Narra Alesandro
Mientras desayunábamos, Oliver tenía al niño sentado en sus piernas.
── Sentimos mucho que esto haya sido tan precipitado, pero es que su padre no ha parado de aparecer por casa para llevárselo. Les prometemos que trataremos que Isaak se quede aquí el menor tiempo posible, será solo hasta que consigamos la orden de alejamiento para su padre. Luego ustedes podrán volver a su vida normal.
── Tía Caroline, no tenemos ningún problema con quedarnos con el niño ──Dijo sonriendo.
── Exacto mamá, no se preocupen, aquí estará bien.
── Sé que con ustedes estará bien, por eso lo hemos traído aquí. ¿Cómo harán con sus trabajos?
── Yo me lo llevaré a mi empresa, ahí tenemos una guardería para los niños.
── ¡Genial!
── Hijo, te pasaré dinero para los gastos de Isaak.
── Papá, eso no hace falta. ¿Pueden dejar de preocuparse por todo eso? Mejor dígannos los horarios que tiene el niño para hacer todo.
El resto del día estuvieron explicándonos todo lo referente al niño. Las horas en las que come, come prepararle el biberón y las papillas y a cambiarle el pañal.
Después de darme los documentos del niño, se despidieron y se fueron al hotel.
Mordí mi labio sonriendo y me apoyé en el marco de la puerta del salón cuando ví a Oliver tirado en la alfombra jugando con Isaak.
Saqué mi móvil y les tomé una foto.── Yo me encargo de la cena ──Me miró.
── Vale. Entonces le daré una ducha.
Cocinar mientras escuchaba la risa de ellos dos, me tenía con una gran sonrisa. Luego los oí corriendo por los pasillos.
Hice la papilla para Isaak justo como mamá me explicó. Puse todo en la mesa y fui a la nueva habitación del niño. Oliver estaba terminando de ponerle el pijama mientras él miraba varios peluches que habían en la cama.── Bien cariño, ¿entonces cuál quieres?
── Ese ──Isaak le señaló uno de los peluches que le compramos, concretamente un conejo blanco.
── Aquí tienes tu conejo.
── Glacias ──Sonreí todavía más.
── La cena está lista ──los dos me miraron.
── Mila ──se acercó corriendo y me mostró el conejo. Lo levanté y lo acomodé en mis brazos.
── ¿Te gusta?
── Mucho ──Miré a Oliver cuando escuché el ruido que hizo la cámara.
── Te ves precioso con él en brazos.
── Tú te ves monísimo cuando estás con él, Oliver.
Sonrió y se acercó. Lo tomé de la barbilla para besarlo pero una mano pequeña me detuvo.
── No ──Tenía su ceño fruncido. Abrió los brazos para que Oliver lo cargara, eso hizo. Me quedé sorprendido.
── Oh, así que esas tenemos, que sepas que tenemos que compartir a Oliver.
── No ──también negó con la cabeza y lo abrazó por el cuello. Oliver se rió.
── Solo me faltaba esto, que un pequeño ser me quite lo que es mío.
── Amor no seas así ──Negué sonriendo y salí hacia el comedor.
Le fue dando de cenar a la vez que cenaba él.
Al terminar, se encargó de limpiar todo lo sucio y fuimos los tres a la habitación. Primero se duchó Oliver y luego yo. Los encontré metidos en la cama, Isaak estaba casi dormido.
Me tumbé dejándolo en el medio.── En cuanto se duerma lo llevaré a su cama.
── Está bien ──después de un rato en silencio, volvió a hablar──: Creo que nunca me había replanteado tener hijos hasta ahora, de hecho, no sabía que quería tener hijos hasta que anoche me hablaste de él, y hoy cuando lo cargué, me quedó súper claro. Quiero tener hijos ──Nos miramos. Miré al pequeño ser que había en medio de los dos, que en solo un día, había revolucionado nuestras vidas. Sus risas y sus pies corriendo por toda la casa no sabía que eran tan necesarios hasta hoy.
── Yo alguna que otra vez lo pensé, pero verte hoy con Isaak, ver lo bien que nos vemos con un niño, ha terminado encantándome. Supongo que no había comentado nada porque apenas vas a cumplir los veintitrés.
── Tú tienes treinta y uno, estás viejo ya.
── Este viejo te hace disfrutar.
── No digas ese tipo de cosas delante del niño ──Habló con las mejillas rojas.
── Ya está dormido, igualmente no entendería.
── Igualmente no quiero que lo digas, vejestorio.
Lo miré con el ceño fruncido. Me puso su cara de inocente mientras sonreía.
── Lo llevaré a su cama.
Cargué a Isaak y lo llevé a su habitación. Dejé la lámpara de noche encendida y su puerta abierta.
Regresé a la habitación y cerré la puerta.── Amor, ¿estás enojado por qué te llamé vejestorio?
── Este vejestorio te hará gritar de placer.
Me subí a la cama y me puse en medio de sus piernas.
Oliver terminó con el culo en pompa, mientras yo sujetaba sus manos por detrás y le deba duro una y otra vez mientras él gritaba. Le dí una nalgada arrancándole otro grito.── ¡N-no puedo más!
── Córrete.
Y eso hizo. Yo lo hice un momento después. Cayó sobre la cama con la respiración agitada. Me tumbé sobre su espalda y besé su hombro para luego apoyar ahí mi mejilla mientras recuperaba las fuerzas.
── Si hubiese sabido que llamarte vejestorio nos llevaría a tener sexo de esta forma, lo hubiese hecho antes ──Me reí. Me quité de encima suyo y me tumbé a su lado, lo miré cuando se apoyó en mi pecho── No eres ningún vejestorio, solo lo dije para picarte, y funcionó.
── Vaya si funcionó.
── Me gusta la pareja que formamos, me gusta que seas mayor que yo.
── Mmm, así que te gustan mayores.
── Por algo estoy contigo.
Me reí. Sonrió y se bajó de la cama. Luego de una ducha rápida, arreglamos la cama con unas sábanas nuevas.
Narra Oliver
Cuando desperté, ví la mejor imagen del mundo. Alesandro dormía boca abajo con la cara hacia mí, en medio de los dos, estaba Isaak dormido y abrazado al brazo de Alesandro. Despertó unas horas antes llorando y Alesandro tuvo que buscarlo.
Cogí mi móvil y comprobé la hora. Eran las 10. Ya le tocaba su leche.
Me acomodé bien y tomé una foto de los tres.
Besé su cabeza e intenté bajar de la cama, digo intenté porque una mano me detuvo.── ¿Para mí no hay beso? ──Habló con los ojos cerrados. Sonreí y me incliné. Levantó un poco la cabeza.
── Buenos días amor ──susurré luego de un beso corto.
── Buenos días bebé.
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Aceptando lo que sentimos (Yaoi)
Romancesolo pasen a leerla y listo🤗🥰 Créditos reservados al dueño de la foto. Novela 100% mía, PROHIBIDA su copia.