Capítulo 24

61 9 6
                                    

Narra Patrick

Cuando por fin encontramos a Oliver, fruncí el ceño, llevé la mano a la cara de June y la eché para atrás logrando que dejaran de besarse.

── Pero, ¿qué te pasa? ──Habló ella molesta.

── Está borracho, ¿no lo ves? ──Habló mi novia. Rodee a Oliver por la cintura y pasé su brazo por mi cuello cuando se tambaleó mientras se reía.

── Si te quiere besar estando consciente, pues perfecto, no me meteré, pero si él está así, obviamente no lo permitiré ──Dije.

Dicho eso, Hannah, su amiga Stelle, Oliver y yo salimos de la residencia. Oliver quería seguir de fiesta.
Tomamos un taxi y primero pasamos a dejar a Stelle a su casa que nos pillaba de paso para luego ir a casa de Alesandro. Iban a ser las dos y media de la madrugada, a parte de estar preocupado por Oliver, estaba preocupado por el discurso que me soltaría el padre de mi novia por regresarla a casa a esta hora. Ya había pasado una vez y yo había prometido que no volvería a pasar.
Cuando Alesandro preguntó quién era por el telefonillo, dí mi nombre y entramos.
Subimos en el ascensor hasta su puerta, él ya nos espera ahí de pié. Frunció el ceño, yo también lo fruncí. Tenía los ojos rojos y algo hinchados, claramente había estado llorando.

── ¿Está borracho?

── Sí.

Él lo sujetó y lo llevó hacia su habitación.

Narra Alesandro

─ ¿Eres tú? ──Preguntó mientras arrastraba las palabras cuando lo tumbé en su cama.

── Sí, soy yo.

── Eres muuuuy guapo ──Se estaba quedando dormido.
Suspiré.
Le quité los zapatos y el abrigo para luego taparlo con sus sábanas. Cerré su puerta y regresé al salón.

── Tú debes ser Hannah, ¿no? La novia de Patrick ──Recordé perfectamente su nombre porque él la había mencionado varias veces.

── Así es ──Dijo sonriendo── Y tú Alesandro ──Acepté su mano── Por fin tengo el placer de conocerte, la verdad es que tenía muchas ganas desde que ví en la universidad como abrigabas a Oliver, la tonta de su ex no se preocupaba así por él.

── Ya, bueno, supongo que esos detalles no le han importado.

── Discúlpame ──Su cara de arrepentimiento y lo nerviosa que se había puesto me hicieron sonreír un poco── Tú estás mal y yo recordándote esas cosas.

── No te preocupes, no pasa nada. Yo mismo me torturo a cada minuto que pasa. Por cierto, eres muy guapa y me da pena que tengas que aguantar a Patrick.

Ella se rió.

── Gracias Alesandro ──Dijo él── Yo también te quiero.

Sonreí un poco.

── Sabes que lo digo de broma, aunque en verdad molestas mucho.

── La verdad es que sí molesta, pero yo lo amo así ──Patrick la miró sonriendo.

── Hacen una linda pareja.

── Gracias Alesandro ──Asentí.

── Gracias por traerlo.

Patrick se rascó la nuca y miró a su novia, se miraron un momento.

── ¿Qué pasa?

Él suspiró.

── Oliver se besó con June.

── Mmm, ya ──Aparté un poco la mirada y luego volví a verlos── Me esperaba algo así.

── Alesandro, él solo tiene miedo, dale un poco tiempo.

Sonreí.

── Tiempo es lo que más le he dado. Es un niño que no sabe lo que quiere y yo no puedo esperar por él hasta que se dé cuanta de que en realidad yo le gusto. Él que siga con su camino y yo con el mío.

Patrick suspiró.

── ¿Le vas a pedir que se vaya de la casa?

── Por supuesto que no. Las cosas no se pueden mezclar. Lo acepté como parte de mi familia desde que lo conocí y eso no cambiará. Lo sigo queriendo igualmente, pero déjaré de estar mendigando por un poco de su amor.

── Entiendo. Lo siento mucho.

── Está bien Patrick.

── Nos vamos ya, tengo que llevar a esta preciosa mujer a su casa ──Hannah sonriendo. Yo sonreí.

── Puedes venir siempre que quieras, siempre serás bienvenida.

── Muchas gracias.

Cuando se fueron, regresé a la habitación de Oliver y lo observé desde la puerta.
Me fui a mi habitación, pero no logré dormir.
Oí que tocaban la puerta justo cuando me estaba quedando dormido. Ya había amanecido.
Salí y le abrí la puerta a la señora Leti para luego acostarme de nuevo. Tenía que conseguir dormir un par de horas porque tenía turno en la tarde.

Narra Oliver

Iban a ser las doce de la noche y yo estaba tirado en el sofá viendo la televisión. No había visto a Alesandro en todo el día porque desperté en la tarde con resaca y él ya no estaba. Por suerte la señora Leti me preparó una bebida extraña que me había quitado el malestar alrededor de media hora de haberlo tomado.
Luego vino Patrick, que me regañó y me hizo saber que yo había besado a June. Sinceramente, eso no lo tenía planeado y ahora me sentía mal, mal sobre todo por estar haciendo sufrir a Alesandro y por probablemente haberle dado ideas equivocadas a June.
Miré hacia el pasillo cuando escuché que abrió la puerta. A los segundos entró al salón.

── Hola ──Me dijo sin siquiera mirarme, lo que era normal. Yo no quería sentirme como me estaba sintiendo porque me saludó así, no como los anteriores días, que llegaba, acariciaba mi pelo y me pedía permiso para besarme.
Me negué a sentirme así. Yo no podía sentir nada por Alesandro.

── Hola ──Le devolví el saludo. Dejó su bolso de trabajo en la mesa y se fue a la cocina, supongo que a comer lo que le había guardado la señora Leti.
Rato después, se fue a su habitación. Pasó mucho tiempo hasta que pasó nuevamente por el pasillo y entró a la cocina, ahora llevaba el pijama.
Me puse de pié y fui. Él estaba tomando agua── Alesandro, quería pedirte perdón por como te hablé anoche. Soy consciente de que fui muy frío y esas no eran maneras para tratarse así.

Me miró.

── Está bien, no te preocupes ──Lo miré atentamente. Me dolió el corazón al verle la cara. Tenía ojeras y los ojos visiblemente hinchados. Estaba así por mi culpa── Prácticamente intenté forzarte para que me ames como yo te amo, pero el amor no es así, no se puede forzar, tiene que ser mutuo.

── Yo...──Me interrumpió──:

── Estoy cansado Oliver, no he dormido nada ──Fue hacia la salida de la cocina.

── ¿Quieres que me vaya de aquí? ──Se giró a verme.

── ¿Cómo voy a querer que te vayas por lo que ha pasado? Ahora eres mi familia y esta es tu casa.

Agaché la cabeza con los ojos llenos de lágrimas.

── Lo siento ──Volví a mirarlo── No quería ni quiero hacerte daño. Eres muy importante para mí.

Nos quedamos mirando un momento hasta que se acercó y me abrazó. Lo abracé más fuerte.

── Tú también eres importante para mí, sé que no querías hacerme daño, tranquilo ──Cuando nos separamos, él también tenía los ojos llenos de lágrimas. Igualmente sonrió y despeinó mi pelo── Buenas noches.

Salió de la cocina. Yo intenté tragar el nudo que tenía en la garganta.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora