Aceptando lo que sentimos (Yaoi)

Capítulo 34

Narra Oliver

En la tarde, él se sentó a mi lado en la mesa, pero con su ordenador porque iba a trabajar. Yo continué estudiando.
Muchas veces me desconcentraba y terminaba mirándolo a él.

── Desgraciadamente no te preguntarán sobre mí en el exámen ──Me miró sonriendo── Así que deja de mirarme y céntrate en el libro.

── Es que esto es bien aburrido ──Me quejé.

── Oliver ──Paró de hablar porque mi  móvil empezó a sonar.

── Es Patrick ──Dije feliz a la vez que contestaba. Él negó sonriendo.

── La excusa perfecta para que no estudies ──Hice como si no lo escuché y hablé con Patrick un momento, al colgar, lo miré.

── Él y Hannah vendrán en un rato, cenaran con nosotros ──Acaricié su nuca── ¿Te molesta?

── Sabes que no ──Dijo sonriendo── Pero él también tiene exámen, ¿no se supone que debería estar estudiando?

── Ese tonto siempre lleva todo bien. Además, yo me tengo que esforzar más por las horas que falté estando enfermo.

── Mmm, entiendo.

── Él se ha ofrecido a hacer de cenar.

── ¿Patrick? ──Me miró sorprendido── ¿Patrick sabe cocinar?

Me reí. Él me miró con el ceño fruncido.

── ¿A caso yo sabía cocinar cuando llegué aquí?

── Desde luego que no, casi me quemas la casa.

── No sé porqué eres tan exagerando ──Pellizqué su brazo.

── ¡Oye! ──Se frotó el brazo e hizo un puchero. Mordí mi labio sonriendo.

── Te ves muy guapo y tierno haciendo puchero ──Me acerqué y besé su labio inferior.

── ¿Ah, sí? ──Habló cerca de mi boca y llevó su mano a mi nuca── Que tú hagas pucheros siempre tiene efecto en mí, no lo entendía hasta justo ahora. Acabas de darme un beso porque yo hice puchero, no te librarás de mí, ahora lo haré muchas más veces.

── No sé quién me manda a ──Me interrumpió con un beso. Sonreí en medio de este.

── Tu eres lo más tierno y guapo que he visto en mi vida ──Aparté mi cara avergonzado y me separé un poco. Me gusta oír eso, pero igual me da vergüenza── Y cuando se te ponen las mejillas así ──tapé su boca interrumpiéndolo.

── Cállate, ¿no ves que me da vergüenza?

Rodé los ojos por su mirada divertida. Aparté la mano.

── En fin, a lo que iba, Patrick no sabe cocinar, come en la universidad todos los días menos algunos fines de semana o cuando come en casa de Hannah. Lo único que sabe preparar es cereal con leche ──Se rió── No te rías, si lo dejamos solo en la cocina, cenaremos eso. Así que te pido por favor, que te encargues tu y que él más bien te ayude.

── ¿Y qué me vas a dar a cambio?

── ¡Aprovechado! ──Lo empujé un poco.

── De acuerdo, entonces cenaremos cereales con leche.

Lo miré con los ojos achinados un momento. Quería estrangularlo. Él había vuelto a ver su ordenador como si nada.

── Está bien ──Suspiré. Me miró── Si la cena queda buena, te premiaré.

── Ya puede ir siendo un buen premio, porque la cena será lo mejor que comerás en tu vida.

── Mmm, no lo creo ──Tapé su boca antes de que hablara── Lo mejor que comeré en mi vida, será a ti.

Me moría de la vergüenza al decir eso, pero con Alesandro tenía que ir perdiéndola poco a poco.

── No vayas a burlarte ──Lo amenace. En cuanto quité la mano de su boca, echó su silla hacia atrás, me levantó e hizo que me sentara encima suyo. Eso me tomó por sorpresa.

── ¿Cómo voy a burlarme de que me digas algo así? ──Coló sus manos calientes dentro de mi sudadera. Fruncí los labios en una línea recta, ese solo contacto me puso la piel de gallina── Yo estoy loco por comerte a ti desde hace meses ──Habló cerca de mi boca. Cuando lo miré a los ojos, él estaba mirando mis labios, miré también los suyos. Primero pasé la punta de mi lengua por su labio inferior, por el superior y por las comisuras── Te gusta torturarme ──Se desesperó y me besó. Al principio era un beso normal. Pero fue subiendo de intensidad. No sabía en qué momento había empezado a moverme encima suyo, el caso es que me encontraba frotando nuestros cuerpos. Tenía sujetada con fuerza mi cintura. Tomé el bordillo de su sudadera, levantó los brazos para que se la quitara. Pero no llegó a pasar porque tocaron el timbre. Ambos nos miramos.

── ¡Abre ya! ¡Hace frío!

── Mierda ──Se quejó Alesandro mientras escondía la cara en mi cuello. Sonreí y lo abracé a mí── Me dan ganas de matarlo por interrumpir.

── Tómalo como un adelanto para que hagas la cena ──Me miró sonriendo, yo peiné su pelo.

── Ha sido muy bueno la verdad, ya estoy ansioso por ver el premio.

Negué sonriendo y me quité de encima.

── Vamos a abrir.

Una vez en la puerta, nos miraron raro. Él nos escaneó con los ojos entreabiertos.

── ¡Estaban haciendo cochinadas! ──Gritó sonriendo. Mi cara se puso más roja.

── ¡Te voy a matar imbécil! ──Grité. Él entró y pasó corriendo por mi lado, lo perseguí.

── A mí me costó al principio acostumbrarme a ellos dos, es entendible que los mires así ──Le dijo Hannah a Alesandro.

Al final, cuando me cansé de estar detrás de él, me dejé caer en el sofá. Él se tumbó a mi lado.

── Por lo que he visto cuando abrieron, deduzco que han avanzado, ¿no? ──Me susurró. Asentí sonriendo.

── Ahora somos novios, por fin.

── ¿De verdad?

── Sí.

Se lanzó sobre mí, le devolví el abrazo.

── ¿Ustedes por qué son tan bipolares? ──Sonreímos por la pregunta de Alesandro. Patrick se separó de mí y lo abrazó, Alesandro me miró sin entender. Levanté los hombros.

── Oliver es feliz ahora ──Le dijo cuando se separaron── Ha sufrido mucho todo este tiempo, así que te pido por favor que lo cuides ──Sonreí── Él merece empezar desde cero, feliz rodeado por nosotros, rodeado de amor.

── Te prometo que voy a cuidarlo ──Dijo sonriendo. Patrick me miró a mí.

── Tu promete que cuidarás de Alesandro.

Me puse de pié, justo delante de Alesandro, tomé su mano y levanté la cara para verlo.

── Yo también prometo cuidarte ──Mordió su labio con una sonrisa y acarició mi mejilla.

── Sé que lo harás.

Me puse un poco de puntillas y lo besé. Me sujetó por las piernas y me levantó. Rodee su cintura y su cuello.

── ¿No podemos echarlos? ──Susurró cerca de mi boca. Sonreí y le dí un golpe pequeño en el pecho.

── Por supuesto que no, no seas malo. Ahora, por favor, ve a la cocina ──Le dí un beso pequeño.

── Como tú me digas ──Dijo sonriendo y me bajó. Se fue a la cocina, donde estaban Hannah y Patrick, él nos había dejado solos en el salón luego de que yo le prometí a Alesandro que lo cuidaría.