Aceptando lo que sentimos (Yaoi)

Capítulo 30

Narra Oliver

Llevábamos rato en su coche cuando su móvil, que estaba enganchado en el salpicadero, sonó y se encendió la pantalla.

¿Esta noche en el hotel de siempre?

Leí el mensaje que le había enviado Arthur. Miré a Alesandro, que me miró un momento y luego volvió a mirar la carretera.
El estómago empezó a dolerme por pensar en ellos dos juntos.
Empecé a plantearme si estaba haciendo bien en intentar algo con él. Cuando no está en casa por las noches, está con el estúpido de Arthur, en un hotel, y a eso no hay quien le gane.
Intenté tragar el nudo que se me había formado en la garganta, pero nada, imposible.
Sentía que me estaba asfixiando, así que bajé la ventanilla y el frío azotó mi cara.
Cerré los ojos e intenté relajarme un poco.

── Oliver...──Lo interrumpí──:

── ¿Están intentándolo de nuevo? ──Logré preguntar── Porque si es así, yo simplemente estoy haciendo el ridículo ──Me tembló la voz.

Él suspiró.

── Con Arthur no volveré nunca más. Solo nos acostamos.

── Ah, que bien ──resople y miré hacia fuera.

── ¿Qué querías que hiciera, Oliver? ──Lo miré── Tú dijiste que no querías nada conmigo, obviamente yo iba a seguir con mi vida a pesar de tener el corazón roto. No me enorgullece para nada acostarme con él, porque solo lo he estado utilizando porque me siento mal.

O sea, por mi culpa. Por mi culpa se estaba acostando con él porque yo le he hecho daño.
Agaché la cabeza con los ojos llenos de lágrimas.

── Lo siento, esto es por mi culpa, por estar confuso. No quería hacerte daño.

── Está bien. Pero ahora soy yo él que te está haciendo daño a ti ──Suspiró. Me tomó de la barbilla para que lo mirara. Fue entonces cuando me dí cuenta de que el coche ya estaba aparcado── ¿Ya te vas a rendir?

Nos quedamos mirando un momento. Finalmente negué con la cabeza.

── Ni hablar ──Dije── Lucharé por ti hasta con las uñas si hace falta, pero tengo claro que no dejaré que Arthur se quede contigo ──Sonrió y acarició mis mejillas.

── Quiero ver a mi gatito en acción.

Sonreí, hacía semanas que no me llamaba así.

── Pues lo que verás es un león si intentan quitarme lo mío.

── ¡Vaya! ──Dijo sorprendido── Eso no me lo esperaba.

Me quité el cinturón y acerqué mi cara a la suya.

── Vas a ser solo mío, como tendría que haber sido desde el principio ──Me acerqué y lo besé. Sonrió cuando nos separamos── ¿Entramos ya? Tengo hambre.

── Por supuesto.

Luego de coger su móvil, bajamos del coche. Mientras me acercaba a él, estaba escribiendo algo. Cuando terminó, me miró. Sonreí y tomé su mano.
Una vez dentro, elegimos un restaurante para comer.

── Pero yo quiero pagar ──Me quejé.

── Oliver, guarda el dinero que tienes para cosas más importantes.

── Esto para mí es importante.

Nos quedamos mirando hasta que sonrió.

── De acuerdo, tú pagas la comida, pero yo pagaré todo lo demás.