Los ojos son la ventana del alma...creo o al menos eso he leído.
Uno puede saber por lo que ha pasado una persona solo por verlo a los ojos, el problema ahora...es que mis ojos ya no dirán nada después de hoy. El zumbido de las maquinas a un lado de la cama hacen que abra mis ojos, la ventana deja entrar rayos de sol que dan con mi rostro, al tratar de moverme una ráfaga de dolor cruza por todo mi cuerpo, recorriendo todo mi columna hasta mi cráneo.
Bajo la mirada a mi cuerpo y veo ambas manos con tubos y cables tomando mi pulso y administrándome analgésicos, no hacen efecto.
Giro un poco aguantando el dolor en mi cabeza y en uno de los asientos a mi lado hay un hombre, con una gorra, lleva un uniforme de policía, más bien de guardia.
Mi pulso comienza a acelerarse al momento en que llegan mis recuerdos, la sirena de la ambulancia, una camilla, ojos de mis compañeros en mí, recuerdo una voz pidiéndome que no cerrara los ojos, de alguien pidiéndome que resistiera, recuerdo el dolor de mi corazón, mis deseos de gritar, de llorar, de desaparecer de la faz de la tierra para siempre, a alguien tomando mi mano... intento quitarme los cables pero mis manos tiemblan, unas manos envuelven las mías pero siento tanto pánico que las quito enseguida.
- ¿Dónde estoy? -exijo saber- ¿Quién eres? - mi voz es rasposa como si hubiera gritado por horas.
-Está bien- dice dulcemente- Estas en el hospital.
- ¿Quién eres?
-Mi nombre es Francisco Riordan, soy estudiante en la academia de policía y guardia en el turno nocturno en la Universidad de Columbia.
- ¿Como llegue aquí?
Sabia la respuesta, pero quería que alguien más lo dijera. Necesitaba que alguien lo dijera.
-Te encontré cerca de los dormitorios...tu...tu sangrabas por todos lados...tu...
Una lagrima sale de mis ojos. Era cierto, no fue un mal sueño, era real, todo fue real.
- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
-Seis días- dice bajando la mirada-Los doctores dicen que estarás aquí por varios días más...Tus padres...
-No- miro de nuevo el techo.
-Ellos ya están...- lo interrumpí.
- ¿Estas sordo? he dicho no.
No dijo nada, no se atrevió ni a mirarme, en el momento en que salió por la puerta de la habitación de hospital lance un grito que desgarro mi garganta sobre la almohada.
Llore hasta no poder más, dejando el dolor de mis pulmones con cada respiración y cada jadeo saliendo de los más profundo de mi alma, sé que mi rostro estaba rojo y mis ojos hinchados, tengo que hacerlo, tengo que verme en el espejo. Trago mi dolor, dejo de respirar al enderezarme pero logro dar unos pasos, que fueron tortura.
El baño increíblemente blanco lastima mis ojos, en el espejo me deja ver desde arriba de mi cintura, comienzo mirando mis brazos, cubiertos de marcas, después por mi cuello con marcas negras, rojas y moradas alrededor de mi garganta, dude en ver mi rostro pero me arme de valor y lo hice. Mi rostro empapado por las lágrimas, completamente e hinchada, mis ojos inyectados de sangre haciendo que mis ojos marrones oscuro se vean negros como la más oscura noche, en mi mejilla sobre sale una marca, un golpe, intento tocarme pero mi mano se contrae como mi cara al tocar mi mejilla con la yema de mis dedos, me miro a través del espejo, y más lagrimas salen. Mis manos temblaban debido a mis unas clavándose en mis palmas, el dolor agudo no era nada compara a como realmente me sentía.
Hasta quedarme sin aliento lo supe, supe que ya no sería la misma, supe que he caído en un pozo tan profundo que temo que ya no saldré, mis amigos ya no me verán igual, y tampoco mi familia. Me he perdido, me han destruido y lo único responsable de esto... soy yo.
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Hola, hace mucho que ya no publicaba, no que que paso pero no me dejaba publicar y ademas fueron unas semanas complicadas, ¡pero he vuelto! los que están leyendo desde antes les agradezco con todo mi corazón.
(No desesperen, voy a volver a subir todo lo que llevaba y voy a continuar la historia)
Si les gusta la historia por favor ¡voten y comenten! me inspiran a seguir con esto.
Bueno ya me callo un mes y disfruten.
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FALLEN [SAGA CAIDOS #1]
RomanceLa verdad siempre termina saliendo a la luz. Alissa, es una exitosa y muy reconocida editora alcanza la cúspide de su carrera después de tanto trabajo y sacrificio, pero su pasado resurge devolviéndola a sus peores pesadillas al reencontrarse con un...