Nam los estaba esperando en la oficina, Jungkook y Jimin fueron los últimos en llegar.
Nam los miró con las cejas enarcadas, luego movió la cabeza y sonrió mientras la parejita se sentaban juntitos como si no se la pasaran así todo el santo día.
- Bueno, ahora que estamos todos, empezaré- Nam-joon tosió aclarándose la garganta- Jungkook habló conmigo anoche y después de eso me quedé largo rato meditando en sus palabras.
Todos se miraron y volvieron a prestar atención.
- Jimin, me disculpo por tomar decisiones sin tener en cuenta tus preocupaciones.
- ¿Cómo?- Jimin lo miró extrañado.
- Jungkook me dijo que tienes miedo de que algo salga mal o alguno de nosotros termine lastimado, y tienes razón- Nam tomó un sorbo de agua antes de continuar- pero no es justo que nosotros, todos nosotros, tengamos que vivir escondidos cuando no hemos hecho nada malo, necesitamos recuperar nuestras vidas y vivir sin miedo.
Jimin sentía una bolita creciendo y aprisionando su pecho, ése mal presentimiento no se iba.
- ¿ Qué has pensado Nam?- preguntó Jungkook tomando a Jimin de su mano y presionándola despacito.
- Hablé con Moon y ella tuvo una mejor idea, dejaremos que la policía se haga cargo de ahora en adelante- les explicó Nam-joon y Moon le sonrió a Jimin.
- Yo estoy de acuerdo- dijo Yoongi- esos tipos, los del incendio son muy peligrosos.
- Yo también creo que es lo mejor- asintió Jungkook- pero ¿ estaremos seguros?¿ sí el tío de Jimin se entera antes no podría tratar de nuevamente deshacerse de él o de ustedes tres?
Jimin apretó fuertemente la mano de Jungkook y respiró fuerte.
- Es el riesgo que debemos correr- Nam-joon suspiró cansado- no puede quedarse sin un castigo por sus fechorías, tenemos a nuestro favor que no sabe que estamos vivos, tampoco donde vivimos, durante el tiempo que se demoren en apresarlo tendremos que mantenernos dentro de la mansión, para mayor seguridad, ¿Jimin?
- Sí, creo que está bien, por lo menos ninguno de nosotros enfrentará a esos hombres- dijo Jimin un poco pálido.
- Todo saldrá bien, ya verás- Moon se arrodilló a su lado- para mí también es difícil, por eso te entiendo, pero también entiendo a Nam. Esta es la mejor solución que tenemos.
- Lo entiendo Moon- Jimin la abrazó con cariño.
- ¿Cuándo llamaras a la policía?- intervino por primera vez Hana.
- De eso quería hablar- respondió Nam-joon- contactaré unos policías a los cuales conozco, ellos estuvieron a cargo de la investigación de la desaparición de Jimin.
- ¿Podemos confiar en ellos?- preguntó Jungkook.
- Eso creo- Nam-joon se puso serio- aunque debemos ser precavidos, sobretodo no pueden enterarse de que son híbridos.
Hana asintió con su cabeza.
- Lo mejor es que sólo Jimin, Moon y tú conversen con ellos.
- Pero yo no quiero dejar sólo a Humamin- Jungkook ahora se removió inquieto en la silla.
- Estaremos, pero sin que nos vean, ¿de acuerdo muchacho?- Hana le habló con dulzura.
Jungkook asintió y apretó los deditos de Jimin.
- Bueno- Nam-joon se levantó del sillón- los contactaré de inmediato, mientras más rápido se resuelva esto será mejor.
Todos salieron de la oficina para dejar a Nam-joon hacer la llamada. Se daban vueltas nerviosos mientras esperaban.
- ¿Jungkook?- Jimin le habló bajito.
- Dime bebé.
- Tengo una bolita en mi pecho desde ayer...y no se pasa, es como una especie de presentimiento, tengo miedo...
Jungkook lo abrazó, podía sentir de lo que hablaba Jimin, su gato también se removía inquieto, pero por el bien de Jimin lo hizo callar.
- Es normal, son muchas emociones en poco tiempo, ya verás que se te va a pasar- Jungkook le beso la frente.
- Ojalá tengas razón Atún- Jimin hundió su carita en su cuello, el olor y calorcito de Atún ayudaban.
Nam-joon salió de la oficina casi un cuarto de hora después.
- Vendrán ahora mismo, así que prepárense, y déjenme hablar a mí, sólo respondan si les preguntan directamente, ¿ de acuerdo?- Nam miró a Jimin y Moon.
- Tengo una duda...¿ cómo explicarán haberse salvado del incendio?, si atrapan a esos hombres, supongo que dirán la verdad- expusó su duda Yoongi.
- Buen punto- observó Nam-joon- cambio de planes, estaremos todos juntos en la entrevista, así no será necesario mentir, Hana y Jungkook no tendrán problemas para ocultar su condición de híbridos, Tae y Yoongi, ustedes deberán ser muy cuidadosos.
Tae miraba con adoración a Yoongi.
- ¡Eres tan listo!- le susurró a la oreja totalmente orgulloso y enamorado.
Yoongi sonrió derretido ante el elogio de su Tete, su Omega era un terroncito de azúcar, ¡y con lo que le gustaba lo dulce!
Ya todos de acuerdo, y visiblemente menos nerviosos de afrontar todo juntos, algunas sonrisita empezaron a dibujarse en los preocupados rostros.
El timbre sonó dos horas después, y Tae hizo pasar a dos hombres con uniformes de policía. Después de los respectivos saludos Hana los guió hasta la oficina.
- ¡Por Dios muchacho ya eres un hombre!- dijo alegremente uno de ellos- me alegra que estés con vida y bien.
- Gracias señor, se que pusieron todo su esfuerzo en buscarme- Jimin le sonrió.
- Lástima que nunca dimos con tu paradero muchacho...¿ hace cuánto se supo que seguías con vida?
- Van a hacer dos años y medio, ¿porqué?- preguntó Jimin.
- Nunca se avisó a la policía de tu regreso...para efectos legales aún sigues desaparecido, corrijo estás legalmente muerto- respondió el policía confundido- ¿ Tú tío como tutor legal no te lo dijo?¿ nadie hizo los trámites para qué se legalizara tú situación?
Jimin los miró confundido.
- Creo que luego lo entenderán- intervino Nam-joon- yo confié que el señor Goon se haría cargo y por lo visto nuevamente me equivoqué.
- ¿Entonces cómo pudo salir de Corea a EEUU?- preguntó Moon asombrada también.
- Documentos falsos- dijo Nam-joon.
- ¿ Pero?¿ y cuando se dio la noticia en los periódicos del incendio?, ahí decía que el sobrino murió en el siniestro- dijo Hana incrédula.
- Bueno el señor Goon, le explicó a la policía que el atentado había sido provocado por los secuestradores cuando su guardaespaldas y su hija habían ido en ayuda de Jimin tras descubrir su paradero- explicó el policía- ¿Qué está pasando realmente?
- Tomen asiento señores, tenemos mucho que contarles- Nam-joon les señaló el sillón y luego todos se sentaron para empezar a narrar los acontecimientos.
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