Capitulo 52

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- ¿Que mierda? - grita Issac. Theo y yo lo miramos confundidos- ¿Es cierto?

Theo y yo nos damos una mirada rápida.

- ¿Que rayos les ocurre?

- ¿De qué hablas? – pregunto con mucho cuidado.

Lanza la hoja impresa de una revista en donde salimos Theo y yo, en aquel restaurante en Chicago, luego otra en donde entra al hotel conmigo. Mi rostro no ve, pero se puede notar quien soy perfectamente.

- ¡De la mierda que sea que este pasando entre ustedes dos, carajo!

Dejo de respirar, Theo no parece afectado en lo más mínimo.

-Issac, podemos explicarte.

-No tiene nada que ver contigo, Harrison.

- ¿Dónde está Adhara? - pregunto.

-Aquí estoy- entra a mi apartamento-, lo lamento es que...no sabía que reaccionaria así.

¿Qué?

- ¿Lo sabias?

Ada asiente.

- ¿Sabes lo mal que estaba cuando la conocí? - ambos nos quedamos cayados- ¿Sabes cuantas veces la escuche llorar detrás de una condenada puerta?

- ¡Issac! - grito, pero me ignora.

-Querido, por favor- Ada lo toma del brazo pero eso no lo silencia.

- ¡Ella no sabe lo que hace!

- ¿Disculpa? - la rabia sube por mi cuerpo.

- ¡Por favor! Es claro que no sabes tomar decisiones con tu vida! ¡Hace 8 años te enamoraste de él y mírate ahora! ¡Te está pasando de nuevo!

Theo está en silencio y completamente inmóvil. No esta mirando a Issac, quien acaba de desmentir mi mayor pesar de los últimos meses, si no a mí. El corazón cae a mis pies, la sorpresa y tal vez espanto en sus ojos solo hace que me sienta peor.

Ada no me mira con sorpresa. ¿Se había dado cuenta? ¿Tan obvia fui ante los ojos de todos?

-Basta, por favor...- esas dos palabras son como una navaja en mi garganta.

- ¿Y tú como te atreves a cogerte a mi amiga? ¿La mejor amiga de mi esposa? ¿Dime de todas las mujeres tenías que aprovecharte de ella? ¡Para ti esto es un juego pero ella ha sufrido demasiado como para soportarte otra vez!

Mi pecho duele, como si me hubieran apuñalado cincuenta veces, Issac sigue gritándonos lo estúpidos que somos, y como yo soy una muñeca que nadie puede tocar.

- ¡Fuera! - me dejo caer y mis rodillas crujen gracias al concreto. Llevo mis manos a mi cabeza y todo. Todas esas noches en velo, llorando, pidiendo no existir vinieron a mí como una ola que me hace caer una y otra vez- Issac fuera- susurro con una calma que me sorprende hasta a mí.

-Alissa, no quise decir...

-Fuera- repito.

-Lo siento- susurra antes de salir y cerrar la puerta.

Nos quedamos en un silencio siniestro. Theo es el primero en hablar.

- ¿Es cierto?

Trago saliva. Ya no tiene caso negarlo, no importa cuando lo haga, la verdad siempre sale a la luz. el que me quedara en silencio fue respuesta suficiente para él. Pasa su mano por su cara.

-Joder.

-Me ofrecieron el trabajo en Chicago- suelto.

- ¿Qué?

-Puedo escoger entre conservar mi trabajo y quedarme o ser directora e irme.

Theo se pellizca el puente de la nariz.

- ¿Por qué me dices esto, Alissa?

- ¡Quería hablarlo contigo! Nosotros...

- ¡Nosotros no somos nada! Fue un trato, un acuerdo mutuo ¿Lo recuerdas?

-Si.

- ¿Es cierto lo que dijo? - se muy bien a que se refiere.

Con el corazón en la garganta lo miro a los ojos.

- ¿Importa? - se queda en silencio-Tienes razón... tú y yo no éramos nada- cada palabra es como un cuchillo en mi vientre, las lágrimas llenan mis ojos, trato de no llorar, no frente a él, no frente a nadie, sus palabras, su manera de reaccionar, hace que esta decisión sea más sencilla- Me voy- susurro.

- ¿Qué? -la lastima en su voz me rompe el alma.

-Voy a aceptar el trabajo en Chicago- Se cierra mi garganta al decir estas palabras, soy consciente de nuestro trato. No enamorarse, solo sexo- Lo lograste...ganaste.

Lo miro a los ojos, sus ojos azules vagan por mi cara, como si admirara mis lagrimas rebeldes bajando por mis mejillas. El baja la mirada.

Sin poder mirarlo me doy la vuelta y me dirijo a la puerta. 

-Creí que no perdías-me de tengo en seco, me esta retando, recuerdo muy bien cuando se lo dije, recuerdo la seguridad que sentí y el placer después de eso.

Miro por encima de mi hombro, con el corazón deshecho y el orgullo dañado.  

-Uno de los dos debía caer tarde o temprano. 

Sin importarme que estamos en mi apartamento, lo dejo ahí. Issac y Ada se ven sorprendidos al verme salir, no les dirijo la palabra y me dirijo al elevador. 

Voy a firmar, irme. Dejar todo y a todos atrás, e incluso tal vez jamas volver... 

FALLEN [SAGA CAIDOS #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora