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Capítulo 37

2 de noviembre del 2016.
Sicilia, Italia.

"due troie manipolatrici"

Mi respiración intenta ser normal, pero al ver mis manos miles de imágenes pasan sin parar y solo puedo recordar el rostro de Lorenzo al escuchar la noticia de que su compañero había sido ejecutado, pero cuando Zeus relató la historia su mirada recayó en mí, sabiendo perfectamente de qué se trataba de algo más, pero no era momento de confesiones o de verdades, no aún, no cuando ni siquiera lo saben Fiorella, Gaia y Chiara.

¿Cómo cojones se los diré? Como puedo admitir que me rendí con un soldado y lo dejé a la deriva, porque si bien está claro que el plan IUNE solo es activado en suma importancia y de manera acertada, mi mente no dejaba de pensar que podría haber hecho más, pero no puedo decirlo ahora, no puedo permitir que más soldados se quiebren y se dejen vencer por los Giordano, no puedo permitirlo. No lo dejaré otra vez.

Levanto mi mirada encontrándome con mi reflejo, aquel que tan orgullosa estaba de ver hace semanas atrás y ahora solo me produce asco. Veo a una agente débil que no puede cumplir su papel de líder en una Tropa, porque si bien siempre recalqué que mi prioridad era ser soldado y que no importaba quien se interponga en mi camino lo iba a aniquilar, es más fácil decirlo e incluso hacerlo, pero superarlo y aceptarlo vienen de rumbos distintos.

Había matado a Ethan Batista, a un miembro de mi Élite y de la poca familia que aún me quedaba. Cada día veo a mis agentes más rotos y sin ganas de continuar, cuando más pasan los días comprendo que quizás subestime a mi enemigo, pero no permitiré que esto nos lleve a la derrota. No puedo perderlo todo otra vez.

Entonces el odio hacia mi reflejo incrementa, sabiendo que en apenas un mes aquellas fechas volverán y aunque traté de aliviar mi alma, sabiendo que pronto tendré justicia, eso no calma la herida que aún sigue abierta en mí. Porque se van a cumplir dieciséis años de que Angelo, Zeus y Hades junto a sus antonegras derribaron las puertas de mi hogar para matar a mi familia, como si de un simple juego tratara, pero aquí estaba yo, quince años después siendo una mujer que dedicó su existencia entera a perseguir a una banda de mafiosos que le jodio la vida. Una mujer que recorrió el mundo entero formando un nombre y buscando a personas capaces, fuertes e inteligentes para destruir a la familia más importante de Europa, pero ahora aunque estoy muy cerca de mi objetivo nada se siente igual.

La Raina de dieciocho años está gritando en mi interior que no importa nada de lo que pase e incluso si muero mi único objetivo es poder tener justicia, mi niña interior llora asustada, la mujer de veintiuno que iba a dejar la milicia por casarse con quien creía que era el amor de mi vida me mira como si fuera un monstruo y mi versión actual se pregunta si realmente esto valió la pena. No lo sé realmente, pero no pararé, seguiré adelante no solo por mi familia, si no por mi sacrificio, por mi Élite y por el Ethan que le gritó en la cara a miles de soldados que daríamos la vida por nuestra organización. Con ese Ethan me quedo, no con el hijo de puta traicionero que solo me jodió la puta cabeza más de lo que ya la tengo.