Un gato negro en la azotea del aeropuerto miraba como el enorme pájaro de acero se llevaba a su humano lejos, un océano los distanciaría por dos largos años.
Jungkook no quería sentirse triste, pero no pudo evitarlo. Sintió como su corazón se desfragmentaba provocándole un dolor agudo y profundo, y maúllo fuerte.
Lloró, pero ni eso lograba calmarlo. El cielo como si pudiera sentir su dolor se oscureció con negras nubes que lloraron junto a él.
No supo cuánto rato estuvo en esa azotea. Triste y empapado, con su corazón agonizante, finalmente arrastró sus patas para volver a su castillo.
Una negra niebla lo envolvía, su cuerpo lo sentía pesado y sin fuerzas, no podía pensar con claridad, cada paso era un enorme esfuerzo. Aliviado vio los basureros cercanos al castillo, pero las fuerzas lo abandonaron y cayó inerte al lado de ellos.
Yoongi se paseaba nervioso en la habitación, hacían muchas horas desde que Jungkook había desaparecido. Al principio no se preocupó porque sabía que lo más probable era que hubiera ido a despedirse de Jimin...pero ahora Jimin ya estaría viajando y ¿ dónde diablos se había metido Jungkook?.
Ya no esperó más y salió a buscarlo. Seguro estaba llorando su pena en algún basurero cercano.
Un escalofrío lo recorrió cuando vio como un chico desconocido lo estaba subiendo a un automóvil, a su lado una señora que no lograba divisar bien, por estar de espaldas, le daba intrucciones.
- ¡ Alto ahí!- Yoongi resoplaba con cansancio, debía dejar de comer tantas galletas y flojear menos- ¿qué...qué pretenden con mi amigo?- les gritó con el poco aliento que le quedaba.
El chico se detuvo con Jungkook en sus brazos y Yoongi vio que su amigo estaba totalmente desnudo con su cola colgando lacia.
- ¿Eres su amigo muchacho?- la señora se volteó a mirarlo.
Yoongi vio que era una anciana de rasgos suaves y dulces.
- Sí. ¿ Qué están haciendo con él?, ¿ adónde se lo llevan?- Yoongi puso cara de malo para intimidarlos, la viejita podía parecer dulce pero nada le aseguraba que no era una bruja disfrazada de oveja...bueno algo así.
- Lo encontramos desmayado, está ardiendo en fiebre, necesita ayuda- le habló suavemente la anciana- ¿me dejas ayudarlo?
Yoongi no sabía que hacer.
- El no puede ir a un hospital, así que no, yo lo llevaré a casa y cuidaré de él- dijo decidido Yoongi acercándose al chico que tenía a Jungkook.
- Muchacho- la anciana lo tomó del brazo- sé que no puedo llevarlo a un hospital, lo llevaré a mi casa para que sea atendido, puedes venir con él para que estés tranquilo- la anciana esperó su respuesta.
- ¿ Y sí me están engañando?, ¿ quién me va ayudar cuando ya nos tenga dentro de su casa?, ¿ah?- Yoongi estaba asustado.
- Confía en mí, por favor, tú amigo está muy mal, necesita ayuda urgente- la anciana le pidió sin dejar de hablar de forma suave y educada.
- ¡ Mierda!, ¡ Está bien!, pero si intentan algo malo los voy a dejar rasguñados hasta las orejas- aceptó Yoongi tratando de asustarlos.
- Señora, "copito"- señaló con la cabeza a Yoongi- es de armas tomar- habló por primera vez el chico sonriendo divertido.
La anciana sonrió.
- No lo molestes Tae-hyung, mejor sube de una vez al muchacho- le ordenó la anciana.