Capítulo 12

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Narra Alesandro

Nos quedamos hasta tarde en el salón. Yo no volví a molestarlo.
Finalmente se había quedado dormido. Apagué la televisión y lo llevé a su habitación. Pasé las sábanas por encima suyo. Besé su pelo y salí.

Al día siguiente estaba teniendo un día muy ajetreado. Ni siquiera había tenido tiempo para comer.
Cuando por fin logré tener un momento de descanso, fui a mi oficina con una taza de café y le hablé a Oliver.

Narra Oliver

Iba a salir de la casa porque había quedado con Patrick cuando justamente me llegó un mensaje de Alesandro.

Hola, ¿comiste?

Mordí mi labio sonriendo.

Sí. ¿Qué tal en el trabajo?

Muy estresado, no he tenido tiempo para comer. Cuando llegue a casa deboraré lo que me haya guardado Leti.

Observé el mensaje unos minutos. Entré a la cocina, cogí su comida y la metí en un táper. En una bolsa lo metí junto con un tenedor y una botella de agua.
Cogí dinero del florero, en uno de los papeles busqué el nombre del hospital y salí de casa.
Mientras iba en el taxi, le hablé a Patrick diciendo que llegaría un poco más tarde al centro comercial.
En la recepción del hospital, en cuanto dí el nombre de Alesandro, me indicaron como llegar a su oficina. Toqué, como no respondió, abrí la puerta. Tenía las manos apoyadas en la mesa y la frente en estas.

── Hola ──Enseguida me miró.

── Gatito ──Dijo sonriendo, pero se le notaba muy cansado── ¿Qué haces aquí?

── Te he traído tu comida ──Le pasé la bolsa. La cogió a las prisas y sacó el táper. Sonreí. Mientras él comía, me dediqué a pasearme por su oficina observando todo. Tenía algunos dibujos hechos por niños donde al final tenían una dedicatoria dándole las gracias.

── ¿Vas a salir? ──Lo miré.

── Sí, he quedado con Patrick para ir al cine.

Asintió.

── Cogí dinero del ──Me interrumpió──:

── Cariño, te dije que no hace falta que me digas que coges dinero cada vez que lo haces.

Iba a protestar por ese apodo cuando la puerta se abrió. Era un chico joven vestido de enfermero. Primero me miró a mí durante un momento y luego a él.

── Disculpe doctor, no sabía que estaba con un paciente.

── No es un paciente, es mi novio ──Me dieron ganas de lanzarle el muñequito de madera que tenía en mis manos, pero al contrario de eso, le sonreí al chico cuando me miró con sorpresa y con las mejillas coloradas.

── Oh...Yo...De acuerdo ──Alesandro suspiró.

── ¿Qué querías, Jorge?

── Tiene que firmar unos papeles de la última operación que ha hecho ──Esta vez habló con la cabeza gacha y con la voz más baja. Fruncí el ceño.

── De acuerdo, gracias, cierra la puerta por favor.

Cuando él se fué miré a Alesandro.

── ¿Por qué le has dicho que soy tu novio?

── Es gay, le gusto. Estaba buscando la forma de decirle que a mí no me gusta, esta ha sido muy buena. Decirle que tengo novio hará que deje de gustarle.

── Pobre, con razón se veía así luego de que lo dijeses.

Bebió agua y guardó todo en la bolsa, esta vez el táper estaba vacío.

── Son cosas que pasan, yo no puedo obligarme a que me guste.

── Sin embargo a mí que no me gustas me sigues molestando, que cosas, ¿no?

Se rió.

── Gatito, lo nuestro es diferente, a parte de que me gustas yo siento un tipo de conexión contigo, no sabría explicarme porque nunca antes me había pasado con otro chico. No eres gay, lo sé, y sé que mientras más cerca esté de ti más me vas a gustar y eso probablemente termine rompiendo mi corazón porque sé que llegarás a un punto en el que te hartes de mí y no quieras volver a verme por acosarte. Pero igualmente lo voy a seguir intentando hasta lograr gustarte aunque sea un poco.

Nos quedamos mirando. Tenía una pequeña sonrisa de lado.
No sé por qué, de repente yo tenía muchas ganas de abrazarlo.
Verlo tan cansado no me gusta nada. Cuando el teléfono que se encontraba en la mesa empezó a sonar, suspiró y contestó. Dijo algunas cosas y luego colgó. Se puso de pié, se acercó y me abrazó por la cintura sin previo aviso. Sentí como dejaba caer un poco del peso de su cuerpo sobre mí, se había tenido que agachar un poco debido a que yo soy más bajo.

── Estoy agotado, pero tengo que seguir trabajando ──Habló bajo en mi cuello. Su respiración me hizo cosquillas. Lentamente pasé los brazos por su cuello y con algo de nerviosismo acaricié su nuca. Su cuerpo se relajó junto al mío.
Pero no duró mucho porque escuchamos por megafonía como decían su nombre y le pedían que fuera al quirófano── Dios, que pesados ──Resopló. Le costó separarse de mí── Esta noche habrá tormenta, cuando salgas del cine háblame, si para ese entonces ya he salido de trabajar, pasaré a buscaros.

── Está bien.

── Gracias por la comida, nos vemos luego ──Besó mi mejilla y salió. Yo me quedé un momento más ahí. Sinceramente, yo me había comportado extraño. Incluso sonreí como un imbécil cuando me habló preguntándome si yo había comido.

── Yo no soy gay ──Susurré mientras salía de ahí── Yo no soy gay ──Repetí bajo.

── ¿De verdad eres el novio del doctor? ──Me preguntó el enfermero de antes.

── Así es, incluso vivimos juntos ──Dije con una sonrisa. Él suspiró.

── Creí que me lo había dicho para librarse de mí ──Eso me dio pena y ganas de decirle que es mentira, que yo no soy su novio, pero desgraciadamente eso no cambiaría nada porque él no le gusta a Alesandro.

── Lo siento mucho.

── No, está bien, supongo que esto era lo que necesitaba para olvidar lo que siento por él. Solo cuídalo mucho, ¿sí? Él me dijo que no le gusta tener pareja, así que si decidió darse una oportunidad contigo, es porque en realidad siente algo por ti.

── Lo cuidaré, muchas gracias.

Se despidió y se fué.

── ¿En qué lío me estoy metiendo?

Suspiré y salí de ahí. Las nubes se veían súper mal. Empezaría a llover en cualquier momento y hacía mucho frío.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora