La Contención - *COMPLETA* ☑️

Interludio

Leslie siempre ha sido demasiado impulsiva. Aunque supongo que era algo común en nuestra clase. A fin de cuentas, nos gustaba fugarnos después del toque de queda para ir a ver películas y tomar cervezas cuando los padres de Ginna se largaban. Quizá no sea el mejor para hablar de responsabilidad y de meditar las cosas. A fin de cuentas, quedarme dormido me mató. Lo cual es estúpido si lo pienso, porque en el último mes no he hecho nada más. Solo tenía que llegar a maldito tiempo a una cita.

Y sé que es tarde para mí. Cada vez se me va más la cabeza. Cada vez le siento más en mí. Cada vez soy menos yo.

Hace días que sé que él ha ganado la batalla y yo solo miro, a la espera del maldito final. Y cuando vi a Bradley, o cuando no lo vi, más bien, al menos decidí que podía hacer una última buena cosa: ayudar a mis amigos parece una última cosa cojonuda.

Antes solo daba vueltas, despidiéndome de mi casa, de mi ciudad, visitando por última vez los lugares especiales en los que crecí o viví situaciones geniales. Y entonces vi lo que los zombis no eran capaces de ver. Al que se movía sin llamar la atención por los huecos, aprovechándose de que los zombis, sin nadie que los dirija, no son muy listos. Y así di con Bradley. Fue divertido ver como de pronto aparecía el cadáver de un zombi que un momento antes aporreaba un cristal sin ningún motivo o cómo un segundo después, seguían una piedra solo por el ruido. Bradley es muy ingenioso, pero yo le pillé.

Nos habría ido mejor si el Original no hubiera sacado a los zombis del metro, claro. O de dónde sea que tuviera a la gran mayoría, y encima saber que fue culpa nuestra... No me he atrevido a decírselo a Leslie, pero cuando nos escapamos de casa él también decidió hacer el siguiente movimiento. Hasta entonces el juego pasaba lejos de casa. Algunos zombis aquí y allí tratando de aumentar la población de monstruos, pero esto... Esto es una locura.

El laboratorio estuvo años y años experimentando con gente, de la ciudad y, sobre todo, de fuera. Un centenar de zombis encerrados en el sótano del laboratorio, atrapados, esperando, durante años. Porque eso hizo él, el Original. Esperó y esperó, paciente. Y cuando supo que su ejército era más grande que el de la ciudad, quiso llevar su don maldito al mundo.

Es un niño al que cogieron y torturaron solo por ser diferente y ahora quiere venganza y la quiere contra todo el mundo. Tengan la culpa o no la tengan.

Y nosotros hemos tenido mala suerte. Mala suerte de estar en medio. Mala suerte de haber nacido en esta ciudad. Mala suerte de que él nos conozca.

Tan mala suerte que he perdido antes de saber ni a qué juego estoy jugando.

Pero ayudaré a Olivia, Leslie y Bradley a salir de la ciudad y mi muerte merecerá la pena. Han muerto cientos, quizá miles de personas en esta ciudad en el último mes. ¿Cuántos pueden presumir de que su muerte haya servido para algo? No, la mayoría no pueden, pero yo sí.

―Les... ―Bradley trata de parar a su hermana, pero yo sé que no podrá, porque la conozco: es demasiado impulsiva. Toda mi clase lo es.

Somos una especie rara. Eso nos dijo Trevor cuando se unió a nuestro grupo. Dijo que nunca había visto a un grupo tan unido, tan cercano. Nos apoyábamos los unos en los otros, éramos una familia especial. Y ya solo quedan dos. La familia ha sido hecha pedazos, desmembrada, atenazada, golpeada, separada con crueldad... Pero Leslie es capaz de seguir luchando.