Aceptando lo que sentimos (Yaoi)

Capítulo 29

Narra Oliver

Al día siguiente me sentía mejor. Salí de casa a las diez porque tenía el exámen a las once.
Cuando lo terminé, decidí quedarme a las demás clases. No quería ir a casa, sabía que Alesandro había quedado con Arthur y que yo estaría solo el resto del día muy probablemente.
Al terminar las clases, invité a Patrick y a Hannah a comer. Estuvimos el resto del día paseando por el centro comercial. Era viernes, lo que significaba que no teníamos preocupaciones.
En la noche, fuimos a la residencia de Patrick, donde había una fiesta, como todos los viernes.
Yo miraba muchas veces mi móvil, quería irme a casa, pero sabía que estaría solo ahí.

── Deja de mirar tanto ese móvil y disfruta ──Hannah me pasó un vaso con bebida── Has tenido unas semanas de mierda, date un respiro.

── Tienes razón.

Narra Alesandro

Al llegar a casa las luces estaban apagadas. Fui a mi habitación, fruncí el ceño al no encontrar a Oliver. Obtuve el mismo resultado al ver en su habitación.
Lo llamé. Tuve que llamarlo varias veces hasta que contestó. Lo que primero oí fue música, y muy alta.

── ¡¿Sí?! ──Gritó.

── ¿Dónde estás?

── ¡¿Yo?! ¡Pues en una fiesta!

── ¿En una fiesta? Son las dos de la madrugada, Oliver, y has estado enfermo.

── ¡¿Y has estado hasta esta hora dándole a tu ex?! ──Empezó a reírse. Fruncí el ceño molesto── ¡Oh, no, no! ¡Espera! ¡Estoy ocupado! ¡No quiero bailar! ──Lo escuché gritarle a alguien.

── Oliver, no bailes con nadie, estás borracho.

No recibí respuesta. Se escuchaba como si el móvil lo estuvieran moviendo y los gritos y música tampoco ayudaban mucho.

── Maldita sea.

Cogí las llaves y salí de casa. La residencia se encontraba cerca de la universidad.
En quince minutos, ya me encontraba dentro de la casa caminando entre la multitud. Había de todo para ver.
Gente metiéndose mano delante de los demás, fumando marihuana, jugando al juego ese de la botella y gente echando carreras para ver quién bebía más.
No encontraba a Oliver por ninguna parte.

── ¡Que no quiero! ──Esa era su voz, y la reconocería aunque estuviera borracho y arrastrando las palabras.
Corrí hacia la cocina, lo que ví me hizo enfurecer. Oliver estaba sentado en la barra de la cocina, tenía a un chico en medio de sus piernas que estaba intentando meterle mano.

── ¡Aparta tus sucias manos de él! ──Me acerqué y tiré de su chaqueta hasta apartarlo de Oliver.

── ¿Tú quién coño eres?

── Soy su novio, imbécil ──Le dí un puñetazo, se llevó la mano a la nariz y se tambaleó── Como vuelva a verte intentando pasarte con él, te romperé todos los huesos.

── Maricones ──Resopló y se fue de la cocina. Me giré a ver a Oliver, que me estaba mirando con la cabeza ladeada.

── ¿Te hizo algo? ──Acaricié su mejilla. Negó con la cabeza── Estás hecho un desastre ──Me acerqué más y acomodé su ropa.

── Alesandro.

── ¿Sí? ──Lo miré. Tiró de mi chaqueta y me acercó a su boca. Miré sus labios.

── ¿Te parece bien si te beso?

Sonreí. Ahora es él el que pide permiso.

── Sí.

Sonrió y terminó de acercar su boca a la mía. Cerré los ojos y disfruté del beso. Rodeó mi cintura con las piernas y mi cuello con sus brazos. Yo metí mis manos por su ropa y acaricié su piel caliente.
Jadeo sobre mis labios, obviamente mi pene reaccionó ante eso.
Mordió mi labio y se separó un poco.

── Tenía muchas ganas de esto ──Dijo sonriendo. Sonreí y peiné su pelo.

── Estoy enojado contigo.

── ¿Tú crees que yo no lo estoy contigo?──Se cruzó de brazos── Me molesta que estés con tu ex de aquí para allá, y sé que no puedo reclamar nada porque yo solito me busqué esto. Pero igualmente me molesta.

── Lo sé ──Sonreí. Me pegó en el pecho.

── Eres malo.

── Y tú eres celoso.

── No lo fuera si no te estuvieras tirando a tu ex.

Suspiré.

── Vamos a casa, estás borracho y quiero largarme de aquí.

Lo bajé de la barra y lo cogí de la mano. Me miró unos segundos y luego miró al frente.

── ¡Patrick! ──Grité cuando lo ví en el salón. Me miró sorprendido── ¡Me lo llevo!

Asintió.

Salimos de ahí.

── ¿Por qué no me avisaste que ibas a salir?

── ¿A caso tu me dices cuando vas a salir con Arthur?

── Touché. No debiste beber tanto.

── Necesitaba despejarme un poco. He tenido unas semanas muy malas.

Se recostó en el asiento.
Cuando llegamos a casa, fuimos directos a la habitación. Lo ayudé a quitarse ropa y se fue a la ducha. Cuando salió, se puso su pantalón del pijama y se acercó a mí. Le puse la sudadera que cogí de mi armario. Sonrió y me dió un beso rápido para luego meterse a la cama y taparse. Sonreí y negué con la cabeza.
Yo entré al baño. Él ya estaba dormido cuando salí de la ducha.

Eran las once cuando mi móvil sonó despertándome. Oliver se quejó y se frotó uno de sus ojos.

── Es ese pesado ──Dijo cuando vio mi pantalla. Entre al baño y contesté. Cepillé mis dientes y salí── Hoy volverás a quedar con él, ¿no? ──Suspiró── Yo quería estar contigo y que saliéramos por ahí, supongo que tendrá que ser en otro momento.

── Me encantas cuando estás celoso.

── No me hace ninguna gracia, Alesandro.

Sonreí y me tumbé en la cama. Se giró a verme.

── No he quedado con él. Le dije que iba a estar contigo ──Sonrió y me pareció ver que sus ojos brillaron.

── ¿De verdad?

── Sí. Y sinceramente, estoy deseando ver cuales son los planes para hoy.

── Primero, vayamos a comer, luego de compras, al cine y a cenar ──Dijo emocionado.

── Mmm, ¿ya lo tenías pensado de antes? ──Pregunté sonriendo.

── Por supuesto, quería que todo eso lo hiciéramos ayer ──Me sentí mal al escucharlo── Pero bueno, hoy serás mío solito, ¿no?

Asentí sonriendo.

── Así es.

── Bien. Vamos a arreglarnos.

Él se fue a duchar al baño del pasillo y yo entré al mío.
Una vez arreglados, le dije a la señora Leti que podía irse cuando terminara de limpiar y salimos.
En el ascensor, él se recostó en una pared y me miraba atentamente. Yo también lo miré. Mordió su labio y se acercó a mí.

── Estás muy guapo ──Dijo sonriendo y me abrazó por la cintura. Yo continué con mis manos metidas en los bolsillos de mi vaquero y agaché la vista para verlo.

── ¿Sí?

── Sí.

Se puso un poco de puntillas y me dió un beso pequeño. Me miró con sus mejillas rojas. Se separó de mí y salió porque el ascensor se detuvo.
Sonreí y lo seguí hasta mi coche.