Capítulo 9

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Narra Alesandro

Cuando llegué a casa, Oliver ya estaba sentado comiendo. Me lavé las manos y me senté a comer.

── No te esperé para comer porque no sabía a qué hora ibas a llegar exactamente.

── No te preocupes ──Le dediqué una sonrisa.

── Bien. Ahora vamos a lo importante, tu pene ──Dejé caer el tenedor en el plato y lo miré sorprendido.

── Es todo tuyo si quieres ──Se llevó los dedos al puente de su nariz.

── A lo que me refiero es al beso que me diste ayer, perderás tu pene como vuelvas a acercar tu boca a la mía.

── Ah ──Rodé los ojos y cogí otra vez mi tenedor── Solo fue un besito, tenía que marcar territorio delante de todos esos babosos.

── Alesandro, me estás llevando al límite, que lo sepas ──Dijo molesto── Tú no tienes que andar marcando nada porque no somos nada más que amigos y yo no soy gay. Lo único bueno de esa desgracia es que me los he quitado de encima.

── ¿Ves? Entonces sí fue bueno que te besara.

── Tú vuelve a hacerlo y te mato.

Cogió su plato y se fue a la cocina. Lo escuché hablar con la señora Leti.

── ¿Ya me vas a ayudar a estudiar? ──preguntó cuando entré a la cocina.

── Primero tengo que trabajar, luego te ayudo.

── Está bien.

Salí de la cocina, cogí mi ordenador y me senté a trabajar.
Me dí cuenta de que Oliver estuvo siguiendo a Leti por toda la casa mientras ella limpiaba.

── Oliver, deja de molestar a la señora Leti.

── Señor, no me molesta para nada ──Dijo ella. Él me sacó la lengua y la siguió por el pasillo. Negué con la cabeza mientras sonreía.

Cuando terminé de trabajar, él aún andaba molestando a la señora Leti.

── Listo, te ayudo a estudiar.

Le dijo algo a Leti y luego fue a su habitación, salió de ahí con varios libros.
Se sentó a mi lado y me mostró todo lo que tenía que estudiar. Yo no sabía nada de su carrera, pero me leí lo que él me mostró para entender y poder ayudarlo.
La noche llegó y seguíamos ahí estudiando. Por suerte Leti nos dejó la cena hecha antes de irse.

── Ya no puedo más, tengo la vista tan cansada que me parece que las letras se mueven.

── Está bien, mañana continuaremos. Dúchate, yo pondré la mesa para que cenemos.

Él se fue a su habitación. Yo calenté la cena y puse la mesa.
Luego de cenar recogimos.

── Gracias por ayudarme ──Dijo.

── Un placer. Descansa.

── Igual.

Durante el resto de la semana ayudé a Oliver, ya que tenía el exámen el jueves. Cuando yo llegaba de trabajar nos sentábamos a estudiar.

── ¿Qué tal te ha salido el exámen? ──Pregunté nada más llegar a casa el jueves.

── ¡Bien! ──Me abrazó, le devolví el abrazo── Seguro sacaré buena nota gracias a ti.

── Todo el trabajo lo has hecho tú, yo solo te he ayudado un poco.

Sonrió.

── Esta tarde iré a casa de Patrick.

── De acuerdo.

Después de que comimos, él se marchó. Yo trabajé un rato y luego salí.
Quedé con mi amigo otra vez en un bar.
Sobre las doce de la noche llegué a casa acompañado por un chico, lo llevaba de la mano por el pasillo. Me detuve cuando ví a Oliver, que tenía la cabeza apoyada sobre uno de sus libros abiertos. Se había quedado dormido en la mesa.

── Vete ──Solté la mano del chico.

── ¿Es que acaso es tu novio? 

── No tengo que darte ninguna explicación, ahora largo.

Me miró molesto durante un momento y luego se fue.
Fui hasta la habitación de Oliver, levanté las sábanas de la cama y regresé al salón.
Me acerqué, levanté su cabeza con cuidado y lo cargué.
Cuando lo dejé en su cama, pasé a quitarle los zapatos, luego, mientras le quitaba el pantalón, se quejó en susurros mientras se movía. Debía estar muy cansado, no había dormido bien últimamente por los exámenes. Busqué en su armario hasta que dí con un pantalón corto, se lo puse. Mordí mi labio mientras lo miraba. Se veía muy sexi y tierno. Suspiré y pasé las sábanas por encima suyo. Me acerqué a su cara, aparté unos mechones de pelo, llevé mi mano a su mejilla y con mi dedo pulgar acaricié sus labios. Terminé de acercarme y rocé nuestros labios.

── Te tengo muchas ganas ──Susurré para luego besarlo. Mordí su labio sin hacerle daño. Descendí por su barbilla hasta su cuello, el cual besé. El pequeño gemido que salió de su boca hizo reaccionar mi pene, me alejé enseguida de él y salí.
Fui directo a mi habitación, donde tuve que pajearme.

Narra Oliver

Desperté por la alarma, suspiré. Por lo menos ya era viernes. Me quedé un momento quieto mirando hacia el techo. Fue entonces cuando reaccioné, anoche me quedé dormido estudiando.
Asustado, aparté las sábanas para ver mi cuerpo, mis mejillas se pusieron rojas, pero de la rabia.
Fui al baño, mientras cepillaba mis dientes, me fijé en el chupetón que tenía en el cuello.
Abrí la puerta de Alesandro, encendí la luz y me lancé sobre la cama para empezar a golpearlo.

── ¡Maldito!

── ¡Oliver! ¡Espera! ──Estuvimos forcejeando hasta que logró dejarme debajo suyo, sujetó mis manos por encima de mi cabeza.

── ¡Suéltame animal!

── ¿Qué es lo que pasa?

── ¿Encima lo preguntas? Me desvestiste y me dejaste una marca en el cuello, ¿también me violaste?

── Es cierto que te acoso y que te molesto, pero eso jamás. El día que me cueste contigo, será porque tú mismo me lo pedirás ──No pude evitar reírme.

── Pero, ¿te estás escuchando? ¡Que no soy gay!

── Lo que digas ──Me guiñó un ojo── ¿Por qué te has lanzado sobre mí? ¿Es que acaso querías que te cogiera para empezar bien el día?

── ¡Imbécil! No sabes lo que dices.

── Oliver, fíjate como me tienes pegado a ti ──Yo lo tenía rodeado por la cintura con las piernas, sentía su miembro en mi trasero. Mi cara se puso roja, esta vez de la vergüenza── Sinceramente, que estemos así deja mucho que pensar.

Dejé de abrazarlo con las piernas y con uno de mis pies lo empujé por el pecho.

── ¡Llegaré tarde a clases! ¡Suéltame!

Me soltó. Lo aparté y me bajé de la cama.

── Que tengas buen día gatito.

── Vete a la mierda.

── A tu vuelta iremos a comprar los adornos de Navidad ──Lo escuché decir.

La semana siguiente por fin darían vacaciones de Navidad, por eso yo tenía tantos exámenes.

Mientras me duchaba, no dejaba de pensar en lo mismo, habíamos estado muy pegados. Yo ni siquiera me había dado cuenta de que lo había rodeado con mis piernas.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora