Capítulo 26

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11 de octubre del 2016

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11 de octubre del 2016.
Sicilia, Italia.

"Abbi fiducia anche quando ogni speranza è morta"

Quería buscar al menos un simple rayo de luz que iluminará este lugar lleno de penumbra y una oscuridad que parece poder consumirte, hasta el punto de que ni siquiera puedas reconocerte. Jamás fui alguien pesimista, es más, trataba de hallar hasta en la peor mierda un motivo para creer que todo estaría bien, ya que siempre fue mi característica y adoraba la alegría con la que mi familia me había enseñado a amar al mundo, pero por primera vez en mi vida sentí que aunque quisiera no podía verle nada de bueno a esto.

Me encontraba tirada en el frío suelo como si alma no valiera ni un centavo, mientras abrazaba a mis piernas que no paraban de temblar gracias al hombre que está recostado en su cama placidamente, mientras que yo simplemente tragué grueso omitiendo el dolor de garganta que esa simple acción me causaba gracias a los gritos que lancé hace unos momentos. No quería llorar, pero no tenía más consuelo que ese. Estaba sola en medio de este mundo en el que Pietro Pagano me está condenando.

No importaba cuanto gritará, si me resistía o rogaba que parará porque ya no podía más, él seguía sin parar e incluso con más fuerza e ímpetu, como si mis súplicas fueran un incentivo a seguir y a no detenerse. Sabía que cuando me tocó improvisar en la subasta nada bueno atraerían esos ojos negros que son imposibles de distinguir su color con su iris.

Me dolía todo el cuerpo y aunque me prepararon toda mi vida para este tipo de papeles sentía que no podía aguantarlo, me hace sentir débil y una decepción no solo para mi equipo y mi superior, si no para mí misma. Siempre me han dicho que era demasiado frágil para entrar en una sede como los Survivors y más especializarme en casos en los que se requiere mucha fortaleza, no sólo física, si no también mental. Y hasta hace unos meses me creí invencible por formar parte de la nueva promesa en la milicia e incluso sentí como le podría demostrar a todos que no era tan vulnerable como ellos creían, pero el día de hoy entiendo que algo de razón tenían, porque no importa que forme parte de la Tropa Élite, la cual es la más jodida conocida a nivel mundial, seguía siendo bastante débil y no estaba segura de poder soportar esto.

Quería ser fuerte como Fiorella, porque aunque Zeus la destruya sigue adelante demostrando que es sin duda la mujer con más carácter que conocí. Incluso Chiara demuestra que tiene una cabeza intocable, porque sin importar que tanto la intenten quebrar psicológicamente, ella parece un muro imposible de derribar. Y ni hablemos de Raina, que aunque se tenga que tragar todo su orgullo es imposible lastimarla y tirarla, porque ella era como un hermoso ave fénix, capaz de resurgir de sus propias cenizas una y otra vez.

Quería ser como ellas, pero no estaba segura de estar a su nivel.

Pero de repente, mis bajones se ven interrumpidos por una voz que deseaba no escuchar nunca más en mi vida. Solo quería que desapareciera y se fuera para siempre.

Vendetta © [+21] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora