para Theo y para mí, esto son...nuestros puntos suspensivos...

En la vida no podemos dar por hecho lo que tenemos hoy, cada día que nos levantamos de la cama en las mañanas es una lucha constante en donde no luchamos por nosotros mismos...si no por las personas y las cosas que más amamos. Yo lo he aprendido a la mala. Todos tienen una visión del sentido de la vida... cuando para mi realmente el sentido de todo esto no es a donde llegas si no es el camino y a quienes encuentras. Me había hundido en mi propia oscuridad ignorando a las personas que se acercaban, hasta que llego él. Mas bien hasta que el imbécil que me rompió el corazón regreso a mi vida y la ha cambiado por completo.

Lo más gracioso de todo esto es que no importa ni el lugar, ni el momento, ni la distancia que nos separa...él es mío, y yo soy suya. Además siempre terminaremos cayendo por el otro...

De todas formas en el amor y en la guerra todo se vale ¿No es así?