27 de septiembre del 2016.
Sicilia, Italia."Lo sporco segreto di Carlo"
Daba vueltas en la estrecha cama intentando disipar el insomnio, pero parecía imposible.
Suspiré con cansancio mientras fijaba mi vista en el techo de la habitación de dos por dos, ya que así eran los cuartos para la servidumbre, aunque sin duda alguna agradezco que existan, es mucho más cómoda que el suelo húmedo de los calabozos, pero tenía el mismo aire de mala muerte que ahí abajo. Me levanto de golpe para así sentarme en la cama cuando los recuerdos de lo que paso hace horas llegan a mí, no puedo dejar que eso vuelva a mi mente, ahora necesito descansar porque mañana tendré que seguir averiguando dónde mierda están mis dos agentes, pero me resulta imposible conciliar el sueño cuando me doy asco a mí misma. Siento las desesperantes ganas de arrancarme la piel con tal de borrar su tacto de mí.
Me sujeté la cabeza mientras intento meterme bien adentro que esto es mi trabajo, pero inevitablemente existe esa pequeña parte que me dice que a pesar que estos sea una obligación, fuera de sí lo disfrute o no y alejado de que siento asco de mi cuerpo, algo me grita de forma ensordecedora que ahora mismo todos mis antepasados se están retorciéndose al saber que dejé que alguien con ese apellido me tocara más que un cabello.
Me removí y rápidamente me levanté de la cama, para dirigirme hacía la puerta de la habitación y así ir con sigilo al baño, en el cual me encerré.
Respiraba agitadamente como si hubiera corrido un puto maratón y coloqué mis manos en cada lado del lavabo, para luego abrir el grifo y mojar mi cara con agua helada dándome un pequeño flashback de los calabozos, pero rápidamente eso se esfumó cuando levanté la mira y me observé al espejo.
Sentía repudio del más puro, jamás me agrado el hecho de tener que mirarme al espejo porque sabía que nunca estaría satisfecha con lo que vería, siempre me exigía más y más, quizás Doménico me había dejado esa estúpida costumbre.
Joder, esto no debería afectarme, tengo bien en claro para qué vine y no pienso dejar que una follada con Hades arruine todo aquello por lo que luche tantos años, pero en lo profundo de mí al observar mis ojos verdes por un momento podría jurar que no son míos, si no los de él, que me observan con asco, desprecio y lo más importante con una profunda decepción, aunque entiendo el por qué lo haría, después de todo, dejé que me tocara aquel hombre que carga con el apellido que nos llevó a la ruina. Estuve con un Giordano, seres que traicionan, lastiman, odian y asesinan, eso es todo lo que supieron hacer con los míos.
Estuve con el maldito asesino de ellos.
Niego con la cabeza mientras quitó mis ojos del reflejo para quitar esos pensamientos que no voy a dejar que me ganen, no pienso permitir que mi mente juegue en mi contra, porque ya bastante pase para llegar aquí y todo lo que hago es para tener justicia, por lo que si tengo que ser su maldita zorra lo haré con tal de algún día poder quitarle todo aquello que le queda, porque jamás le dejaré ser libre y feliz, porque mientras yo exista lucharé hasta mi último aliento por hacer miserable su vida. No pienso perder. No otra vez. Ganaré esta guerra aunque sea lo último que haga y nunca dejaré que un Giordano subsista en este mundo, el cual está dejando en ruinas.
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Vendetta © [+21] ✔
RandomLibro I de la Saga Traiciones: Vendetta. [COMPLETA] Raina Salvatore; Fuerte, poderosa, vehemente, leal y sumamente manipuladora. Es una soldado perteneciente a la rama militar oculta más importante del mundo, los Survivors, en la cual se entreno por...