Aceptando lo que sentimos (Yaoi)

Capítulo 27

Narra Oliver

Había comido en la habitación de Alesandro y tomado una pastilla que él me dió.
Me estaba quedando dormido, pero la sed que tenía me obligó a pararme. Sin ganas y con el cuerpo pesado, salí para ir directo a la cocina.
Me detuve en el salón, de repente me sentía peor.

── Hola ──Alesandro se separó de inmediato de él.

── Hola Oliver ──miré al tipo ese unos segundos y fui a la cocina.
Mientras me servía agua, Alesandro entró y me tocó la frente.

── Sigues caliente. Debiste llamarme, yo te podría haber llevado el agua.

── Pues sí, tendría que haberte llamado, así me habría ahorrado ver esa escena.

Me fui de regreso a su habitación y me tapé hasta la cabeza.
Lo escuché abrir la puerta.

── Me voy a trabajar, vendré en la noche ──Me destapó la cara, pero no abrí los ojos── Si me necesitas, llámame.

── Ajá.

── Y no te tapes tanto.

En cuanto escuché que se fueron, llamé a Patrick. Que llegó alrededor de media hora.
Frunció el ceño nada más verme. Limpié una de mis mejillas con el dorso de la mano.

── ¿Qué ocurre?

── Los ví besándose.

Él suspiró.

── Oliver, ya sabíamos que eso estaba pasando.

── Sí, pero tener que verlos con mis propios ojos me ha roto el corazón.

── Siento decirlo, pero así ya están a mano. Ahora eres tú el que está sufriendo mientras él intenta pasar página.

── ¡Yo no quiero que pase página! ──Grité llorando.

── Lo sé, lo sé. Espero que verlos besándose en lugar de quitarte la ilusión, te haya dado más fuerzas para recuperarlo.

── Por supuesto ──Limpié mis mejillas── Ahora lo quiero todavía más para mí.

── Bien. Así me gusta.

Nos quedamos en el sofá viendo la televisión. Yo me estaba quedando dormido.

── Me encuentro fatal ──Hablé bajo. Puso su mano en mi frente.

── Por Dios, estás ardiendo. Llamaré a Alesandro.

── Está trabajando, no lo molestes.

Pasó de lo que le dije. Lo llamó y puso el altavoz.

── Hola Patrick, ¿ocurre algo?

── Oliver está ardiendo.

── En el baño de mi habitación, en el mueble que tiene espejo, hay un termómetro, tómale la temperatura. Si tiene treintanueve de fiebre, coge dinero de un florero que hay en el mueble que se encuentra en el pasillo y ve a la farmacia a comprar el medicamento que te mandaré escrito por mensaje.

── Está bien.

── Patrick, no lo dejes solo, por favor ──sonreí── Yo estaré ahí sobre las diez y media de la noche.

── No te preocupes, aquí estaré.

── Bien, gracias. Nos vemos luego.

Narra Patrick