Capítulo 56

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Narra Alesandro

Oliver seguía enojado conmigo, habían pasado varios días desde aquella noche y seguía igual. Yo también estaba enojado con él porque lo había encontrado hablando con el imbécil del vecino en el portal, otra vez.

── ¡Hola! ──Saludó Patrick cuando abrí la puerta.

── Hola ──Saludé sin mucho entusiasmo.

Frunció el ceño.

── ¿Siguen enojados?

Asentí y señalé a Oliver que estaba sentado en la mesa con un libro delante.

── Tu amigo ya no me ama, estoy empezando a hacerme a la idea ──Oliver levantó la cabeza y nos miró. Me miró a mí unos segundos y luego miró a Patrick.

── Mueve ese culo y ven a sentarte, necesito que terminemos ese trabajo ya ──Le dijo molesto. 

── No me gusta nada cuando ustedes dos están enojados, pagan su furia conmigo.

── Cállate ──dijimos Oliver y yo a las vez.

── Miedo me dan, así que me voy a mantener calladito.

Se sentó en frente de Oliver. Yo busqué mi maletín de trabajo y regresé donde estaban ellos.

── Ya me voy a trabajar, no sé a qué hora regresaré.

── Ajá ──Dijo sin levantar la vista de sus apuntes. Fruncí el ceño todavía más molesto, me estaban dando ganas de estrangularlo.
Salí de casa sin decir nada más. Hacía dos días había empezado a trabajar en un hospital nuevo, las condiciones eran mejores que en el anterior y de momento no tenía nada de qué quejarme.

── Hola ──saludó ese pesado cuando el ascensor llegó a la planta baja y abrió sus puertas mostrándolo a él.

── Hola ──dije sin prestarle mucha atención y salí pasando por su lado.

── ¿Sigue enojado contigo?

── ¿Perdón? ──Me giré a verlo. Dudaba mucho que Oliver le contara a él sobre nuestra vida ya que era un total desconocido, solo nuestros amigos sabían lo que pasaba con nosotros, así que no entendía de qué hablaba.

── Es obvio que están enojados ──Sonrió── Tú sigue así, haciendo lo que sea que estés haciendo para mantenerlo enojado, yo me encargaré de quitarle el enojo ──Guiñó un ojo.

── ¡Puto bastardo! ──Le solté un puñetazo. Ni siquiera se molestó en devolver el golpe, solo se limpio el labio mientras sonreía, subió al ascensor sin decir nada más── Hijo de su puta madre.

Miré mi reloj, quería subir a hablar con Oliver sobre lo que acababa de pasar, pero no tenía tiempo, si lo hacía, llegaría tarde a trabajar.

Narra Oliver

Abrí la puerta cuando tocaron, Patrick venía detrás de mí.

── Oh, Dayton, ¿qué te ha pasado?

── Tu novio me propinó un puñetazo solo porque le pregunté por ti, quería saber si estabas bien, como últimamente lo he visto a él muy cabreado, me temo que pueda descargar su rabia contra ti, no me gustaría que te golpeara.

(...)

── ¿Oliver? ──Lo escuché preocupado. Fruncí el ceño y me puse de pié. En cuanto entró al salón, lanzó su maletín al sofá y se acercó a mí── Dayton ──Lo interrumpí.

── Lo golpeaste.

Su decepción fue evidente, era una mezcla con rabia.

── ¿Qué te dijo ese imbécil? Yo lo golpee porque fue tan descarado de decirme que se ocupará de quitarte el enojo. Te juro que cualquier otra cosa que haya dicho para hacerme quedar mal, es mentira, yo no ──lo interrumpí.

── Sé que tú no lo hubieses golpeado si no te hubiese provocado ──su semblante se relajó un poco al escucharme── No voy a creer en alguien que ni siquiera se quien es, menos si lo que quiere es meterse en mi relación, además, quiso hacerte parecer  peligroso para mí diciendo que temía que pudieras descargar tu rabia contra mí golpeándome, y yo sé que eso no pasará nunca.

Soltó un suspiro de alivio y sonrió.

── ¡Exacto! ──habló Patrick terminando de tragar su trozo de pizza, ambos lo miramos── Luego de que dijo esa barbaridad, Oliver le dió un puñetazo, ¡lo mejor que he visto en mi vida! ──Dijo emocionado── Después le dijo que no volviera a hablar mal de su hombre ──Mordí mi labio con vergüenza. Asesiné a Patrick con la mirada por abrir ese pico. Sonrió y miró a Alesandro, yo me negaba a mirarlo── Y por último, yo lo llamé arrastrado mentiroso y le cerré la puerta en la cara. Eso es todo ──Cogió otro trozo de pizza y volvió a mirar la televisión.

── Llevas toda la tarde aquí, lárgate ya ──Hablé con la cara como un tomate.

── Paso ──Habló con la boca llena sin ni siquiera girarse a verme── creo que me quedaré esta noche, ya es muy tarde.

── Estúpido ──susurré.

Una corriente recorrió mi cuerpo cuando su mano toco mi piel. Me tomó por la barbilla para que lo mirara, estaba sonriendo.

── Soy tu hombre, no tienes que ponerte así de vergonzoso.

Agaché la vista.

── Ni siquiera debería decir así como así que eres mi hombre, no después de que me enojé contigo por lo del bar, ha sido muy inmaduro de mi parte, los celos me cegaron. Solo con mencionarme el bar, te imagino con otros hombres y eso me vuelve loco.

Terminó de acercarse a mí, me abrazó por la cintura y pegó su frente a la mía.

── La culpa de esos celos es mía por haber ido a ese jodido bar después de prometerte que no volvería a ir. Ahora bien, no puedes armarme esas escenas de celos, ignorarme y tratarme mal solo porque tu imaginación pensó cosas que no pasaron y que te dejé claro que no hice.

── Lo sé ──suspiré── Ayúdame, no quiero ser así contigo, no quiero dañar esto.

Sonrió.

── Nos ayudaremos mutuamente hablando las cosas cuando pasan, sin sacar conclusiones por nuestra cuenta y diciendo las cosas que nos molesten, ¿sí?

── Sí.

── Bien.

Ambos sonreíamos. Se acercó a mí boca y rozó nuestros labios.

── Cuando empiece, no podré parar ──susurró buscando mis labios── Son varios días sin tocarte, no me conformaré con unos besos.

── Yo no voy a querer que pares.

Sonrió de una forma muy sexi. Llevó su mano a mi nuca y terminó de pegar nuestras bocas.
Yo pasé mis brazos por su cuello.
Cuando sujetó mis piernas di un pequeño salto, me cargó y caminó conmigo hacia la habitación mientras nos besábamos.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora