Capitulo 27

45 4 0
                                    




<< Después de la fiesta y dejar a mi amiga en su dormitorio me dirigí al mío, yo vivía en otra residencia, casi del otro lado del campus, era ya de madrugada. Sola, en la oscuridad y un poco ebria. Los caminos estaban oscuros y solos. la distancia entre los faroles era de al menos diez metros entre otros, lo cual dejaba una pequeña área oscura. Los árboles abundan entre todo el campus, en la primavera algunas fraternidades usan estas áreas para hacer actividades, de día al menos. En las noches esos lugares estaban demasiado oscuros, a veces he escuchado de estudiantes que han sido atrapados devorándose entre los árboles o arbustos. No me preocupo de ver u oír algún acto sexual ya que el área donde están los árboles esta unos cinco metros de mí. Tendría que correr para llegar hasta ahí.

Ya he tenido suficiente por esta noche.

Podía aun escuchar la música de la fiesta y algunos gritos de celebración, frote mis manos en mis brazos escondiendo mi pecho, entonces los veo.

Veo la silueta de dos muchachos mucho más altos que yo, uno de cabello negro y otro con cabello rojizo.

Pelirrojo y Pelinegro.

Levantan la mano saludando, cuando yo miro hacia atrás para ver quien estaba detrás de mi uno de ellos me dijo:

-Estas tan ebria que no nos reconoces- dice el pelinegro.

Entonces los reconocí, ambos estaban en mi clase de economía, se sentaban atrás de mí. No eran exactamente mis amigos pero hablaba de vez en cuando con ellos.

-No -dije aclarando mi garganta- Claro que no, solo es difícil ver en la oscuridad, es todo- pase junto a ellos.

- ¿A dónde vas? - habla el pelirrojo esta vez- la fiesta es hacia allá.

-Ya me iba- pongo un mechón de cabello detrás de mi oreja- No me siento con ánimos de festejar- solo quería encerrarme y llorar y esperar a que esta noche terminara.

- ¿Vas a tu dormitorio? - pregunta el pelinegro

-Si.

Los dos chicos se miran entre sí por un segundo, sentía nauseas, aun quiero vomitar aunque ya lo hice esta noche.

-Te acompañamos- dicen ambos al mismo tiempo y se ponen a mi derecha y a mi izquierda.

-No quiero que se pierdan la...- me hacen caminar.

-Tonterías, vamos- me toman de los hombros obligándome a avanzar.

Cuando comencé a caminar a su paso, me soltaron y comenzaron a decir bromas y a juguetear entre los dos, sacándome una que otra sonrisa. Del cielo empezaron a caer gotas, con paso de los segundos cada vez más intenso. Me olvide de mi tristeza y mi corazón roto, comenzamos a jugar en la lluvia, riendo abiertamente.

En un abrir y cerrar de ojos el chico pelinegro me abraza por la espalda en la cintura, me doy la vuelta y lo veo a los ojos, eran cafés casi negros, ambos bajo la lluvia, mire hacia el cielo y de nuevo hacia él. Me toma de la mano y me lleva hacia la pared de uno de los edificios, donde había una lámina que servía como techo sobre los dos, pensé en todo lo que me paso esa noche, en Theo y la chica en contra el auto, el enojo se apodero de mí y mi vista se nublo, acerque mis labios al chico y él ni por un segundo dudo en responder. Fue un pequeño beso, tierno, suave, cuando nos separamos el me miro por dos segundos, volvió a besarme y me estrello contra la pared.

FALLEN [SAGA CAIDOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora