Narra Alesandro
En cuanto abrí la puerta, el humo y el olor a quemado me llevaron a pensar en lo peor. Corrí a la cocina, había un sarten con algo que parecía ser un huevo muy quemado. Cuando agarré la sarten para quitarla del fuego, me quemé la mano.
── Joder ──Apagué el fuego y abrí la ventana mientras tosía. Enojado, fui a la habitación de Oliver. Pero no estaba, así que fui al baño, tampoco, escuché ruido en la puerta que había al lado, cuando la abrí, lo encontré de rodillas delante de la lavadora mientras miraba una de mis toallas que antes de ser rosada, había sido blanca── ¡Eres un inútil! ──Se sobresaltó y me miró── ¡¿Cómo coño dejas una maldita sarten al fuego si no le estás prestando atención?! ──Le arrebaté la toalla de la mano── ¡La ropa blanca no se mezcla con la de color! ──Se la lancé── ¡Si no llego a tiempo lo más probable es que encontrara mi casa quemada contigo adentro!
Me miraba con los ojos llenos de lágrimas. Pero eso no me importó, mi enojo superaba cualquier cosa.
── No vuelvas a tocar nada ──Dije molesto y fui a mi baño. Después de buscar un momento, encontré una pomada para las quemaduras. La cogí y fui al salón.
Me la puse y me recosté en el sofá.── Lo siento, yo solo quería ayudar ──Lo miré── Por eso traté de limpiar.
Suspiré y me senté.
── Valoro que tu intención haya sido ayudar, pero está claro que no estás hecho para nada que tenga que ver con una casa. No vuelvas a hacer nada, contrataré a una mujer para que venga a cocinar y a limpiar, así podrás comer bien.
── Siento que por mi culpa tengas que pagarle a alguien.
── Ya da igual ──Resoplé y volví a tumbarme── Tú céntrate en estudiar.
Segundos después, escuché que cerró su puerta.
Después de descansar un rato y que el enojo disminuyera, me dí una ducha y llamé a mamá.── No sabe hacer nada, y cuando intenta hacer algo, lo jode todo.
── Hijo, entiendo que estés molesto, pero Oliver toda su vida solo se ha dedicado a estudiar, su madre se encargaba de todo en la casa, es normal que él no sepa hacer nada.
── Ya, bueno, contrataré a una mujer para que venga a limpiar y a cocinar, porque a este paso solo se alimentará de sándwich y me quemará la casa ──la escuché suspirar.
── Dentro de unas semanas, cuando él se encuentre mejor, le ofreceré que venga a vivir aquí, así podrás volver a tu vida.
── Bien. Hablamos otro día, estoy cansado por el viaje.
Cuando ella se despidió, colgué.
Como había estado en la asamblea, tenía el resto de la semana desocupada para poder descansar. Aunque en realidad eso no era así, ya que en casa tenía que revisar los historiales de mis pacientes.Al día siguiente desperté a las once. Después de cepillar mis dientes, salí en calzoncillo a desayunar, suponía que Oliver no estaba porque muy temprano lo escuché cerrar la puerta.
Me serví cereal con leche y me senté a ver la televisión.
Cinco minutos más tarde o así, escuché la puerta, fruncí el ceño y miré hacia el pasillo.── Oliver ──Dió un pequeño brinco, lo había asustado── Disculpa si te asusté. ¿Qué haces aquí si apenas son las once?
── Estuve intentando que me dejaran entrar a la universidad, pero como no he ido desde la muerte de mis padres, no me dejaron pasar.
── ¿Por qué razón? ──pregunté molesto── ¿Es que esa gente no sabe que murieron tus padres?
── Solo me dejarían entrar si llevo un justificante médico ──Suspiró y agachó la cabeza── Perderé la beca y el trimestre. De momento, buscaré un trabajo para poder ayudarte. Ya retomaré la carrera el año que viene.
── ¿Solo necesitas un justificante médico? ──Me miró.
── Sí.
── Entonces no hay problema, yo soy doctor, puedo hacerte el justificante, tu solo dime los días que tengo que poner.
── ¿De verdad? ──Me miró con un brillo en los ojos. Sonreí.
── Sí.
Dejé la fuente con los cereales en la mesa que estaba delante del sofá y me acerqué a la mesa que estaba llena de papeles.
── Acércate.
── ¿Es que no tienes frío? ──Preguntó mientras se acercaba.
── No.
Cogí uno de los papeles del hospital que llevan mi nombre.
── Dime tu nombre completo y los días que tengo que poner.
En cuanto apunté todo, firmé el papel y le puse el sello del hospital.
── Listo, con esto te dejarán regresar a las clases ──Cogió el papel y lo miró un momento, luego me miró a mí, fruncí el ceño al verlo con los ojos llenos de lágrimas── ¿Qué pasa? ──Y sin más me abrazó. Yo me quedé sin moverme, sin devolverle el abrazo.
── Gracias, gracias y mil gracias ──Se separó y me miró── No quería perder la beca ni el trimestre. Te agradezco mucho que hayas hecho esto.
── No es nada, solo céntrate en la carrera, no quiero que trabajes, esta casa es mía, no hay que pagarla y yo tengo un sueldo muy bueno. Así que como solo te dedicarás a estudiar, espero que apruebes todo ──Dije regresando al sofá.
── Te prometo que aprobare todo.
── Bien, ahora regresa a la universidad.
── Sí.
Prácticamente salió corriendo de casa. Sonreí.
Cogí el ordenar y empecé a buscar a una empleada para que viniera diariamente a hacer las cosas de casa.
Encontré la información de una que tenía opiniones muy buenas, así que decidí llamarla.Sobre la una, cuando tocaron la puerta, fui. Yo ya me encontraba duchado y con una ropa cómoda.
Al abrir la puerta, me encontré con una mujer de cuarenta años, pelo negro al igual que sus ojos.── Un gusto conocerlo señor Alesandro.
── El gusto es mío señora Leti, pase por favor.
Le expliqué que tenía que entrar a trabajar por las mañanas, para que pudiera hacer el desayuno, también que tenía que hacer de comer y limpiar la casa.
Luego de que acordamos lo que le pagaría, empezó a limpiar. Yo le tendría el contrato listo para el día siguiente.
Mientras ella limpiaba, yo trabajaba.
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Aceptando lo que sentimos (Yaoi)
Romancesolo pasen a leerla y listo🤗🥰 Créditos reservados al dueño de la foto. Novela 100% mía, PROHIBIDA su copia.