Capítulo 20

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Narra Oliver

En cuanto entré al salón, ambos me miraron. Me había puesto un pantalón de dormir y una de las sudaderas de Alesandro. A este paso, lo dejaría sin sudaderas.

── ¿Mejor? ──Preguntó Alesandro. Asentí y me acerqué. Él estaba sentado en medio── ¿Quieren que veamos alguna película?

── ¡Sí! ──Patrick le arrancó el mando de la mano. Negué sonriendo.

── Iré a hacer palomitas mientras deciden la película ──Dije.

A los minutos de estar a la cocina, entró Alesandro y abrió la nevera.

── Dijiste que mañana no trabajas, ¿cierto?

── Así es.

── Entonces espero que me dejes dormir plácidamente ──Sonrió mientras servía zumo en tres vasos.

── Me encanta verte dormir, pareces un bebé.

── No te burles de mí.

── No me burlo, te estoy diciendo que me encanta ──Guardó el zumo y sacó una tarrina de helado de chocolate de la nevera, me acerqué rápido a él, pero fue más listo y levantó el brazo, obviamente yo no le llegaba porque es más alto── No te la iba a traer pero esa foto que me enviaste terminó ganándose mi corazón ── Mis mejillas se pusieron rojas. No debí mandarle esa foto── Te la iba a dar cuando llegué, pero estabas jugando el juego ese de mesa con Patrick.

── Ahora mismo este helado es más importante que cualquier otra cosa. Dámelo ya.

── ¿Estás seguro de que quieres helado? Gatito, hace frío, no quiero que te resfríes.

── Duermo contigo que siempre me das calor ──Sonrió. No debí decir eso── Dámelo, no me hagas rogarte.

── Si le llegas, te lo doy.

Lo observé con los ojos achinados. Ese helado iba a ser mío.
Salté sobre él, que enseguida me sujetó con su otro brazo. Rodee su cintura con las piernas, su cuello con un brazo y levanté el otro hacia el helado.

── No seas malo Alesandro ──Lo miré. Entonces nos quedamos así. No sé qué pasó, pero de repente el helado había perdido importancia.
Estábamos muy cerca. Ahora él tenía la cara levantada hacia mí porque yo estaba un poco más alto. Nunca lo había visto tan de cerca y eso que muchas veces lo he visto dormir de cerca.
Su pelo negro se encontraba todavía húmedo por la ducha que se había dado, sus ojos marrones me miraban atentamente. Bajé un poco más la vista. Sus labios carnosos y rosados se encontraban un poco entreabiertos. Ahora no podía apreciar los preciosos hoyuelos que se le forman cada vez que sonríe y que he descubierto que me gustan.
Pasé la lengua por mis labios y me acerqué a su boca. En cuanto los rocé, cerré los ojos.

── ¡Las palomitas por Dios! ──Me separé de inmediato antes de terminar de pegar nuestros labios.

── Yo...Lo siento, no sé qué me pasó ──Me bajé de encima suyo y lo miré apenado── No quiero hacerte creer lo que no es. No te enojes conmigo y no cambies tu forma de tratarme, por favor.

Me dedicó una sonrisa muy bonita, dejó el helado en la encimera y me abrazó a él. Le devolví el abrazo y apoyé la cara en su pecho.

── No te preocupes, no cambiaré y no estoy enojado. Pero sinceramente, odio a Patrick.

Sonreí.

Se separó un poco, tomó mi cara con ambas manos y besó mi frente.

── Te quiero gatito.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora