Capítulo 47

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14 de diciembre del 2016

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14 de diciembre del 2016.
Sicilia, Italia.

"Le forze delle tempeste e del fuoco"

Mi cuerpo se encontraba rígido, diría que casi inmóvil, mientras sentía cómo las pequeñas gotas caían de mi cabello mojado y mis ojos hinchados ardían ante la cantidad de lágrimas que estos expulsaron lejos de mi sistema. Estaba en el vestidor de Hades, sentada en el puto suelo con solo una bata puesta, porque aunque intenté fingir que todo estaba bien, luego de salir de esa ducha fue casi imposible hacerlo, por lo cual solo caí al suelo y pude sujetar mis rodillas en busca de algo de calor en aquel letal invierno que me está congelando lo poco que creí que aún tenía vida en mí.

Mi pecho arde al saber que aquel ser asqueroso y repulsivo está detrás de esa puerta esperando para dormir, eso me hace querer simplemente arrancar a los tiros para finalmente matarlo. Joder ¿Por qué esto tiene que ser así? Siempre supe las consecuencias que esto traería, que dolería, que me joderia la vida más de lo que ya estaba jodida e incluso sabía que luego de esto perdería todo lo poco que aún tenía, pero siempre creí que valía la pena por mi familia y aunque me repito que lo hago por ellos, una parte de mí, una que juré muerta y enterrada hace demasiado, me grita que por hacer justicia por algo muerto estoy matando lo poco que aún quedaba con vida. Lo estoy perdiendo todo y no lo entiendo, sé que no soy un maldito ángel, que hice el mal y que probablemente termine en el mismo lugar que los Giordano, pero ¿Por qué el maldito mundo se empecina con hundirme en la derrota?

¿Por qué quieren sacármelo todo? No importa que sea, si mi alma, mi única familia, mi Élite, mi fortaleza o incluso la posibilidad de tener un hijo, cualquier cosa que posea el mundo quiere quitármelo de la forma más cruel y sanguinaria posible.

¿Por qué cargó con esta pena? Solo quiero ser libre de los fantasmas que dejaron mi familia y poder cumplir con el último deseo de Doménico, debo de demostrarle desde donde quiera que este que sí puedo, que no soy una débil y que voy proteger a los míos, aunque solo estoy demostrando lo contrario, porque ahora solo soy una maldita débil.

Suspiro mientras aprieto el arma que yace entre mis manos y que hace doce días disparó a la única persona que aunque parecía odiarme me enseñó a ser fuerte, a demostrarme que yo debía de ser mejor que todos, que tenía que hacer valer mi apellido. Doménico hizo sufrir a mi alma, pero solo quiso que entienda que la vida no es fácil y que nunca lo sería, y si esta es una hija de puta, yo debía de serlo tres veces peor.

Me levanté decidida, a pesar de que mi cuerpo solo quería descanso y me miré por el gran espejo que ocupaba gran parte de aquel vestidor fundido en colores negros y grises, mientras miraba aquellos ojos tan idénticos a los de él y a los de papá. Y apreté aún más el arma entre mis manos, quitando todo estúpido pensamiento de mi mente, mientras está recordaba los gritos de Doménico diciéndome que debía de ser fuerte, que tengo que ser una Survivor capaz y hacerme leyenda, de esa forma mi alma jamás moriría.

Vendetta © [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora