Capítulo 08

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16 de agosto del 2016

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16 de agosto del 2016.
Sicilia, Italia. 

"La dea del nome proibito"

Cierro los ojos por un instante mientras mantengo mi cabeza fría y no dejo que las emociones tomen control sobre mis acciones. Debo mantenerme serena y en calma a pesar que una revolución crece en mi interior al saber que luego de tantos nervios y ansias hace muchas horas ya salimos del Positano para dirigirnos a Sicilia, donde está su gran castillo infernal.

Tan solo estoy a menos de veinte minutos de verle otra vez su maldita cara.

Pensar en la subasta me da nauseas e ira. Recordar a todos eso hombres ofreciendo dinero por mujeres como si fueran unos putos juguetes era asqueroso, me dan ganas de vomitar y me crea una escalofrío volver a recordar aquellos ojos posados en mí y aún más el hecho de que le debí de sostener la mirada a esa escoria. Aquellos orbes grises plomo estaban llenos de vacío, morbo y tormentas. Quería mostrarse con poder, dominio y grandeza para los ojos de todos, incluso para los de Freya, pero no consiguió otra cosa más que darme a mí poder.

Aunque por un instante creí que todo se iría al carajo y aquel hombre rubio con ojos verdes, que por su acento deduje que era ruso, me compraría, pero cuando Hades me dedicó esa mirada supe que eso no sería así.

Aunque sin duda lo que más causó enojo en mí es que mis malditas estadísticas salieran mal y Vittorio en lugar de elegir a Gaia haya optado por Chiara dando vuelta la mayor parte del plan, pero el alma me volvió al cuerpo cuando Pietro al menos si la eligió, porque si mi agente se iba para otro lugar y con otro hijo de puta era sabido que iba a ser dada de baja, ya que de esto no se sale más que muerta. Pero eso no sucedió y aunque van a tener que improvisar confío en que lo harán bien porque, después de todo, practicamos juntas y saben una base de su papel.

Pero temo de que cualquiera de las tres no sepa los datos de aquellas mujeres, porque si dicen algo incierto y a los italianos se les da por buscar su historial todo se irá al carajo cuando algo no concuerde, ya que a mis soldados les pedí que estudien la vida de las mujeres que tomaríamos, fechas, familia, lugares de trabajo, parejas, experiencias de vida y cada maldita cosa que sea relevante.

Cierro los ojos un momento intentando dejar mi mente en blanco por lo menos por unos segundos, ya que siento que de tanto pensar esta se prenderá fuego.

Hay tantos escenarios, posibilidades y caminos. El más mínimo fallo puede costarnos todo y la más mínima decisión puede cambiar por completo el rumbo de la historia. Nos metimos en un lugar donde se sale vivo o muerto.

Suspiré intentando poner calma y paz a mi interior, pero todo el intento se desvaneció cuando del camión en el cual estamos las cuatro atadas y con vendas en los ojos se frena con tranquilidad, indicándonos a mis agentes y a mí una sola cosa.

Ya llegamos al castillo Giordano.

Mis ojos se ponen cristalinos, mi cuerpo se tensa y mis extremidades se contraen. Bien, ya entré en mi papel, porque en realidad tan solo siento placer y adrenalina. No me causan miedo, ni mucho menos infunden poderío sobre mí.

Vendetta © [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora