Tabi era modelo y actriz desde los tres años había estudiado actuación pasando por las más importantes academias de actuación y danza, tenía lo que se necesitaba para triunfar talento, preparación y belleza pero no había podido hacer valer su talento pues sus padres habían estado limitando sus capacidades por querer que terminara la escuela y consiguiera un título universitario. Ahora casi rozando la mayoría de edad estaba deseosa de salir del control de sus padres y emprender el vuelo hacia Hollywood con o sin su aprobación.
Después del accidente con Mayra Jobs sus padres se volvieron muy estrictos, pues no querían que otro "accidente" igual volviera a suceder. Tabi no era una chica rebelde era todo lo contrario una niña mimada, extremadamente mimada no había nada que se le negara hasta hace poco, la conducta auto-protectora de sus padres la tenía de mal humor, pues de la noche a la mañana casi todos sus beneficios habían sido cancelados, lo más doloroso es que habían vaciado su cuenta bancaria para cubrir el -de nuevo- "accidente" de Maya; un dinero que era legalmente suyo y que había estado trabajando desde pequeña haciendo comerciales de productos para bebé, pero ya no más así como ellos ya no estaban dispuestos a ver por ella y su carrera pues Tabi tampoco.
Todo dependía de la audición de esa tarde, era una producción nueva traída de Europa, un extraño musical sobre un gato y una catarina radiactiva que supuestamente eran súper héroes (algo así como Spiderman y Batman pero a lo francés) si quedaba con el papel principal empezaría con el trámite del juicio con el que pedía su emancipación y ser legalmente libre. El papel y la obra le importaba un pepino pero necesitaba el dinero no se iba a aventar a la deriva así por que si, ganaba bastante bien como modelo pero eso le tomaría un poco más de tiempo pues no estaba dispuesta a renunciar a sus gustos que eran bastantes caros y pues la verdad su cuenta bancaria no tenía tantos ceros como antes, ¡Gracias papá, gracias mamá!.
A si que, si quería emprender el vuelo tendría que conseguir con que sostener se las primeras semanas pues estaba segura que de inmediato le iban a llover propuestas de trabajo. Tenía que admitirlo estaba nerviosa y algo temerosa pero Tabitha como buena actriz estaba fingiendo estar en serenidad y control como un monje tibetano.
La escuela era aburrida y sus amigas aún más, en esos momentos el trío de oxigenadas estaba riendo escandalosamente, como una manada de hienas, por un chiste sin gracia que había dicho con el propósito de jugar con ellas, un poco. El chiste de por qué la gallina cruzo la calle era el más viejo y gastado, pero las tres tontas que estaban junto a ella se echaron a reír como si fuera la mejor broma del mundo, verlas secarse lágrimas invisibles eso sí era divertido, tan patéticas y hablando de...
—Hola Tabi...—llegó Zoé a saludar.
—Hola primor —respondió con dulzura, agridulce, bastante falsa, mostrando sus perlados dientes perfectos antes de inclinarse y dar dos besos simulados en las mejillas de Zoé,(aunque en realidad parecían gallinas dando picotazos al aire, pues no estaban ni cercas de tocarse) nada más hicieron tronar sus labios un escandaloso !Mua! y luego reír como tontas. Sofíe rodó los ojos conteniendo el impulso de resoplar.
Tabitha entonces paso a hacer su inspección, Zoé era bonita, muy bonita hasta casi podía despertar su envidia pero tenía el ego hinchado como globo aerostático, nadie era mejor, ni más que ella. La rubia, era otra de ésas tontas que aspiraban a ser como ella. Zoé había empezado bien desde que puso pie en instituto era la hija de un fotógrafo importante y siempre lucía a la moda con accesorios que tardé o temprano terminaban en sus manos, la gente moría por llenarla de regalos bonitos. Mientras barría con la mirada a Zoé, quién estaba por decirle de lo aburrida que eran las clases de álgebra (aunque era una de sus materias favoritas, la señorita Roxane hacía sus clases entretenida y valga la redundancia educativas) pero Tabi la interrumpió al notar sus bonitas manos.

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Zoé
Hayran KurguQuería saber sobre el pasado de nuestra nueva heroína del miraculous de la abeja y pues como no existe, me lo inventé. No esperen canon pues la verdad no me gustó. Incluí algo de abuso escolar por lo que pido respeto y aclaró que de ninguna manera a...