Jungkook después de que Jimin se quedara dormido entre sus brazos se fue en busca de Nam-joon, debía contarle por el tormento interior que estaba pasando Jimin.
- Nam, ¿ podemos hablar?- preguntó Jungkook en la puerta de su habitación.
- Claro, pasa- le respondió Nam-joon- ¿pasó algo?
- Es Jimin, el está muy preocupado por todo lo que a sucedido, él tiene miedo de que las cosas puedan salir mal- le explicó Jungkook sentándose en una silla.
- ¿ Porqué?, yo planificaré todo con mucho cuidado, nada malo va a suceder- le dijo Nam-joon.
- ¿ Nam es realmente necesario hacerlo?, a Jimin no le interesa su herencia...
- No sé trata de eso Jungkook, ¿ viviremos por siempre en la sombra?¿ temiendo a cada momento ser descubiertos por Goon?, ¿ crees qué eso es justo para Moon?, yo puedo hacerlo, pero ¿y ella?, además se lo debo a los padres de Jimin, eran mis padres también, los amaba con todo mi corazón.
- Te entiendo Nam, es sólo que me preocupa Jimin.
- Yo hablaré con el mañana- le dijo Nam-joon.
- Está bien, pero promete que sí el no quiere seguir...
- No necesito prometerlo Jungkook, nunca lo obligaría, hablaré con Moon al respecto, ella también es una afectaba en todo este lío.
Jungkook se levantó y tras despedirse se fue a su habitación. Necesitaba estar en calma, Jimin ahora lo necesita y mucho.
A la mañana siguiente Jungkook despertó a Jimin con un desayuno que el mismo le preparó, quería regalonearlo y consentirlo.
- Despierta bebé- Jungkook le pasó sus manitos por su cabello despeinado sentándosea su lado- te preparé un rico desayuno.
Jimin estiró sus bracitos y boztezó, luego sonriendo con sus ojitos cerrados aún abrazó a Jungkook atrayéndolo hacia él.
- Mmmm...estás tibiecito y hueles tan rico- dijo Jungkook enterrando su naricita en el cabello de Jimin.
- Quiero siempre despertar así, contigo a mi lado- Jimin metió sus manitos por debajo del polerón de Jungkook recorriendo su espalda con sus deditos.
- Siempre, suena tan lindo. Siempre juntos, siempre amándonos, siempre...mi palabra favorita de ahora en adelante- Jungkook sonrió.
Jimin abrió ahora sus ojitos y lo miró fijamente, Jungkook interpretó de inmediato su mirada.
- Quiero desayunarte a tí primero- le susurró pícaro Jimin al oído.
Jungkook echó su cabeza hacia atrás y lo miró divertido.
- Creo que mi dulce y tierno Humamin se ha convertido en un monstruo depredador de gato- Jungkook le pellizco un cachete.
- Es tu culpa Atún, eres adictivo- Jimin le mordió el cuello- además mi marquita necesita manutención.
Jungkook murió de risa y ternura.
- Creo que tienes razón- Jungkook se largó a reír y tomándolo de las caderas lo giró dejándolo bajo su cuerpo.
Jimin se estremeció por completo con sólo ver a Jungkook acercando su boca a la suya dándole el primer beso del día, un beso dulce y empalagoso, húmedo y caliente, ¿ siempre sería así de intenso?, de algo estaba seguro, nunca pero nunca se cansaría de los besos de Jungkook.
Sólo resta decir que el desayuno se lo comieron un buen rato después, ambos desnudos en la cama tapados sólo con la cobija.
Se alimentaron el uno al otro, dándose uno que otro beso entre café, tostadas y fruta, se sentían tan cómodos y compenetrados en su pequeña burbuja.