Aceptando lo que sentimos (Yaoi)

Capítulo 44

Narra Oliver

Era jueves, concretamente eran las cinco de la mañana y yo seguía despierto estudiando.
Estaba agotado físicamente y mentalmente.
Habíamos tenido muchos exámenes y aún faltaba uno, el viernes darían las notas y todo listo.
Alesandro no estaba en casa porque le había tocado turno de madrugada. Aún seguía molesto con él, además, los últimos días yo había estado prácticamente metido todo el día en la biblioteca estudiando, no nos habíamos visto mucho.

Alesandro llegó a casa justo cuando yo estaba saliendo por la puerta.
Nos quedamos mirando un momento.

── No has dormido, ¿no? ──Negué con la cabeza. Suspiró── Estoy desesperado porque acabes ya, esto de no descansar y no dormir las horas que debes dormir, no te hace bien ──Acarició mi mejilla── Ahora tienes tu último exámen, ¿cierto?

── Sí.

── Suerte ──Besó mi frente.

── Gracias.

Subí al ascensor.

En la universidad, cuando entregué mi exámen, sentí que me quitaba un peso de encima.
Estaba demasiado cansado.

── Al fin ──Callum suspiró y pasó un brazo por mi cuello para recostarse en mí. Tenía las mismas ojeras que yo, bueno, prácticamente todo el campus estaba igual, parecíamos zombies. Los exámenes finales habían acabado con nuestras vidas── Ni siquiera quiero que Jeffrey me vea así.

── Callum, ¿qué está pasando entre ustedes? ──Pregunté── es cierto que estos días él ha estado cariñoso contigo y te ha estado cuidando, pero no puedes olvidar que estamos hablando de Jeffrey, no quiero que te haga daño ──agachó la cabeza.

── Lo siento ──Dijo Patrick── Pero en esto estoy de acuerdo con Oliver, eres nuestro amigo y ya pasaste por esto antes, a Jeffrey no le van las relaciones formales, a ti si.

── Sí, sé que tienen razón, no sé en qué momento me he dejado llevar por sus buenos tratos. Pararé esto antes de yo empezar a sentir algo por él.

Suspiré y acaricié su espalda.

Al llegar a casa, comí y me fui directo a la cama. Alesandro estaba trabajando, así que no lo ví.

Cuando desperté, era viernes. Había dormido toda la tarde y noche.
Me arreglé y me fui a la universidad, tampoco ví a Alesandro.
Dieron las notas y nos fuimos a comer a un restaurante a la salida.
Regresé a casa en la tarde.

── Hola ──Me apoyé en la puerta de la habitación y lo miré, estaba haciendo la maleta. Me miró.

── Hola, ¿qué tal las notas?

Sonreí y le pasé el papel. Lo cogió. Su sonrisa fue aumentando según iba leyendo.

── ¡Felicidades! Aprobaste todo ──Me abrazó. Le devolví el abrazo.

── Gracias, pero después de esto, necesito dormir varios días seguidos ──Se separó para verme.

── ¿Aún quieres ir a Alemania? Si estás muy cansado como para viajar, podemos irnos otro día.

──Quiero ir. Haré la maleta ahora. ¿A qué hora sale nuestro avión mañana?

── A las diez de la mañana.

── Está bien.

Fui a mi habitación e hice la maleta. Luego me duché y me puse el pijama.

Narra Alesandro