Capítulo 26

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Narra Alesandro

Cuando llegué a casa, era pasada la una de la madrugada.
Observé a Oliver que estaba dormido en el sofá, en una postura incómoda. ¿Es que no le dolía el cuello?
Me quedé mirándolo. Me negué a sentirme culpable por lo que he estado haciendo estas semanas, él no me acepta y yo no tengo porque sentirme como si lo estuviera engañando.

── Oliver ──Lo moví── Oliver ──Dije más alto.

── ¿Mmm?

Se frotó ambos ojos.

── ¿Qué hora es?

── Van a ser las dos de la madrugada ──Me miró muy serio, enarqué una ceja.

── Hice de cenar y te estuve esperando.

── Oh, lo siento. Estuve con...──Me interrumpió──:

── Con Arthur, ya sé ──Se puso de pié. Ahora fruncí el ceño sin entender. ¿Estaba celoso?

Imposible.

── ¿Estás bien?

── Estaba con hambre, esperándote, tirado ahí pasando frío y ahora me duele el cuello. Pero sí, estoy bien ──Hizo una sonrisa pequeña y pasó por mi lado.

── ¿No vas a cenar?

── ¿Ahora? ¿Ya para qué? Eso más bien sería como un desayuno.

Se metió a su habitación y cerró la puerta. Observé esta durante un rato hasta que sonreí.

── Será dramático.

Fui a la cocina y ví todo lo que había hecho para cenar. Sinceramente, me sentí mal.
Guardé todo en tapers y lo metí a la nevera.
Luego de una ducha, me metí en la cama.

── Alesandro ──Lo escuché llamarme. Pero me negaba a abrir los ojos porque estaba cansado── Te estoy hablando ──Metió la mano por las sábanas y luego por mi camiseta, casi pegué un grito cuando sentí su mano fría. Eso me despertó por completo. Él me miraba divertido.

── No me hace gracia ──Cerré los ojos otra vez── Estás helado, como de costumbre.

── Porque ya no duermo contigo ──Lo miré, estaba tumbado encima de las sábanas, de lado hacia mí mirándome de una forma extraña pero que desgraciadamente me gustó. Eso no podía gustarme. Yo no le gustaba a él── ¿Puedes llevarme a la universidad? Está lloviendo mucho y hace mucho frío.

── Estoy cansado.

── Otras veces lo has estado y me has llevado igualmente.

── Te pago un taxi, quiero seguir durmiendo ──Cerré los ojos── ¡Oliver! ──Grité cuando se lanzó sobre mí. Como pude saqué mi brazo de debajo suyo porque me estaba doliendo como estaba colocado. Él, en cambio, se estaba riendo.
Lo observé con los ojos achinados. Algo había cambiado.

── Te imploro que me lleves ──Me miró── Por favor ──Hizo pucheros. Se ve tan lindo así.
Suspiré.

── Está bien ──Dije finalmente.

── ¡Bien! ──Gritó feliz y se quitó de encima para luego acercarse a mi armario, miengras miraba ropa, me bajé de la cama── Me pondré una de tus sudaderas para ir a clase.

── Vale ──Me miró. Yo estaba solo con una camiseta y en calzoncillo. Se detuvo a mirarme más de la cuenta, cosa que no pasé desapercibida. Cuando se dió cuenta de que lo estaba mirando, sus mejillas se pusieron rojas y apartó la cara. Sonreí.

── No entiendo como siempre estás caliente con lo poco abrigado que duermes ──Dijo.

── Y yo no entiendo como siempre estás tan frío con lo abrigado que vas mayormente.

── Ya ves, cosas del revés ──Sonrió mientras iba hacia la puerta con mi sudadera ya puesta── Muévete, no quiero llegar tarde.

Luego de cepillar mis dientes y lavar mi cara, me puse un chándal y mi abrigo. Lo encontré en la mesa leyendo un libro.
Tomé el café que me dió la señora Leti y salimos hacia la universidad.

── Es una tragedia ir a clase con un día tan lluvioso y tan frío como hoy, ¿no podías quedarte en casa? ──Me quejé.

── Si no tuviera examen, me hubiese quedado encantado.

── ¿Has estudiado bien? ¿aprobarás?

── Bueno, sinceramente estos días he estado muy distraído ──No sé por qué, pero entendía que yo tenía algo que ver con eso── Pero sí, aprobaré.

── Bien. Siento lo de anoche, no sabía que me ibas a esperar para cenar.

── Está bien, no pasa nada.

── Hoy me llevaré un taper con esa comida al trabajo ──Lo miré unos segundos, estaba sonriendo mientras veía su libro.

── Ayer hablé con la tía Caroline.

── ¿Ah, sí? ¿Qué dijo?

── Quería saber cómo estaba yendo todo. Me ha venido bien hablar con ella.

── Eso me alegra. ¿Habló sobre mí, no?──No lo dejé responder y continué── Dijo algo parecido a esto: ¿está intentando algo contigo?

Se rió dándome la razón, así que yo también me reí.

── Creo que siempre preguntarán ──Dijo él.
Ese momento sinceramente me gustó, hacía semanas que no pasábamos un momento tan agradable.
Pero había terminando porque ya habíamos llegado a la universidad── Gracias por traerme, perdona que te haya levantado.

Sonreí.

── De nada, no te preocupes. Ahora iré a dormir. Suerte en tu exámen.

── Gracias.

Se bajó. Bajé la ventanilla del coche y cogí su abrigo que había dejado en el asiento.

── ¡Eh! ──Se giró a verme a las prisas porque se estaba mojando── Tu abrigo ──Lo lancé por la ventana, casi no le da tiempo a agarrarlo. Lo cogió y se fue corriendo hacia la entrada. Yo mismo me hubiese bajado a ponérselo aunque me mojara, pero no quería volver a estar haciéndome ilusiones.

Al regresar a casa, me acosté nuevamente.

Desperté cuando sentí que la cama se hundía a mi lado, era Oliver, fruncí el ceño.

── ¿Ya estás aquí? ¿qué hora es?

── La una de la tarde, me he ido antes porque me siento fatal ──A decir verdad, se le notaba en la cara que estaba enfermo. Llevé la mano a su frente, me dí cuenta de que tenía el pelo mojado.

── Estás un poco caliente. ¿Has venido caminando?

── Sí.

── Por Dios Santo, Oliver, ¿cómo se te ocurre? Está lloviendo mucho, ahora te pondrás peor, debiste llamarme ──Dije molesto.

── No me regañes, no quería molestarte.

── No me molestas. ¿Por qué no viniste en taxi, entonces?

── Porque dejé aquí el dinero.

── En serio, no sé qué hacer contigo.

Me bajé de la cama.

── Ven ──Le ofrecí la mano, la aceptó y se bajó de la cama. Entramos a mi baño── Siéntate ahí.

Se sentó en el váter. Cogí el secador del pelo y le eche aire a este a una distancia moderada. No quería que se durmiera con el pelo así.
Cuando estuvo seco, salimos a la habitación.
Busqué una sudadera y se lancé a la cama, yo mismo se la habría puesto, pero no.
Se quitó la otra que tenía y se puso la que le lancé.

── Te traeré una pastilla.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora