JUNGKOOK
Estaba nervioso, no podía tranquilizarme, ¿ en serio ya habían pasado dos años?, tenía miedo de despertar y descubrir que sólo era un sueño.
- ¡ Ya, tranquilízate!- me gritó Yoongi exasperado con mis vueltas- ¡me estás volviendo loco!
- ¿ Yoongi?- lo miré sin hacerle caso- ¿ Cómo diablos voy a saber cuándo Humamin llegué?
- ¡Pfffff!, de seguro te buscará de inmediato, conociendo a ese humano tonto- Yoongi rodó los ojos y chasqueó su lengua.
- ¿ Y cómo?- lo miré sorprendido- Humamin no sabe dónde vivimos ahora.
- Jungkook, Jungkook...¡pero nosotros sabemos dónde vive él!- me gritó perdiendo la paciencia.
Me senté en mi escritorio, tenía mi propia oficina en la fábrica.
- Tienes razón, hoy mismo iremos a averiguar cuando llegan- le dije serenándome un poco.
- ¿ Crees qué sea una buena idea?- me preguntó Yoongi sentándose frente a mí- ¡Ese viejo capaz y nos echa si nos ve!
- Tienes razón- le respondí.
- Siempre la tengo- me respondió el gato ladino.
- Esperaremos a que él no esté y le preguntaremos a alguien del servicio, el jardinero era amable con nosotros- le dije a Yoongi.
- De acuerdo- Yoongi me miró fijamente- ¿ estás contento de volver a verlo?...¡Nahhh!, no me respondas, tu cara lo dice todo.
Yo sólo sonreí como bobo, vería a Jimin, ¡ por fin lo vería!
Por la tarde después de almorzar le dije a Hana que me ausentaría por unas horas y nos fuimos con Yoongi en mi camioneta 4×4 de color verde musgo. La camioneta era una de los pocos lujos que Hana me convenció de adquirir y realmente la amaba.
Esperamos pacientemente hasta que vimos al señor Goon salir de la mansión y recién ahí nos bajamos para acercarnos a la puerta por si divisabamos a alguien.
Por suerte el jardinero estaba trabajando.
- ¡Hey!- le gritó Yoongi haciéndole señas con las manos para que se acercara.
- Buenas tardes, ¿se acuerda de mí?- le pregunté ansioso.
- Ustedes eran los amigos del joven Jimin- dijo rascando su cabeza y mirándonos.
- Sí -le sonreí- queríamos preguntarle sí sabe cuándo regresa.
- La verdad no sé nada de eso- me respondió.
Mis hombros se cayeron desanimándome.
- Pero puedo preguntarle algunas de las muchachas si saben algo- me ofreció sonriendo.
- ¿En serio?, muchas gracias, lo esperaremos aquí- la esperanza volvió a resurgir.
El hombre se perdió hacia el interior y volvió después de unos minutos.
- ¿Supo algo?- le pregunté ansioso.
- Sí. Una de las dos muchachas escuchó, mientras servía la cena, que el señor Goon le decía a uno de sus hombres que que mañana llegarían a Corea, es todo lo que se sabe- me dijo el hombre.
- Muchas gracias, y disculpe la molestia- le dije agradecido.
- De nada muchacho- el hombre se despidió y nosotros nos fuimos a la camioneta.
Regresamos a la mansión, Yoongi parloteando como loro y yo en silencio perdido en mi propio mundo, prácticamente en las nubes de tanta felicidad.
Demás está decir esa noche apenas pude dormir. Me daba vueltas de un lado a otro en la cama ansioso de que llegará el día siguiente. Hana me dijo qué me tomara el día, ella sabía lo importante que era el regreso de Jimin para mí. Obviamente Yoongi fue conmigo al aeropuerto.