Capítulo 63

44 6 3
                                    

Narra Alesandro

Luego de meternos en la cama, continuó llorando. Yo lo tenía abrazado a mí, calmándolo.
Desde que había escuchado a mi madre, me estaba volviendo loco, pero no podía demostrarlo delante de Oliver, tenía que ser fuerte por él, por los dos.
Finalmente logró dormirse horas más tarde, cuando estaba amaneciendo.

── ¡Hola!

Mi corazón saltó cuando escuché su vocecita. Abrí los ojos y sonreí un poco, estaba intentando subir a la cama. Lo ayudé.

── Hola cariño.

── Hola papá ──Se tumbó encima de mí y me dió besos en la cara.
Pensar en que esto dejaría de pasar, me paró el corazón.
Cuando miré a mi lado, fue más doloroso aún, Oliver nos miraba con los ojos llenos de lágrimas.

── Papi ──Se lanzó sobre Oliver, enseguida frunció sus cejitas── ¿Por qué lloras? No me gusta verte llorar.

Oliver lo abrazó.

── No es nada, cariño. Estoy bien.

Tuvimos que hacer un esfuerzo descomunal para bajarnos de la cama. Todo lo hicimos en silencio, cada uno metido en sus pensamientos.
Ví lo rígido que se puso su cuerpo cuando tocaron el timbre. Nos quedamos mirando un momento. Finalmente asintió y se acercó a mí, acuné su rostro con mis manos y besé su frente.

── Cariño, ven aquí ──Dejó sus juguetes y se acercó, cuando lo cogí en brazos, fuimos los tres hacia la puerta. Oliver venía sujetado a mi brazo. Logré sonreír un poco cuando abrí la puerta── Hola mamá, papá.

── Hola cielo ──me besó la cara, abrazó a Oliver que ni siquiera se movió y luego se centró en el niño── ¡Vaya! Pero mira que grande estás ya, ¡si solo han pasado unos meses!

Lo cogió de mis brazos y pasó dentro.

── Hola hijo ──Me dió un abrazó y miró a Oliver── Dime que sigues controlándolo ──Pidió sonriendo. Oliver, aún agarrado a mi brazo, sonrió un poco.

── Obviamente, aquí mando yo.

── Era lo que quería oír ──Me miró y me sacó la lengua.

── Papá, ¡por Dios! Eres un hombre mayor, no seas infantil.

── Y tú no seas tan viejo, hijo ──Dicho eso, sé fue hacia el salón.
Miré a Oliver, me miró con los ojos cristalinos. Me giré completamente hacia él y pegué mi frente a la suya.

── Se fuerte, por favor.

── No puedo, literalmente nos están quitando una parte de nuestra vida, una parte demasiado importante.

Suspiré.

── Confías en mí, ¿no?

── Ciegamente ──dijo sin dudar, lo que me hizo sonreír.

── Bien, entonces estate tranquilo, no es bueno que el niño nos vea así.

── Tienes razón.

Lo tomé de la mano y fuimos al salón, nos sentamos uno al lado del otro, en frente de mis padres.
Acaricié sus nudillos con mi pulgar cuando apretó un poco mi mano.

── ¿Qué tal estos meses con Isaak? ──preguntó mamá mientras jugaba con él.

── Bien, nos hemos adaptado en seguida, y él también.

── Ya veo ──Dijo sonriendo y miró una pequeña parte del salón que habíamos organizado específicamente para sus juguetes, era su esquina, su zona de jugar, donde en el suelo tenía un puzzle de goma Eva para no hacerse daño en sus caídas, ya que una vez nos llevamos un susto muy feo, Isaak se había caído del sofá mientras jugaba, por suerte no se hizo mucho daño, más que un pequeño golpe en la frente. A Oliver se le ocurrió la idea del puzzle, y fue muy buena, porque desde entonces, Isaak cada vez que se cae, no se hace daño.

── Logramos que Jairo quede completamente excluido de su vida, es mi hermano, pero no le hace nada bien al niño ──Habló papá. Sé lo mucho que le duele, en su momento, a parte de ser hermanos, eran mejores amigos, esto le afecta mucho.

── Eso es bueno ──hablé.

── ¿Prepararon sus cosas? No podemos quedarnos mucho tiempo. Ya hemos mirado un nuevo colegio para Isaak ──Oliver pegó su frente en mi brazo. Cerré los ojos y suspiré. Por supuesto que habíamos preparado sus cosas, fue una de las cosas que más nos costó, Oliver no dejaba de Llorar.

── ¡Yo no quiero irme! ──Oliver se despegó de mí y yo abrí los ojos, sorprendido. Isaak se acercó corriendo y se puso en medio de los dos── Papá, ¿ya no me quieres? ──mis ojos se llenaron de lágrimas. Miró a Oliver── ¿Tú tampoco me quieres, papi?

A excepción de mí, Oliver rompió a llorar. Cargó a Isaak y lo sentó en sus piernas.

── Te amamos cariño ──Le dijo. Isaak se abrazó a él y yo los abracé a los dos.

── Mamá ──hablé. Ella nos estaba mirando con los ojos llenos de lágrimas.

── ¿Por eso estaban los dos así cuando nos abrieron? ¿Con los ojos llorosos? ──Asentí── Les ha cogido tanto cariño y se siente tan cómodo con ustedes que los ve como sus padres.

── Caroline déjalos ──Habló papá. Mamá negó con la cabeza.

── Tenemos que pensar en esto ──Se puso de pié, papá también── Nos llevaremos a Isaak a dar una vuelta ──Isaak no se quería despegar de Oliver── Cariño, luego volveremos a traerte ──Me miró preocupado. Le sonreí para que finalmente se soltara de Oliver.
En cuanto se marcharon, rompió a llorar más fuerte, esta vez, yo tampoco pude aguantar más y lloré. Lloré como aquella vez que Oliver me había rechazado en que ella cafetería, sentía mi corazón igual. Roto en mil pedazos.

Cuando logré calmarme, lo ayudé a él. Finalmente se quedó dormido. Lo acomodé en el sofá y lo tapé.
Mientras hacía la comida, algunas cosas se me quemaron porque se me iba la cabeza todo el rato, solo pensaba en el niño.
Regresé al salón y me senté a su lado.
Luego de despertarlo, estuve insistiendo mucho rato con la comida hasta que logré que comiera varias cucharadas.

El resto de la tarde estuvimos sentados en el salón, abrazados mientras veíamos la tele, aunque en realidad no le prestábamos atención.

Entrada la noche, nada más sonar el timbre, los dos nos pusimos alerta.
Nos pusimos rápidamente de pié. Lo sujeté de la mano deteniéndolo.

── Si se lo quieren llevar, no podremos hacer nada, teníamos su custodia temporal, pero al ellos estar aquí, ya no tenemos nada.

── Lo sé ──Habló bajo. Cerró los ojos y suspiró── Vamos.

Una vez en la puerta, nos miramos un momento antes de abrir. Cuando asintió abrí.

── Hola. Aquí tienen a su hijo ──Se lo pasó a Oliver, que con manos temblorosas lo cogió── No ha hecho más que estar preguntando por ustedes durante toda la tarde.

── Hola papi ──Abrazó a Oliver por el cuello, él lo abrazó fuerte.

── Mamá, ¿entonces...?

── Es vuestro ──Dijo sonriendo. Esa sola palabra me devolvió sangre al corazón. Miré a Oliver, que ahora lloraba, pero de felicidad── Mira lo feliz que es gracias a ustedes, que ahora son su familia.

Miré a papá.

── Papá, ¿tú estás de acuerdo?

── Por supuesto, hijo ──Dijo sonriendo── Lo estoy desde que él corrió hacia ustedes. Está mejor aquí, en Alemania sé que su padre terminará buscando una forma de verlo sí o sí.

── Muchas gracias ──los abracé a los dos── Les prometemos que nunca le faltará nada y que será el niño más feliz del mundo.

── No nos cabe duda cariño.

Al separarnos, Oliver me dió al niño para enseguida abrazar a mamá.

── Gracias, estará muy bien cuidado con nosotros.

── Lo sé, cielo, lo sé. Hemos hablado con un abogado que ya se está encargando de los papeles para que ustedes queden registrados como sus únicos padres. Dentro de tres días firmaremos los papeles.

Ambos sonreímos.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora