Capítulo 49

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Narra Alesandro

Una noche, mis amigos me llamaron y nos invitaron a ir a una discoteca con ellos, aceptamos porque solo nos quedaba un día en Alemania y yo quería que Oliver lo pasara bien, pronto regresaría a las clases y yo a trabajar, así que no íbamos a poder salir tanto.
En la discoteca, él empezó a hablar mucho con mis amigos, y a bailar también. Eso sinceramente me hizo muy feliz, mi ex no se llevaba así de bien con ellos.
Me empecé a sentir incómodo cuando ví lo bien que él y Dante compenetraban. Dejé de bailar con mi amiga y regresé a mi sitio, desde ahí, los veía perfectamente, cosa que trataba de no hacer. Cuando empezó a reírse lo miré atentamente, se ve precioso riendo de esa manera, con el pelo alborotado y las mejillas ligeramente coloradas por las copas que se había bebido.
Intenté apartar la vista cuando Dante lo sujetó por la muñeca, se acercó a él, le dijo algo y volvieron a reírse.
Decidí mejor coger mi móvil. Justo cuando lo desbloquee, él se metió en medio de mis piernas y pasó las manos por mi cuello. Era un taburete alto, así que quedaba un poco más alto que él sentado.

── ¿Qué hace mi hombre sentado aquí en lugar de estar bailando con sus amigos?

Hice una pequeña sonrisa.

── Nada, solo me dió calor.

Nos quedamos mirando. Su mano empezó a masajear mi nuca.

── ¿No me lo vas a decir? ──Dijo al fin. Fruncí el ceño.

── No tengo nada que decir.

Suspiró con una sonrisa.

── La tía Caroline tiene razón, eres el mayor pero te comportas como un niño ──Iba a quejarme de eso pero habló otra vez── Te sientes incómodo al vernos a Dante y a mí de esa forma, sé que no son celos, porque si lo fueran, tú reacción sería diferente. No te sientes cómodo porque yo te dije que él me parece guapo, y ahora debes estar pensando en cosas que no van a pasar nunca porque te amo, la química que tengo contigo no la podré tener con nadie más porque lo nuestro es único. Siento que él y yo hemos conectado, pero como amigos, te tenemos a ti en común y eso me ha dado confianza para estar a gusto.

La tensión que sentía en los músculos, se fue. Y él lo notó porque sonrió. Bajó sus manos por mis brazos y los acarició sin apartar la vista de la mía.
Llevé las manos a su cintura y lo pegué fuertemente a mí. Soltó un pequeño gemido que me hizo sonreír. Sus manos se detuvieron en mis brazos, que me agarraban con algo de fuerza. Levantó su vista y dió con mis ojos.
Gracias a una de las luces que dió por un momento en su cara, descubrí lo rojitas que estaban sus mejillas.
Acaricié una de ellas.

── Te ves precioso con las mejillas así ──Mordió su labio con una sonrisa. Yo me centré en su boca. Me acerqué a deborar sus labios cuando soltó su labio. Subió sus manos a mi nuca y me agarró con fuerza.
Nuestras lenguas se mezclaron, sentía el dulzor y el alcohol de su última bebida.
Mordió mi labio sin hacerme daño y se separó un poco de mí mientras recuperábamos la respiración. Ambos sonreímos.

── Amor, tienes que decirme las cosas. Cuando estás celoso o algo te molesta, tienes que decírmelo. Somos una pareja y tiene que haber confianza. Estoy pendiente a ti, a tu expresión corporal, aunque parezca que no te estoy mirando, lo estoy haciendo. Sobre todo porque me tienes embobado con lo guapo y musculoso que eres ──agachó la cabeza mientras sonreía. Sonreí más y lo tomé por la barbilla.

── Tendría que haber hablado contigo, lo siento. Tendré que aprender de ti, tenemos que decirnos las cosas al momento y no dejarlo para luego ──Suspiré── Lo siento mucho, de verdad, sé que mi actitud te cansa y ──Me interrumpió con un beso. Cuando se separó, negó con la cabeza.

── Lo que me molesta es que no me digas lo pasa por tu cabeza. Entiendo perfectamente que estuvieras años sin tener pareja, pero ahora estamos juntos.
A parte de compenetrarnos perfectamente en la cama, tenemos que compenetrarnos también el uno con el otro para que la relación vaya bien.

── Tienes razón, te aseguro que no volverá a pasar, hablaré contigo cuando algo no me guste.

── Bien ──Dijo sonriendo y me miró de arriba a abajo sin ningún disimulo── Estás muy sexi, me gusta la ropa que te has puesto ──Se acercó a mi cuello, lo olió y luego pasó su lengua por este, mordí mi labio sonriendo── Y me gusta como hueles y sabes ──Dijo mirándome. No pude evitar reírme, ahora eran mis mejillas las que estaban rojas. Tomó mis manos y las dejó otra vez en su cintura, se acercó más y me besó. Se separó un poco de mi boca y me miró── Pero me gusta más como se te pone solo por escucharme y por tocarte ──Habló sobre mis labios. Mordí mi labio inferior y cerré los ojos cuando me tocó por encima del pantalón. Apoyé mi frente en la suya mientras intentaba mantener mi respiración normal── Vamos al baño.

Justo cuando iba a bajarme de la silla, me detuve por un aclaramiento de garganta, ambos miramos, era Dante. Oliver se puso de frente hacia él pero se quedó en medio de mis piernas.

── Os he hecho varias fotos ──Nos mostró el móvil, Oliver lo cogió. Lo abracé por detrás y apoyé mi barbilla en su hombro para ver. En la primera foto nos estamos besando y en la siguiente tengo la frente apoyada en la de Oliver con los ojos cerrados mientras sonrío, es justo el momento donde me estaba tocando por encima del pantalón, pero eso por suerte no se ve en la foto.

── Me encantan, ¿puedes pasármelas, por favor? ──Pidió Oliver.

── Por supuesto ──Cogió el móvil.

── Supongo que lo del baño ya no será posible, ¿no? ──Susurré en su oído. Giró un poco su cabeza para mirarme.

── Exactamente. Lo siento.

Negué con una sonrisa y besé su mejilla. Pegó más su espalda a mi pecho y apretó mis brazos que lo rodeaban.

── Listo, enviadas. ¿Pedimos otra ronda?

── Sí ──Dije. Oliver me miró.

── No tomes mucho, luego tienes que complacerme ──Me susurró. Sonreí.

── Yo voy a estar bien, a lo mejor eres tú el que se pasa de tragos, no sería la primera vez que me dejas con las ganas ──Se rió.

── Esta vez no pasará.

Aceptando lo que sentimos (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora