Capitulo 44

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Sofíe espero paciente a qué Zoé se conectará, tenía tres semanas sin saber de ella. En la última llamada la rubia había estado llorando mientras le contaba todos los acontecimientos que le habían sucedido, Chloé en el hospital, que había perdido a sus amigas por decirles la verdad y que le había gritado a su mamá. !Huy! la pobre rubia no lo había estado pasando bien, pero no estaba dispuesta a regresar a Nueva York, ella había dicho:

—No quiero volver a salir corriendo de un lugar por qué las cosas se complicaron. Si mis amigas no me perdonan están en su derecho, les mentí, yo también estaría molesta si me dijeran las mismas tonterías que les dije. Quiero estar aquí ahora también por Chloé y el señor André, mamá nunca se dignara a estar en el hospital haciendo guardia y aún que jean Claude y la señorita Bustier están ayudando en el trabajo de cuidar a Chloe, yo también quiero hacer mi parte—. Se oía tan decidida manteniéndose firme aunque no lo estaba pasando bien, por lo que Sofíe la ánimo a seguir adelante.

Los golpes duros te hacen madurar.

Ahora la rubia aparecía de nuevo en el monitor mucho más animada y sonriendo.

—¡Wow rubia, cuanto tiempo! ¿Qué te tiene tan feliz? —pregunto Sofíe, mientras Zoé que estaba tumbada en su cama tirada en su estómago, recargando su móvil en las almohadas, se sacudía de la emoción.

—¡Chloé por fin regreso a casa! —gritó—. Los doctores la dieron de alta, dicen que todavía debe tener cuidados especiales y una cuidadosa dieta pero está mucho mejor —, decía con una gran alegría que divertía a Sofíe, había escuchado a su amiga hasta el cansancio quejarse de la "estúpida Chloé" que ahora verla alegrarse por ella era un cambio, raro pero refrescante.

—Magníficas noticias entonces.

—¡Super magníficas!. Sabrina me dijo que tuvo problemas al integrarse a la dieta sólida en un principio, pero ahora ya es capaz de terminar toda su ración y Adrien dice que su ánimo va en aumento rápidamente. El señor André está súper feliz por su gran avance.

—!Oye, oye rubia! ¿Dicen? ¿Es decir que tú no la has visto?.

Zoe suspiro. —Si y no. Pasó un rato con ella cuando está durmiendo, no se cómo vaya a tomar mi presencia si me ve cuando esté despierta, no quiero provocarle un disgusto y por ello una recaída.

—¿Entonces solo la mirás dormir? ¿No es aburrido? —. Zoe negó.

—Lo era hasta que se me ocurrió empezar a leerle. Adrien me dijo que así hacía su mamá para animar a Chloé, tiene cientos de cuentos, aunque todos en francés, es mucho más difícil leerlo que hablarlo. La señorita Bustier me ofreció un curso de regularización que me vendría bastante bien, creo que retomaré mi último año antes de la universidad, seré la más grande del salón en el Fransua Dupont pues el director Damocles ya me tienen reservado un lugar para el siguiente ciclo escolar, se toma muy enserio la educación, se puso pálido cuando le dije que había dejado la escuela —. La chica río recordando ese momento.

Entonces ya no volverás. Pregunto con tristeza Sofíe.

—Por ahora no. Quiero estar aquí por Chloé, el señor André, mis nuevas oportunidades, Luka... —Se sonrojo—. Tengo mucho que hacer aquí en París.

—¿Pero... tu papá y Chandra, Kenia? me habías dicho que también estabas intentándolo con ellas.

—Y lo estoy haciendo —dijo con firmeza Zoé—. Al señor André le recomendaron buscar ayuda psicológica a Chloé para tratar sus inseguridades y pues da la casualidad que yo conozco a la mejor psicoterapeuta de todas, experta en niñas rubias caprichosas. Estarán aquí dentro de unas semanas, están esperando a que Kenia empieze sus vacaciones de verano.

ZoéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora