Capítulo 46

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Narra Oliver

── Estoy enojado porque él se aprovechó de ti, me enoja ver esta puta marca que te dejó ──Soltó el aire de sus pulmones.
Me giré a verlo.

── Lléname tú de marcas.

Nos quedamos mirando.
Cuando acarició mi mejilla, acaricié su mano.

── Nos vemos luego.

── ¿Qué? Se supone que íbamos a salir juntos.

── Necesito estar solo, estoy enojado y no quiero pagarlo contigo. Te prometo que luego te prestaré la atención que te mereces, ¿sí?

Entendía perfectamente. Prefería que se fuera por ahí unas horas y se calmase, a que estuviera con su cara de enojado conmigo.

── Sí, vete tranquilo.

── Gracias ──Besó mi frente y se marchó.

Bajé rato más tarde al salón.

── Tía Caroline, ¿qué pasó con Diego?

── Mi hermana se fue al hospital con él. Le pedí que se quedaran en un hotel. Lo siento.

── Está bien, no te preocupes.

Sonrió y acarició mi mejilla.

── Te aseguro que Alesandro luego vendrá y será muy cariñoso. Las veces que ha llegado a ese nivel de enfado, se ha marchado y ha vuelto mejor.

── Confío en él.

── Bien. Voy a ir a hacer la compra, ¿quieres venir conmigo?

── Por supuesto.

── Genial, vamos entonces ──Dijo sonriendo todavía más.

Fuimos a hacer la compra y aprovechamos para pasar por algunas tiendas. Me compré unas cuantas cosas y le cogí varias a Alesandro.
Al llegar a casa, comimos.
Yo me fui a la habitación después de ayudar a limpiar las cosas sucias.
Me dejé caer en la cama de Alesandro y miré mi móvil.

Narra Alesandro

── ¿Dónde está Oliver?

── En tu habitación.

── ¿Salió a algún lugar?

── Salimos juntos, aprovechó y se compró varias cosas.

── Está bien, voy a verlo.

── Cariño ──Me detuve y la miré── Sin duda creo que hacen una bonita pareja, lo has cuidado y él ha sabido darte tu tiempo para que te despejaras. Me dijo que confía en ti, te quiere mucho.

Sonreí.

── Yo lo amo.

Ella sonrió.

Subí corriendo las escaleras y abrí la puerta de mi habitación. Mordí mi labio sonriendo, estaba durmiendo.
Me tumbé a su lado de frente hacia él. Besé su mejilla, la punta de su nariz y por último su boca. Ahí me detuve un poco más para que se despertara.
Se quejó mientras se frotaba uno de los ojos.

── Hola bebé dormilón.

Se pegó más a mí, me abrazó por la cintura y frotó su cara varias veces en mi pecho. Sonriendo, lo abracé fuerte y besé su pelo.
Se separó un poco y levantó la cara para verme.

── ¿Estás mejor? ──Sonreí y acaricié su mejilla.

── Estoy bien, lo siento por haberme ido.

── No te preocupes, entiendo perfectamente que necesitaras tu tiempo. Pero por favor, ahora no me evites.

── No lo haré, te lo prometo ──Nos quedamos mirando. Me acerqué a su boca y rocé nuestros labios hasta que sonreímos. Finalmente llevó su mano a mi nuca y terminó de pegar nuestros labios.
Bajé mi mano lentamente hasta llegar a su culo y lo apreté. Gimió en medio del beso.
Se separó de mí y a las aprisas empezó a quitarme la camiseta. Lo ayudé. Bajé mi pantalón cuando soltó el botón. Acarició mi miembro por encima del boxer mientras se mordía el labio.

── Lo echaba de menos ──sonreí.

── Él echaba de menos que lo tocaras, aunque echa más de menos tu culo.

── ¿Y qué esperas?

Giré dejándolo debajo de mí, le quité la camiseta y el pantalón para finalmente deshacerme de su boxer.
De mi pantalón sacó un condón, me lo puse y con saliva lubriqué su entrada.
Se curvó hacia arriba mientras mordía su labio.
Cuando estuve completamente dentro, esperé un momento y luego empecé a moverme.

Narra Oliver

Lo miré sonriendo mientras intentaba controlar mi respiración.
Me apoyé en su pecho y lo abracé.

── Quiero que conozcas a mis amigos de la infancia, nos han invitado a cenar, ¿quieres ir? ──Sonreí.

── Sí.

── Bien, entonces vamos a la ducha.

Nos duchamos juntos y salimos.

── Hoy cuando fui con la tía Caroline de compras, te cogí varias cosas. Quiero que te pongas una de las camisas.

── ¿Con qué dinero compraste?

── Con el dinero que me pasaste a la cuanta, porque sé que si gasto de mi dinero, te vas a enojar conmigo.

── Porque quiero que te guardes ese dinero para algo que sea realmente importante. Usa del dinero que te ingresé.

── Sí amor, no te preocupes.

Una vez listos, bajamos. Nos despedimos de la tía Caroline y salimos.
Él iba caminando delante de mí. Mordí mi labio mientras lo miraba por detrás.

── Eres muy sexi y guapo ──Se giró a verme con una sonrisa. Se acercó a mí y me abrazó por la cintura.

── Tú estás muy precioso ──Me dió un beso pequeño── Pero te voy a subir la cremallera, no quiero que te enfermes.

Subió la cremallera, me dió un beso más y volvió a caminar delante.
Yo iba un poco más detrás porque iba mirando todo a mi alrededor.

── Bebé ──Lo miré── Puedes ir mirando todo cogido de mi mano, no quiero que te quedes atrás ──Me acerqué a él. Cuando acepté su mano, entrelazó nuestros dedos── Así mucho mejor, ¿no crees? ──Acarició mi mejilla. Sentí como estas se me ponían rojas. Sonrió y volvimos a caminar. Miré nuestras manos un momento, acaricié sus dedos y miré al frente.

Cuando llegamos al edificio donde vivía uno de sus amigos, subimos en el ascensor. Habían quedado en reunirse todos aquí.

── ¿Estás bien? Pareces preocupado.

── ¿Tú crees que les caiga bien?

── Por supuesto. Son unas buenas personas. Si en algún momento te sientes incómodo, nos vamos.

── Vale.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora