JUNGKOOK
Había pasado un año entero desde que Humamin se había ido de Corea. El tiempo pasó rápido y yo me entregué en las manos de Hana para que me enseñara a ser su sucesor, como ella dijo " pequeño para nosotros la universidad es la vida ", eso quería decir que todo lo que necesitaba aprender lo haría sobre la marcha no sentado leyendo libros.
La fábrica de chocolates era enorme y trabajaban sólo híbridos, no sólo de nuestra raza de gatos, si no que había una gran variedad de ellos, y todos convivían y trabajaban en paz y armonía.
Tuvimos, Yoongi al igual que yo, que aprender desde la preparación básica de un chocolate hasta que salían de la fábrica para su venta, también a llevar las cuentas y administrar la fábrica, en tan solo un año había adquirido más conocimientos que en toda mi vida anterior.
Hana me enseñó el secreto para hacer invisibles mis orejas y cola de gato, esto era necesario porque debía hacer negocios y transacciones con humanos, que debían mantenerse en la ignorancia de mi condición de híbrido, sólo los gatos de raza negra tenían esta cualidad, por esa razón generalmente eran líderes en su raza.
Ahora vivíamos en la mansión de Hana, teníamos unas acogedoras y bonitas habitaciones, no teníamos que preocuparnos por la comida, cosa que a Yoongi lo hacía muy feliz, tenía galletas a su libre disposición a la hora que se le antojara.
Por las noches, que se me hacían eternas, ahora que Humamin no dormía conmigo, empecé a entrenar en un gimnasio donde Tae iba, el ejercicio me vino de perillas para terminar agotado y dormir, el poco rato que lo hacía, como un lirón.
El ejercicio cambió mi cuerpo delgado y escuálido por uno tonificado y con músculos firmes y marcados, ahora mi imagen ya no era la de un muchachito, me veía como un hombre saludable y bastante apuesto, aunque en mi interior seguía siendo el mismo gato que extrañaba como un loco a Jimin.
Yoongi también tenía mejor estado físico, no por hacer ejercicio porque eso para él era una aberración, recuerden que su hobby favorito es estar acostado comiendo galletas, bueno su evolución a nivel físico se debía a que se la pasaba arrancado de Tae.
Sí, Tae estaba empeñado en hacer caer al gato pulgoso, se había enamorado a primera vista de mi amigo, cuando íbamos al gimnasio su tema favorito era Yoongi, de lo tierno que era, ¿ pueden creerlo?, en fin el amor hace que las cosas se vean con otros ojos, de lo blanquita y lisita piel que tenía, de sus pequeños dientecitos que eran adorables, en fin parece que Tae se había dedicado por completo a observarlo y perseguirlo.
Yoongi por su parte, como ustedes también saben, era reacio al tema del amor, de sólo pensarlo se estremecía, así que se la pasaba corriendo para evitar a Tae, corría en la fábrica, en la mansión, por los jardines, sentía terror de pensar que Tae lo atrapará, yo y Hana sólo nos divertíamos viendo los aprietos del gato pulgoso, además con este incentivo por lo menos Yoongi se ejercitaba.
A diferencia de lo que Hana había previsto, seguía sintiendo el lazo con Jimin, esto me tranquilizaba porque así sabía que estaba bien y feliz, creo que si el lazo se hubiera disuelto mi estado de ánimo sería desastroso.
Otra cosa extraña que sucedió es que no he vuelto a tener mi celo, Hana dice que debe ser por la separación con Jimin, aunque ella me dijo que en realidad no tiene mucha información sobre cómo se dan las cosas cuando un híbrido marca a un humano.
Así transcurrían los días, uno tras otro.
También tenía un secreto...los fines de semana me escapaba sin decirle a nadie a mi castillo. Ni siquiera Yoongi pudo descubrirlo por más que lo intentó. Esos dos días eran míos, sólo míos y no quería a nadie conmigo.
Cuando llegaba al castillo me sentía relajado y feliz, podía sentir a Humamin ahí conmigo, la cama todavía guardaba su olorcito y todo en el lugar me lo recordaba. Encontré una vieja polera de Jimin y dormía con ella pegadito a mi pecho, esos dos días dormía toda la noche sin ningún problema. El castillo era especial, pobre y cayéndose a pedazos, pero había sido mudo testigo de mi amor por Jimin, así que lo seguiría visitando y manteniendo limpio y ordenado, porque simplemente no podía alejarme de aquel lugar.
Yoongi también se enteró, porque yo se lo conté, que había marcado a Jimin, casi me dejó sordo del grito que dio. Me dio un buen regaño mientras caminaba de un lado a otro jalándose los pelos.
- ¡ Se lo dije a ese humano porfiado y terco!¡le dije que te dejara solo!- gritó Yoongi.
- No fue su culpa...- Yoongi no me dejó terminar.
- ¿ Y tú gato tonto y descerebrado?,¿ en qué estabas pensando?, ¡ mierda!, ¡Jimin es un humano!- Yoongi me apuntó con el dedo- ¿sólo...sólo lo mordiste?, ¿verdad?
Yo ya tenía miedo que le diera un paro cardíaco de lo rojo y agitado que estaba.
- Sí, sí, sólo lo mordí Yoongi- le dije rápidamente para que se calmara.
- ¡ Y ese humano traidor no dijo nada!- Yoongi volvió a sulfurarse.
- El no sabía nada de lo que eso significaba...seguro pensó que sí te lo decía lo ibas a regañar y de paso a mí por haberlo lastimado.
- ¡ Siempre lo supe!, ¡ ustedes juntos son un desastre!- despotrico Yoongi- ¿ Jungkook?- se acercó y me tomó de los hombros para acercar su cara a la mía.
- Tú...tú...¿ estás enamorado de Jimin?, ¿ te enamoraste de un humano?- al decirlo Yoongi se estremecía.
- Bueno, yo no lo sabía, tu hablaste de polillas en la panza, y yo con Jimin sentía ratones, me daba vergüenza preguntarte porque mi corazón se aceleraba cuando lo tenía cerca, yo no sabía que eso era estar enamorado...
Yoongi me soltó y se sentó a mi lado por fin más calmado.
- Yo era el adulto Jungkook, debí darme cuenta, la manera en que se buscaban apenas se alejaban, la forma en que se miraban como si sólo existieran ustedes...¿ Te arrepientes de haberlo marcado?- me preguntó Yoongi.
- No. Mi amor por Humamin no tiene límites...pero si siento haberlo hecho sin su consentimiento, él no lo eligió, ni siquiera sabe porque lo mordí- baje mi cabeza apenado.
- Sé que soy gruñón, flojo e insoportable...pero tú y Jimin son mi familia. No te culpes, se que sí Jimin hubiese podido decidir...el mismo se habría encajado tus dientes- Yoongi sonrió abrazándome.
- ¿ De verdad piensas eso?- le pregunté a punto de llorar.
- Sí de algo puedes estar seguro, es que ese humano te ama con cada parte de su ser.
Ahora sí que me puse a llorar, abracé fuertemente a Yoongi, sus palabras habían logrado traer paz y calma a mi atormentado corazón.