Capítulo 52

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Narra Callum

── ¿De verdad estás enamorado de mí?

Tomó mi mano y me miró a los ojos.

── De verdad estoy enamorado de ti, hace años que no me enamoraba de alguien.

Mordí mi labio y agaché la cabeza.

── Jeffrey, ya me han hecho daño en otras relaciones, no quiero que me siga pasando lo mismo, tú tiendes a acostarte con varias personas a la semana, y ──Me tomó de la barbilla para que lo mirase.

── Con el único que me quiero acostar por el resto de mi vida es contigo ──Sentí mis mejillas arder.

── Tienes treinta años y yo veinte.

── ¿Y? Para el amor no hay edad y pienso que eres muy maduro y tienes las cosas muy claras. Al revés, a mí me preocupa que te guste otra persona.

── Estoy enamorado de ti, no me va a gustar nadie más ──mis mejillas no se podían poner más rojas ya.

── Perfecto, entonces si estamos enamorados, ¿podemos darnos una oportunidad? ──Habló él. Nos quedamos mirando un momento hasta que finalmente asentí. Sonrió y me abrazó── Siento lo mal que lo has estado pasando estos días ──Me susurró. Froté mi cara en su cuello. Al separarnos, pegó su frente a la mía y acarició mi mejilla── Prometo no hacerte daño y cuidarte mucho.

── Te estoy entregando mi corazón, no me decepciones.

── No lo haré, lo prometo.

Nos quedamos un momento quietos y luego fuimos acercando nuestras bocas. Disfruté mucho del beso. Era nuestro segundo beso, el primero me lo dió Jeffrey, justo por ese beso fue que decidí dejar de verlo.

── Me encantan tus labios ──Dijo mientras los acariciaba con el debo pulgar. Sonreí.

── Ahora solo tú puedes besarlos ──Sonrió.

── Eso es lo mejor ──Me dió un beso más── ¿Ahora sí puedo dormir contigo? 

Lo miré con los ojos entrecerrados.

── Precioso, no haremos nada hasta que tú te sientas cómodo, tú llevarás el mando de la relación. Iremos poco a poco, además, lo prefiero así, quiero poder disfrutar cada momento contigo. Eres mi primer novio después de tantos años, ahora hay cosas a las que tengo que adaptarme.

── Empezando por hombres, no quiero enterarme de que andes por ahí metido en los bares a los que vas para conocer a chicos.

── Ahí ya no tengo que ir porque ya te tengo a ti. Ahora bien, ¿me vas a dejar dormir contigo? ──Hizo un puchero── Me voy a portar bien.

Sonreí.

── De acuerdo.

Narra Oliver

Cuando desperté era la una de la tarde, ya no estaba Alesandro.
Como era domingo, no estaba la señora Leti.
En lugar de hacer el desayuno, pasé directamente a hacer la comida, el pobre de Alesandro se fue sin comer, lo sé porque no dejó ningún plato sucio.
Al parecer Jeffrey se había ido, porque no estaba en el sofá y me dejó las mantas dobladas en este.

── Hola ──sonreí y miré a Callum.

── Hola ──Dije── Ya estoy preparando la comida, no desayunes. ¿Qué tal has dormido?

── Nunca antes había dormido tan bien.

── Me alegra escuchar eso. ¿Pudiste llegar a un acuerdo con Jeffrey?

── Hola ──Ambos miramos la entrada de la cocina. Jeffrey se acercó sin camiseta, luego miré a Callum, él tenía puesta la camiseta de Jeffrey, no me había dado cuenta. Jeffrey le besó la mejilla y luego se sirvió agua.

── Ya veo, ahora entiendo que durmieras tan bien ──dije sonriendo. Jeffrey también lo miró sonriendo, sus mejillas empezaron a ponerse rojas de inmediato.

── Ya dejen de mirarme así ──Pidió.

── Te ves precioso así ──Le dió un beso rápido y salió de la cocina.

── Me alegro de que hayan decidido darse una oportunidad, pero como te haga daño, le corto el pene ──Se rió.

Luego de cocinar, comimos los tres juntos. Yo no dejaba de pensar en Alesandro, que debía estar trabajando cansado y con hambre, había dormido pocas horas.
Finalmente, después de ducharme, decidí preparar su comida y llevársela.
Salimos los tres juntos de casa, pero ellos se fueron por otra parte luego de despedirnos.
Al llegar al hospital, toqué la puerta de la oficina de Alesandro, como no dijo nada, pasé. No estaba, me senté en un sofá que había cerca de la ventana.
Ahí estuve con el móvil alrededor de dos horas.

── Luego de mi descanso voy ──lo escuché hablar. Cuando abrió la puerta, me fijé en su cara, las ojeras ya se le notan. Ni siquiera se había dado cuenta de que yo estaba ahí.

── ¿Dónde puedo poner una reclamación? ──Me miró de inmediato.

── Bebé ──Dijo sonriendo── ¿Qué haces aquí?

── Cuidar de ti, no quiero que te enfermes por no dormir ni comer ──Se sentó a mi lado y cogió la bolsa que le tendí. Cuando probó el primer bocado, cerró los ojos disfrutando de los sabores. Sonreí. Decidí dejarlo disfrutar de la comida para luego hablar.
Cuando terminó, recostó su espalda en el sofá.

── Me gusta la comida de la señora Leti, pero la tuya me lleva al cielo. Gracias por traérmela.

── De nada amor, me alegra que te gustara ──Recogí todo y lo metí en la bolsa── Ahora vamos a hablar de cómo te encuentras ──Me miró── Alesandro, estoy muy preocupado, esto ya no es normal. Esto es explotación, prácticamente no duermes y luego vienes aquí a atender pacientes y a hacer operaciones, ¿eres consciente de que puedes matar a alguien solo por un pequeño descuido? No estás durmiendo las horas que tienes que dormir, estás más flaco, pálido y tienes ojeras. Ya no puedo seguir viéndote así, me está haciendo daño verte así de mal.

── Oliver ──negué con la cabeza.

── No quiero escucharte pedirme más tiempo, ya no ──Cerré los ojos y suspiré para controlar las ganas que tenía de llorar. Acaricié su nuca cuando escondió su cara en mi cuello y me abrazó.
Estuvimos así mucho rato, en silencio. Abrazado a mí mientras yo acariciaba su nuca.
Suspiró cuando su busca sonó. Se separó de mí, lo sacó del bolsillo y miró.

── Tengo que irme.

── Está bien.

── Gracias por la comida y por este rato ──sonreí. Me dió un beso y luego se fue.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora