Los nervios carcomían a Charly que no dejaba de mirar al hombre sentado frente a él. Si mal no recordaba, era el mismo que acompaño a André cuando se vieron por primera vez, se había presentado con el nombre de Jean Claude el mayordomo de la familia del alcalde, que los llevaría a la residencia de este.
Kenia y Chandra eran indiferentes a sus nervios, las dos estaban disfrutando mucho del paseo en ese insultante auto de lujo. El pobre Charly creyó que al bajar del avión, encontraría a su hija y no a una comitiva de bienvenida.
Al por fin detenerse el auto, por no decir limusina, Charly bajo rápidamente, casi huyendo del vehículo, para detenerse de golpe al ver la impresionante fachada del hotel Grand París.
—¡Maldición!—. Había olvidado que André era el dueño.
Lo había heredado de su padre, era como la versión masculina de París Hilton (jajaja) él París de París en París, mal chiste, su cabeza no estaba muy cooperativa. No era muy de su agrado regresar al país, con tantos años en Nueva York ya se sentía neoyorquino hasta los huesos, pero no podía dejar sola a Chandra la que se había comprometido con Zoé para impartir pláticas en esa escuela dónde André la metió, su mujer con casi cinco meses de embarazo no quería perder la oportunidad de fortalecer lazos con Zoé, que desde su muy repentino y sospechoso cambio, llamaba a Chandra y Kenia con más regularidad de lo que hablaba con él.
Había ido con dos propósitos, uno: acompañar y apoyar a su esposa. Dos: llevarse a Zoé de vuelta a casa antes de que la perdiera pará siempre.
Si era un papá celoso.
—Tranquilo no la vas a perder —le dijo Chandra tomando su mano, la mujer sabía de sobra los temores de su esposo.
—Es que, siento que lo haré. Nunca fuí un gran padre como para que ella me eligiera sobre André. Si lo hubieras visto, cuando Zoé era bebé, André la miraba con una gran adoración que realmente no parecía importarle que ella no fuera su hija. Tiene muchas otras cosas por las que seguro Zoe me cambiaría—. Charly barrio con la mirada la fachada del elegante hotel, pensando en los millones que André poseía y lo poderoso que es el dinero.
—Ella no es como Audrey —expreso Chandra— Deja ir el pasado hiciste un buen trabajo con Zoé, no el mejor, pero hiciste lo suficiente para tener una maravillosa hija. Confía en ella y apoya sus decisiones, te sorprenderás si le das la oportunidad y sobretodo tu confianza —. Charly no se sintió tan optimista como hubiera deseado, Jean Claude pidió que lo siguieran por lo que Charly un poco temeroso de agachó para tomar a Kenia en brazos y empezar a seguir a al hombre hasta las habitaciones de la familia Bourgeois, era mejor no seguir retrasando el desastroso encuentro que se venía.
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André caminaba de un lado a otro mareando a Zoé, que no podía creer que él estuviera nervioso.
El hombre se había encargado personalmente de arreglar el ala del piso que ocuparía su famila, estaba desviviéndose por que todo fuera perfecto, consultando continuamente con ella si la decoración, las alfombras o las cortinas serían del agrado de su papá Charly.
—Papá, basta. ¡Me estás mareando! —se quejo Zoé levantándose para detener al hombre que estaba empezando a formar un surco en el suelo.
—Lo siento querida. Pero, es que se supone que ya debieron llegar. Qué tal si tú padre se arrepintió se último momento.
—Lo dudo mucho. Chandra me aseguro que los dos vendrían, además de que si papá se ponía necio, ella hiba a hacer usó de unos pequeños "trucos". Tiene acceso a drogas controladas de seguro no tardan, jean Claude debe estar teniendo problemas para traerlo cargando de lo dormido que debe estar —. Aseguro Zoé con una pequeña sonrisa en el rostro, al imaginarse la escena.
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Zoé
FanfictionQuería saber sobre el pasado de nuestra nueva heroína del miraculous de la abeja y pues como no existe, me lo inventé. No esperen canon pues la verdad no me gustó. Incluí algo de abuso escolar por lo que pido respeto y aclaró que de ninguna manera a...