Capítulo 31

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Narra Alesandro

Estábamos en el cine, concretamente en la parte donde venden la comida y las entradas para ver la película. Ya habíamos elegido una de miedo. Yo estaba comprando las palomitas y Oliver se encontraba un poco lejos de mí, eligiendo chuches.
Lo miré divertido, parecía un niño todo indeciso sin saber cuál elegir. Miré hacia delante porque me tocaba pagar, entonces me dí cuenta de que el cajero miraba hacia un lugar en concreto con una sonrisa de tonto, miré hacia donde miraba, ni siquiera me extrañó que estuviera mirando a Oliver.
Cuando aclaré mi garganta, me miró y se disculpó.

── Cariño ──Sonreí cuando lo escuché, así que lo miré. Mientras se acercaba, me mostró la bolsa transparente con una de esas sonrisas que usa cuando quiere algo── No te niegues, por favor ──Abrazó mi brazo y me miró. Sonreí más.

── No me negaré bebé, ¿quieres algo más?

── No. ¿Cogiste coca-cola?

── Sí.

── Entonces no falta nada más ──Dejó la bolsa con las chuches en el mostrador, delante del cajero, ambos lo miramos. Él dejó de mirarnos y continuó cobrando.
Cuando pagué, fuimos por el pasillo mirando los números de las salas── ¿Es homofóbico? ¿Por eso te miró así de mal cuando pagaste? ──Lo miré sonriendo y negué con la cabeza. Lo tomé de la mano cuando encontré la sala que nos tocaba.

── Es que le gustaste.

── ¿Qué? ──Se detuvo, lo miré── ¿Yo le gusté?

── Así es, debió darle envidia. Eres muy guapo Oliver, y aunque ni siquiera te des cuenta, también eres muy tierno. Eso llama la atención de cualquiera.

Mordió su labio con una sonrisa y se acercó un poco más a mí.

── ¿Por eso llamé tu atención?

── No sólo influyó eso, también influyó el hecho de que contigo siento conexión, ya te había dicho que es algo raro de explicar, el caso es contigo me siento diferente, como nunca antes me había sentido con nadie más.

── Me pasa justamente igual. Cuando estoy contigo, el corazón se me acelera ──Sus mejillas se pusieron rojitas── Tú me gustas mucho, Alesandro.

Sonreí.

── Lo sé, y eso me encanta ──Lo besé. Nos separamos por un aclaramiento de garganta. La señora que claramente trabaja ahí, nos miraba con una sonrisa mientras tenía la mano tendida hacia nosotros.

── No quería interrumpirlos, pero la película ya va a empezar. ¿Me dan las entradas, por favor?

── Por supuesto ──Se las di.

── ¿Puede tomarnos una foto? ──Pidió Oliver. Sonreí y lo miré, luego a la señora.

── Por supuesto.

Él le dio su móvil. Ya no había nadie en el pasillo.
Nos alejamos un poco y dejamos las cosas en una mesa que había cerca. Él me abrazó por la cintura y levantó la cara para verme.

── Bésame ──Pidió.

── Me pone cachondo que me des órdenes ──Sonreí porque sus mejillas se pusieron más rojas. Dejé una mano en su mejilla y me acerqué a su boca. Cerró los ojos en cuanto uní nuestros labios.

── Listo ──Dijo la señora. Él se separó de inmediato de mí todo avergonzado por lo que yo había dicho, cogió las chuches y se acercó a la señora.

── Muchas gracias ──Le dijo. Sonreí y lo seguí.
Nos tocaba casi al final del todo, la sala estaba completamente llena y estaban con los anuncios.
Una vez sentados, pusimos los móviles en silencio. Lo miré, me miró de reojo, sonreí todavía más y me acerqué.

── ¿Cuándo me veas desnudo también te pondrás así?

── Cállate ──Me golpeó el hombro sin hacerme daño. Sonreí y lo tomé de la barbilla para que me mirase.

── Que esto te de vergüenza, hace que todo sea más interesante ──Le dí un beso pequeño y me acomodé bien en la butaca.
A mitad de la película, sentí su mano en mi muslo, lo miré, en cuanto dió con mi mano, entrelazó sus dedos con los míos. Sonreí.
Cuando terminó la película, eran las siete de la noche.
Cogí la bolsa con las sudaderas que me había comprado y salimos de ahí. Él venía comiendo chuches detrás de mí. Me giré a verlo porque venía muy lento, venía entretenido viendo los carteles de las demás películas, estaba tan entretenido que chocó conmigo.

── Lo siento.

Negué con la cabeza.

── ¿Qué quieres qué cenemos?

── Mmm ──Me tomó de la mano y tiró de mí── Antes ví un restaurante de sushi, ¿podemos, por favor?

Sonreí.

── Claro que podemos.

Mientras cenábamos, comentamos la película y nos reímos de varios gritos que habían hecho algunas personas, estaba más que claro que esos no iban a dormir esa noche por culpa de la película.

── Gracias por haber estado conmigo hoy, lo he pasado muy bien.

── Gracias a ti, Oliver. Hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, y me alegra que haya sido gracias a ti.

Sonrió.

Fruncí el ceño cuando nos encontramos con Arthur en la puerta de casa. Miré a Oliver, que me miraba a mí, su cara sinceramente me rompió el corazón, ya estaba pensando en lo peor. En cuestión de segundos pasó de estar feliz a estar triste.

── Hola Arthur ──Lo saludé.

── Hola.

Abrí la puerta de casa, Oliver entró.

── Espera aquí fuera, por favor ──Le pedí.
Oliver se encerró en su habitación y yo dejé la bolsa con mis cosas en la mía.
Regresé a la entrada, donde estaba Arthur con las manos metidas en los bolsillos delanteros.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora