Capítulo 23

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3 de octubre del 2016

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3 de octubre del 2016.
Moscú, Rusia.

"La testa di Pakhan"

Caminaba sin siquiera hacer caso al desastre que corrompió a la monarquía, solo podía concentrarme en llegar a mi destino, mientras todo mi alrededor perdía el sonido y solo podía ver al palacio vuelto un caos y al pueblo esperando por las llamas que pronto se extenderán por la ira que me toma de esa manera salvaje y la cual nadie quiere provocar, ya que bien se sabe que un sádico con el apellido Kozlov es sinónimo de perdición.

Iba a un paso firme y seguro dando pisadas fuertes, haciendo resonar mis botas por los interminables suelos de mármol, mientras sentía voces sin relevancia a mi alrededor.

No me importaba que los Boyevik me exigieran inmediatamente una respuesta sobre donde se encuentra su Pakhan, porque si ahora mismo les confieso que está en manos italianas tendré grandes problemas y no solo con ellos, con Rusia entera, incluso con los búlgaros que me exigirán con rapidez que idee una estrategia para volver a traer al Boss a su tierra, pero ahora todo se me está yendo de las putas manos por esos Giordano de mierda que hace tan solo horas entraron en mi maldito territorio y a mi palacio para capturar a mi padre, que seguramente ahora mismo sabe el por qué esta en las manos de ellos y querrá arrancarme la cabeza, pero eso ahora no es importante, necesito buscar como sea la forma de traerlo de vuelta, ya que aunque pasaron tan solo horas de su captura todo se jodio.

Los búlgaros me piden una explicación, los krysha están desesperados y ya quieren comenzar a bombardear al mundo por la falta de su Boss, el pueblo teme ante la estúpida idea de que mi padre pueda ser ejecutado, porque si eso sucede Rusia dejará su tranquilidad y comodidad para entrar en una contienda que no acabará hasta que el líder sea vengado, pero mi padre necesita a más que unos italiano cargados de una patética elegancia para acabar con él.

Camino directamente a la oficina en donde sufrimos aquel atentando para reunirme directamente con mi Sovietnik, quien fue el consejero de la familia Kozlov desde que mi padre Nikolay era joven, por lo que es un viejo bastante amargado y viviendo casi su lecho de muerte, pero la mafia confiaba en él como en nadie, siempre nos guío a la cima y dejó a nuestro apellido en la cima del mundo, ya que la Bratva surgió en Rusia desde hace siglos y puedo decir orgullosamente que sigue bajo el poder de los Kozlov. Fuimos quienes creamos esta mierda y no pienso permitir que unos italiano que llegaron hace menos de medio siglo se crean superiores a nosotros, simplemente por sacarse de encima a las anteriores mafias de su territorio.

Los Kozlov somos la mafia de la mafia, somos los dueños de todo este mundo y si tengo que volver a luchar para seamos los únicos grandes lo haré, poco me importa pasarme la puta pirámide por los huevos, después de todo, el tratado de G.R.A.Y se rompió cual pacto de Versalles.

Finalmente llegué a las puerta de la oficina de mi padre y sin tocar o anunciar mi presencia la abro con fuerza, haciendo que todas las personas dentro volteen hacia la puerta para luego poner la cabeza en alto mirándome directamente a los ojos, ya que no permitiría que mi gente baje la mirada ante mi presencia, quiero personas con cojones, que se atrevan a mirar al creador del mundo a los ojos. Yo no hago la mierda de Hades, de creerse un Dios superior al que nadie puede ver directo a los ojos, yo quiero gente valiente y con fuerza que me demuestre cuan a la altura están.

Vendetta © [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora