Capítulo XX: Identificados con un elemento

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Me sorprendió la rapidez con la que Karla estaba recordando todo, incluso recordó de que ese libro estuvo en mi alcoba el día de mi coronación y ni siquiera yo lo vi.

Puede ser —le contesté.

Veamos qué tiene el libro en cada una de sus páginas —dijo mientras se sentó a mi lado.

Esta es la primera página —indiqué, volteé la hoja. El libro desprendió un olor único: a manzanilla —. Es el índice, pero no tiene más que títulos sin números de página.

Quizá sea un estilo —indicó Karla.

Pasé a la siguiente página y el título decía: "La Historia de la Magia", pero no había nada escrito. Entonces pasé a la página siguiente, pero también estaba en blanco. Karla dijo:

¿Para qué escribirían un libro, si no tienen de qué escribir?

Por instinto seguí pasando de página, hasta que encontré una con contenido. El título decía: "Identifícate con un elemento". Sin pensarlo dos veces, Karla y yo comenzamos a leerlo.

Me esforcé en copiar la mayor parte del texto del libro, que dice así:

«Identificación elemental»

«La Corona de la Dinastía Greola posee gran poder de los cuatro elementos. Cada vez que se proclama a un nuevo rey, automáticamente la Corona le asigna un elemento al individuo que portará y poseerá la Corona. El individuo deberá desarrollar el elemento asignado, conforme a su elección. Es decir, deberá dominarlo para el buen uso humanitario. Si el individuo no podrá dominarlo, automáticamente la Corona le quitará el poder al portador. Para saber cuál es el poder que pudo haberte asignado la Corona, lee atentamente las siguientes descripciones de los elementos:

1. Fuego: Se asignará el dominio total de este elemento al individuo de carácter valiente, confiado, imponente y fuerte emocional y físicamente. La persona destaca por enfrentar las crisis que se le presenten. Esta persona es un tanto testaruda, pero sabe tomar decisiones correctas y siempre trata de que las cosas se hagan a su manera. Sus pasatiempos favoritos son dibujar, viajar y caminar.

2. Tierra: Se asignará el dominio total de este elemento al individuo de carácter vulnerable. La persona destaca por ser un poco rebelde, hogareña y extrovertida. Esta persona, en algunas ocasiones, provoca malentendidos o menciona asuntos que no debía. Aun así, esta persona también destaca por ser amigable y con buenos sentimientos en su interior.

3. Agua: Se asignará el dominio total de este elemento al individuo de carácter pacífico, tolerante y comunicativo. La persona se destaca por ser sincera con todas y todos. Si recibe críticas, esta persona opta por no decir nada, prefiere mantener la paz interior y exterior. Sus pasatiempos favoritos son cocinar, bailar y nadar.

4. Aire: Se asignará el dominio total de este elemento al individuo de carácter paciente, amable y solidario. La persona destaca por ser sonriente y de buen humor. Esta persona sabe identificar las acciones buenas y malas, para luego juzgar según su criterio. También se destaca por ser una persona creativa, trabajadora y de buen liderazgo. Sus pasatiempos favoritos son escribir, cantar y leer. Le encantan las plantas, los animales, la lluvia, la música y sobre todo, los atardeceres.

Recuerda que las características varían en cada persona. Quizá pudiste identificarte con más de un elemento, pero sería un caso de coincidencia. Solo puedes enfocarte en el elemento con el que te identifiques más. Si crees tener el poder de controlar y dominar uno de los cuatro elementos, lee la sección: "Domina tu elemento".»

¿Con cuál te identificas? —indagó Karla.

Considero que con el elemento del aire —respondí—. Pero como dice el libro, me identifiqué un poco con cada elemento. ¿Tú te identificaste con alguno?

Sí, con el elemento del fuego, pero no podría dominarlo. La magia no está en mí.

¿Cómo puedes deducir eso? —pregunté.

Porque no soy portadora de la corona, entonces no me otorgaría ningún poder, es obvio. Pero tú sí podrías dominar uno.

Con mucha curiosidad pasé a la página siguiente, también me esforcé en copiar la parte textual del apartado «viento»:

«Domina tu elemento»

«Si te identificas con el elemento del viento, debes ser una persona sabia. Estos son las instrucciones para aprender a dominar tu poder:

1. Debes estar seguro de que la corona te otorgó este poder.

2. Con ayuda de la varita, empieza a hacer movimientos circulares al aire libre. Elige un lugar donde no te distraigas.

3. Cuando domines el uso de la varita con movimientos simples, comienza por hacer tu primer hechizo más básico, que está explicado en la sección: 'Hechizos básicos'.

4. Entrénate poco a poco, subiendo el nivel de tus hechizos cada vez.

5. Desde el hechizo más básico hasta el más difícil, siempre necesitarás la varita.

Cuando domines por completo tu elemento, podrás usarlo para un bien común..."»

¿La varita? —dijimos Karla y yo al unísono.

¿Tienes una varita mágica? —preguntó Karla, al mismo tiempo que sus ojos se iluminaban por el asombro.

No, yo estoy seguro de que no. Tendré que preguntarle a papá...

Sin darme cuenta, el libro se resbaló entre mis dedos, cayó al piso y de él se desprendió una hoja doblada. Recogí ambos objetos y sostuve esa hoja. Con lentitud la desdoblé.

Es un mapa de nuestra ciudad... Se ve antiguo —afirmó Karla.

Y el volcán nevado está marcado con una "X" —añadí, refiriéndome al volcán más cercano que está ubicado en nuestra ciudad.

¿Qué tal si es un simple libro de geografía? —el modo broma de Karla se activó—. Probablemente, puede haber algo ahí, deberíamos ir a explorar en algún momento. Hace tiempo que no salimos de excursión.

No creo que sea buena idea —traté de no sonar muy rudo—. ¿Recuerdas que las entradas al centro turístico del volcán fueron clausuradas hace pocos meses? Se registraron varios derrumbes en ese lugar. Además, ahora debemos concentrarnos en esto de la magia y preguntarle muchas cosas a papá.

Es cierto —dejó unos segundos de suspenso—. Pero tus padres nunca están en casa y podríamos ir allá sin que lo supieran.

No es ese el problema, ambos sabemos que ni por más amables que sean mamá y papá, nunca nos dejarían ir allí. El problema es que no termino de comprender muchas cosas, como... lo de los hechizos y todo lo demás. Entonces deberíamos seguir leyendo o hablar con papá...

Pude seguir hablando con Karla, pero ella repentinamente tomó la corona sin mi permiso.

¡Suelta eso! —exclamé del susto. Sí, temía que volviera a temblar y que pudiera pasarle algo a Karla.

Pero ella, testaruda como siempre, me ignoró y se puso la corona a modo de juego. Entonces, sucedió lo que más temía...

El diario de un rey: la coronación [LIBRO 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora