La noche cayó y Yoongi tratando de distraer a Jimin lo llevó con él a recorrer los mismos lugares de siempre para traer algo de comida.
Jimin se veía cabizbajo y desanimado, apenas ponía atención a la incesante charla de Yoongi, no podía dejar de pensar en Atún.
Después de recolectar un par de cosas y Jimin encontrar un par de latas de atún, regresaron nuevamente a casa cerca de la medianoche.
- Hace frío Jimin, es mejor acostarse altiro- le recomendó Yoongi tirando lejos las zapatillas y arropándose con las mantas en el sillón.
- ¿ Atún no necesitará algo?- preguntó Jimin sentándose en la cama.
- Jimin ya lo hablamos, todo se escucha tranquilo, lo más probable es que esté dormido, acuéstate de una vez- Yoongi le señaló la cama con su cabeza.
- Esta bien- Jimin suspiró y se sacó una zapatilla, pero seguía pensando en que tenía que ver a Atún porque sino no podría dormir.
Calladito volvió a ponerse la zapatilla y en punta de pies se acercó a la puerta, estaba a punto de salir.
- ¡ Jimin!- Yoongi gritó muy fuerte haciendo saltar asustado a Jimin- ¿ adónde crees qué vas?
- Mmmm...¿ a hacer pis?- dijo Jimin sonriéndole culpable.
- Sí, seguro, vuelve a la cama, ¡ ahora!- le ordenó Yoongi sentándose en el sillón.
Jimin hizo el amago de regresar y luego se largó corriendo hasta la habitación de Jungkook sin hacer caso de los gritos de Yoongi a sus espaldas.
Cuando estuvo dentro recién se acordó de respirar llevándose una mano al pecho mientras jadeaba.
Sus ojitos ya se habían acostumbrado a la oscuridad, además la luna iluminaba bastante la habitación, así que no le costó vislumbrar la silueta de Atún sentado mirando por la ventana y envuelto en la mantita multicolor.
Jimin sintió una oleada de ternura invadirlo, se veía tan solitario y vulnerable. Se acercó y se sentó en el suelo a su lado con miedo a hablar y ser rechazado.
Jungkook dejó de mirar la luna y giró su cabeza para mirarlo con sus ojitos aún de color violeta en una muda súplica de cariño.
Jimin le sonrió y Atún comenzó a ronronear pasando su naricita por su hombro.
- ¿ Ya no estás enojado?, ¿ me perdonaste, Atún?- le susurró bajito Jimin.
Jungkook se envolvió más en su mantita y se trepó en las piernas de Jimin abrazándolo mientras ronroneaba.
- ¿ Qué voy a hacer contigo si eres tan dulce?- Jimin acarició su cabello pasando sus deditos por él- Yoongi seguro me jalará la oreja cuando me tenga a su alcance, pero no importa, no podía dejarte solito.
Estuvieron así abrazaditos durante un largo rato observando la luna, Jungkook en ningún momento había dejado de ronronear, otra vez se sentía cálido y cómodo, su fiebre menguaba cuando sentía el olorcito del humano, lo único que sabía que tenerlo cerca era bueno y reconfortante y no quería que saliera de la habitación otra vez.
- Atún, vamos a dormir, ya mañana te sentirás mejor y podrás volver a nuestra habitación- le habló con dulzura.
Jungkook se separó un poquito y lo miró fijamente, sus ojitos refulgían viéndose casi como dos diamantes en su rostro, un brillo intenso que Jimin miraba como hipnotizado, ni siquiera podía moverse o hablar.
El híbrido negro sin romper el contacto de sus ojos se acercó como en cámara lenta y unió su boquita a la de Jimin cerrando ahora sus ojitos.
Una descarga de calidez e infinita dulzura inundó los corazones de ambos haciéndolos estremecerse de pies a cabeza.
