Zoé

Capitulo 49

PolyMouse, trás la máscara Mylene, no era muy buena peleando, era su primera vez como heroína estaba nerviosa y muy asustada pero acepto la misión después de ver a sus amigos y su novio ser víctima del akuma.

Quería ser de ayuda para variar, Iván siempre procuraba ponerla a ella en un lugar seguro sin importar que no hubiera espacio para él, ese monstruo estaba retorciendo su idea de un planeta más limpio y mejor, debía ser un trabajo conjunto donde todos hicieran su trabajo y disfrutarán de igual manera de las recompensas, como lo era respirar un aire más limpio, pero la sangre y destrucción no era el camino correcto.

Ladybug le había dado su amuleto encantado, un objeto creado por su magia para derrotar al villano según lo que le dijo la heroína. Por lo regular es un objeto sin sentido que probaba el ingenio y la inventiva de la heroína de rojo y negro, está vez se había materializado un patín para usarse en el hielo, por lo que podían suponer la navaja servía para cortar la banda que cruzaba por el pecho del alcalde que lo señalaba como mandatario de la ciudad y si sus suposiciones no estaban equivocadas, ahí debía el akuma.

Los nervios y el miedo pues la estaban dejando paralizada, la superficie poco estable la hacía resbalar constantemente. ¿Dónde se supone que estaba la ayuda que llegaría para apoyarla?.

Maldictador al igual que todos los akumas era dotado de fuerza y agilidad sobrehumano potencializado por su falta de juicio y conciencia había golpeado a la chica ratón usando ésas nuevas habilidades de una simple patada había dejado a la chica en el piso ahora ella lo miraba con horror iba a acabar rápidamente con ella todavía le faltaba conseguir los miraculous para Shadow Moth y después de eso podría vivir en paz junto con sus hijas en un nuevo mundo perfecto solo era cuestión de un último golpe.

La portadora vió una luz salir de la nada en el aire.

Si las películas de cienciaficción no se equivocaban debía entrar por ahí para llegar hasta André.

Entonces simplemente se movió más rápido para lanzarse ahí. Se imagino que sería igual que sumergirse en una alberca, saltó mordiéndose los labios para no gritar, contenido el aire hasta que aterrizó.

La superficie era resbalosa por lo que supuso que debía estar sobre la sanguijuela, fue un breve momento que sus pies resbalaban atentando contra su equilibrio, hasta que pudo mantener la firmeza de sus piernas, no pensó que se sintiera como si tuviera jabón encima.

Dió un rápido vistazo intentando comprender la situación, todo era extraño y para no perder la concentración se mentalizó imaginando que estaba en un juego de vídeo de realidad virtual, era casi igual: estaba dentro de una esfera verde, sobre una sanguijuela gigante, viendo a una chica con el disfraz de un ratón, peleando con alguien que se le recordó mucho Napoleón Bonaparte.

¡Uff!, Era para volverse locos.

Se impulso, no se supone que debía estar siendo solo un espectador. Tomando el juguete de su cintura que Chloé le dijo y era su ¿Arma?...

¿Qué clase de arma es un trompo? ¡A quién rayos se le ocurrió!. Habiendo espadas, cuchillos, lanzas, flechas. ¡O qué no se supone que usan magia! ¿Dónde está su báculo con un gran cristal en la punta?. Debía estar agradecida que no fueran unas canicas.

—¡Alto ahí tu-tu-tu ...! —. ¡Ahs! ¿Cómo hacía el hombre araña para improvisar sus chistes? Zoé creyó que debía decir algo impactantemente heroico, pero se quedó en blanco— ¡Tu...malvado! —. Eso sonó tonto.

La portadora del miraculous de abeja se quedó quieta con los músculos tensos como Maledictador se volteaba para verla de frente, el corazón de la chica dió un vuelco al ver los ojos del hombre al que también podía llamar papá. André poseía unos ojos azules muy claros y brillantes, un poco cansados en ocasiones, pero muy bellos no como los de aquel tipo su iris era de color naranja y el globo era púrpura, lo que transmitía en ellos era miedo, ya no había cariño en ellos, era imposible que fuera la misma persona.