Capítulo 21

67 10 7
                                    

Narra Oliver

Comimos pizza y continuamos mucho más rato viendo la televisión.

── Tengo sueño, ¿puedo irme ya a tu habitación? ──Me preguntó Patrick.

── Por supuesto, vamos, te dejaré un pijama.

── Gracias ──Me abrazó luego de que le dí el pijama── Te amo, te pido perdón si mis bromas de esta tarde te han molestado, es que me gusta verte enojado.

Me reí y lo abracé más fuerte.

── Está todo bien, también te amo. Hacía tiempo que no nos pegábamos como esta tarde.

Él se rió.

── Masoquista ──Se separó y despeinó mi pelo. Le pegué en la mano── ¡¿Ves?! Me pegas y a él no, aunque entiendo perfectamente, son los efectos de estar enamorado.

── Deja de decir tonterías ──Le pegué en el pecho── Si te levantas temprano hazte tu propio desayuno, nosotros nos levantaremos tarde porque él no trabaja.

── De acuerdo, hasta mañana.

── Hasta mañana.

Cerré la puerta y fui al salón, Alesandro no estaba ahí, pero se escuchaba que estaba en la cocina. Ya había recogido la mitad de las cosas que teníamos en la mesa que está delante del sofá.
Cogí las dos cajas de pizzas y fui a la cocina. Lo encontré limpiando unos vasos.

── Vamos ya a la cama, tengo sueño ──Pedí.

── Termino y voy, ve yendo tu.

Fui primero al baño que siempre uso. Cepillé mis dientes y luego entré a la habitación.
Estaba mirando Instagram cuando él entró y fue a su baño. Salió minutos después, encendió la televisión, apagó la luz y se tumbó en la cama. Se pegó mucho a mí, pero yo seguí como estaba. Fingí que su acercamiento no provocó nada en mí.

── Mmm, Instagram. No me sigues.

── ¿Tienes Instagram? ──separé un poco la cabeza para verlo.

── Oliver, tu me haces parecer muy viejo.

Me reí.

── Perdón. No sé ni siquiera por qué me sorprende que tengas Instagram.

Me quitó el móvil y se buscó para luego darse a seguir.

── ¿Yo te he dicho que quiero seguirte? ──Le quité mi móvil y me puse de frente hacia él, también se puso de frente hacia mí y se pegó todavía más.

── No hace falta que digas nada ──Acarició mi mejilla── Tu forma de actuar deja muchas cosas claras.

Sentí mi corazón palpitar todavía más rápido.
Estaba claro que no estábamos hablando de Instagram. Sino de lo que siento, que ni siquiera yo mismo tengo claro qué es lo que siento o si es que siento algo.
Acercó su cara hasta rozar nuestras narices. Mordió su labio con una sonrisa que me encantó. Así que yo terminé sonriendo como un tonto e incliné un poco mi cabeza. Acercó su boca a la mía y rozó nuestros labios.

── Quiero besarte ──Susurró inundando mis fosas nasales de un frescor a menta. No lo pensé, simplemente llevé la mano a su nuca y terminé de pegarlo a mi boca. En un principio el beso fue lento, con algo de miedo y torpeza por mi parte. Pero terminé relajando mi cuerpo y disfrutando del beso, del beso que me estaba dando con un hombre. Algo que no pensé hacer jamás. Nunca alguien de mi mismo sexo me había llamado la atención. Pero es que es Alesandro es diferente.
Joder, sí que lo es.
Me rodeó por la cintura y me pegó más a él, eso se sintió muy bien.
Eso era algo que yo hacía con la estúpida de mi ex, siempre me preocupaba por hacerla feliz, por estar pendiente de ella, y por una vez en la vida, era del revés. Alguien estaba preocupado por mí, intentando hacerme feliz pero yo lo ponía muy difícil.
Alesandro mordió mi labio sin hacerme daño.
Nos quedamos mirando. Sentía mis mejillas arder. Acarició una de estas.

── ¿Estás bien?

Esa es otra de las cosas que nunca hizo mi ex, nunca se preocupó por si yo estaba bien o no. La que siempre importaba era ella.

── Estoy confundido ──Dije la verdad. No sabía cómo entender todo lo que estaba pasando dentro de mí, era un caos.
Él asintió con una pequeña sonrisa.

── Lo sé, quiero que me digas como te sientes en todo momento. ¿El beso te ha desagradado? ──Negué con la cabeza── Bien, entonces tendrás que ir aceptando y entendiendo lo que pasa en tu interior, que sé que es difícil porque yo lo viví, pero yo estoy aquí, contigo ──Me abrazó── Siempre podrás contar conmigo, pase lo que pase.

Eso me tranquilizó.

── Gracias.

Me separé y lo miré.

── Por lo que dijeron tus padres cuando estaban aquí, entiendo que descubriste que eres gay cuando eras pequeño.

── Así es, tenía siete años.

── ¿Cómo fué?

── Muy difícil, la verdad. Al principio creía que los chicos me llamaban la atención porque yo también soy uno, pero luego cuando me dí cuenta de que me gustaba mi mejor amigo, me volví loco, creía que había algo malo en mí. Entonces decidí dejar de ser su mejor amigo y ya no hablaba con ningún chico. Mis notas bajaron y le avisaron a mis padres. Entonces nos sentamos a hablar. Llorando les confesé que me gustaba mi mejor amigo. Sin duda, tengo los mejores padres del mundo. Porque me hicieron ver que no es malo que yo sea gay. Me enseñaron que amor es amor y da igual el sexo de la otra persona. Eso sinceramente me hizo muy feliz, ya no me sentía mal. Luego de eso me volví loco, pero loco en plan feliz. Prácticamente cada semana me gustaba un niño diferente ──Se rió── Es verdad que los acosaba a todos como dijo mi padre.

Sonreí.

── Pobres niños, ya me los imagino a todos traumados por tu culpa.

── Sí bueno, tampoco es que fueran tan guapos. Suerte tuvieron de que alguien como yo se fijara en ellos.

Volví a reírme.

── Ah, bueno, con todos ustedes, el hombre más guapo del planeta Tierra ──Dije burlón.

── Gracias gatito, que bueno que tú sabes reconocer lo que tienes delante ──Nos quedamos mirando hasta que los dos nos reímos.

── Eres muy tonto.

Sonrió y apartó unos mechones de pelo de mi frente.

── Te daré tu espacio, no te atosigaré, no quiero que tomes una decisión por sentir que yo te presiono.

── Bien, gracias ──Me abracé a él.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora