Capítulo 28

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Lo piden, lo tienen.

¡Qué lo disfruten!💜

***

Atlas

Es ya de noche, luego de haber pasado con Izan todo el día en la cama hablando, besándonos y teniendo sexo. Solo salimos de la habitación para comer algo y luego volver apresurados a meternos bajo las sabanas. 

No hubo forma de que la sonrisa se me borrara del rostro, que se ensanchaba aún más al verlo sonreír a él. O al escuchar su risa resonando por todo mi cuerpo.   

Pasada la medianoche nos duchamos juntos y nos acostamos con la intención de dormir, porque en la mañana comenzamos con el entrenamiento nuevamente y necesitamos estar con toda la energía, y bien despiertos. 

Izan no tardó en quedarse dormido, con una leve sonrisa en su rostro. Yo, por otro lado, no he podido pegar ojo. Aunque en parte, no quiero. Tengo miedo que todo esto sea tan solo producto de mi imaginación, mi mente creando una de las tantas fantasías en las que Izan Marshall es el protagonista. No quiero dormirme, para que en la mañana me despierte solo, con su lado de la cama vacío y frío, como el interior de mi pecho. 

Es por lo que estoy apoyado en el alféizar de la ventana, que está entreabierta mientras fumo, sin apartarle la mirada de encima a ese hombre maravilloso que está frente mío. 

Nunca en mi vida fui tan feliz como cuando lo oí pronunciar esas dos palabras.

"Soy tuyo". 

Y que me lleve el diablo porque siento que lo he conseguido todo. Al tenerlo a unos pocos metros y verlo allí dormido, en mi cama, luego de haberlo penetrado, y él a mí; de haber recorrido todo su cuerpo con mis manos, y saboreado su piel con mis labios. 

Desde que estoy en está casa que tengo todo el tiempo la enorme necesidad de estar junto a él. Si no estoy a su lado, me invade la sensación de que voy desapareciendo, es como si mi cuerpo de desintegrara. 

Si, estaba enamorado de ese muchacho que conocí hace tiempo atrás. Por años me la pase imaginándolo, y lo que se debía sentir tener a alguien como él. Sin embargo todo eso es nada comparado a lo que siento ahora, porque lo que encontré superó todo lo que había pensado que sería. No hay duda de que mi mente no le hizo justicia. 

Y si, sentí decepción aquella noche que nos cruzamos. Ver aquel muchacho que me pareció tan avasallante y magnifico, que me inspiró, y que de alguna forma me salvó, convertido en un ebrio, a quien podían atacarlo en su propia casa, y derribarlo con una facilidad casi absurda. Estaba tan desencantado con él, al percatarme de que no había nada de a quien conocí.    

Sin embargo, al día siguiente logré reconocerlo. Pude verlo en sus ojos, aquellos ojos tan cautivadores en los que aún persistía esa llama, pequeña, pero allí estaba. En el fondo aún estaba ese Izan Marshall, y me propuse sacarlo a la luz. Ayudarlo, así como él lo hizo conmigo sin siquiera darse cuenta. 

Y me sorprendí a mí mismo, al percatarme de que podía llegar a tener sentimientos aún más profundos por él. Creí que no podía llegar a admirarlo más, pero si. Porque mi imagen de Izan era algo idílico, irreal. El verdadero era alguien con cicatrices, alguien herido, con sus matices y demonios, pero que aún podía encontrar la fuerza para pararse y seguir adelante, con la capacidad de reinventarse a sí mismo y buscar ser mejor. 

¿Cómo no podía sentirme inspirado por él? 

Hay personas de las que es imposible no enamorarse. 

Me fascina el hombre que es ahora. Sin duda me tocó la mejor versión de Izan Marshall.  

Lo que sentí cuando me beso por primera vez, fue algo que no sentí jamás en mi vida. Y que él haya sido quien dio ese primer paso, lo hizo mucho mejor. Luego de eso no pude evitar preguntarme a mi mismo, "¿Cómo se respira después de esto?". 

Aquella noche que lo acompañe al club, y que se puso tan molesto cuando me vio hablando con Suni, verlo en ese modo celoso, hizo que me invadiera una enorme alegría. No por que disfrute que él este mal, sino por lo que representaba para mi. Que el también se sentía de esa forma conmigo. Que le pertenecemos al otro. Aunque Izan nunca tendría que sentir celos, no cuando yo siempre lo elegiría a él. Por encima de todo. 

Cuando me dijo que le conté sobre la historia de mi familia, me aterré completamente. Porque eso implicaba dejarlo entrar en la parte más profunda y dolorosa de mi vida, aquella que no comparto con nadie. Me dio miedo darme cuenta del poder que tiene Izan sobre mi, capaz de traspasar la coraza más dura y escondida de mi ser. Con él comienzo a no tener ninguna clase de tapujo, y eso no es bueno, porque deja de ser un simple enamoramiento de la adolescencia y comienza a transformarse en algo más. 

Y con eso conseguiría arrastrarlo y mancharlo con la mierda que le sucede a todo aquel que se involucra con un Hyun. 

Con todo el dolor de mi alma, estaba dispuesto a mantenerme alejado de él, y enfocarme tan solo en lo que me ordenaron al venir aquí. Pero fue al verlo con otro hombre, que caí en cuenta que tan arraigado lo tengo en mi corazón. Sentí que este se me destrozaba por completo cuando lo vi sonreír con alguien más. Me sentí desaparecer por completo. Y que lo perdía. 

Me pase la vida imaginándolo. No era momento para ser cobarde. Así que no lo pensé, tan solo actúe. Y ahora ya no hay vuelta atrás. Mejor. 

Ahora se que no hay forma de que pueda vivir sin él, no cuando probé lo que se siente estar juntos. 

Lo protegeré. Lo mantendré alejado de mi padre. No permitiré que a él también lo apaguen. 

Mis pensamientos son interrumpidos cuando noto que Izan abre sus ojos, aquel par que me resultan tan cautivadores y que inspeccionan toda la habitación. Se detienen al encontrarse con los míos, y me dedica una sonrisa somnolienta. Aparta las sabanas y extiende sus brazos hacia mí. 

- Ven aquí. - me pide con voz ronca.

Sonrío, arrojó el cigarrillo y regresó con él, deslizándome por encima de su cálido cuerpo. Izan nos tapa, y me rodea con sus brazos, mientras yo apoyo mi cabeza en su pecho, el cuál sube y baja en un ritmo constante y pausado. Deja un beso en mi cabeza, para luego comenzar a deslizar sus dedos por mi cabello. Cierro mis ojos, dejando que está paz que me trasmite me calme. 

No hay forma de que esto no sea real. 

- La cama no es lo mismo sin ti. - habla entredormido. 

Y mi vida no es lo mismo sin ti. 

*****

El legado de la Mafia (Mafia Marshall V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora